Es uno de los concursos musicales más prestigiosos a nivel nacional, por ello ser seleccionado y ganador del Concurso de Composición Luis Advis es un hito importante para cualquier creador. Inspirado en una de las grandes figuras de la composición nacional, el certamen busca ser un espacio de promoción para la creación musical.
Este año, en la categoría música popular se abrieron postulaciones para todos los estilos, desde el jazz al reggaetón, pasando por el metal y el hip hop. Además, las bases de postulación instaban a concursar con obras alusivas a Violeta Parra, debido a las conmemoraciones de los cien años de su natalicio.
Motivada por esa posibilidad de crear inspirada por Violeta Parra, la académica del Departamento de Música, prof. Tania Ibáñez, se decidió a participar con una pieza que finalmente se denominó El azar. “Me gusta mucho la poética de la décima. Ya antes había tenido una experiencia con éstas, en mi obra musical Érase una vez... el barrio, toda articulada en décimas. Adicionalmente, me inspira mucho el trabajo musical de Violeta, y mis creaciones suelen tener un saborcillo a ella, según me han dicho. Por lo tanto esta obra presentada surgió en mí de una manera muy natural”, cuenta.
“El azar tiene dos connotaciones muy distintas en esta pieza. Primero se presenta como el destino ya trazado de una mujer, desde un enfoque heteronormativo. En el transcurso de la pieza el azar cambia hacia un sentimiento de autonomía, en que quienes están cerca de esta mujer son afortunados de poder compartir algo de la vida con ella”, detalla la profesora.
Hasta la ciudad de Coquimbo llegó la académica para presentar su obra luego de clasificar en la categoría Música de Raíz Folclórica junto a 20 rabias que me muerdo, de Jenisse Díaz; En amor…ando, de Rodrigo Torres Garrido; Creció Violeta Mujer, de Moisés Chaparro Ibarra; y Plegaria a cuatro voces, de Ignacio Reyes Guzmán. En el puerto de la cuarta región se quedó con el segundo lugar de la competencia.
“Estoy feliz con este premio. Fue una apuesta tal vez algo osada presentar una pieza para canto y piano leído en partitura. Algo poco usual en el estilo del canto a lo poeta. Considero muy bueno el que se valoren propuestas que presentan elementos novedosos”, manifiesta.
“La experiencia fue muy positiva. Me sentí muy cómoda en el escenario, cantando algo para público más adulto, ya que hace años que había dejado de componer algo distinto a música para la infancia o para mis clases de Solfeo y Práctica Auditiva. Asimismo, fue muy agradable conocer y compartir con todos los músicos participantes”, concluye.
Ecos y resonancias
En su segunda participación en el concurso, el egresado de composición del Departamento de Música, Mario Oyanadel tenía bastante más expectativas que en su debut hace tres años. “La vez anterior había participado de forma bastante improvisada. Me prometí que cuando tuviera tiempo participaría de manera más responsable en el concurso, situación que se produjo este año”, cuenta.
Ecos y resonancias. Movimiento en suspensión es el nombre de la pieza con que se presentó en el certamen y con la que finalmente se convirtió en el ganador en la categoría Música Docta. “Al momento de comenzar a escribir la obra tenía dos ideas, una que era un tanto más técnica que era la de jugar con el desarrollo de la resonancia, espectro y timbre de una misma nota o acorde. La otra era un tanto más general y surgió a partir de una imagen sonora, que era este movimiento suspendido, que resulto en una pulsación rítmica que se desarrolla constantemente a lo largo de la obra”, señala.
“El concurso Luis Advis es bastante importante y conocido a nivel país, por lo que creo será muy útil en el desarrollo de mi carrera”, dice.
Gracias a las gestiones del concurso, Ecos y resonancias. Movimiento en suspensión, al igual que las otras obras ganadoras de la categoría, se incluirá en el programa de la Orquesta Sinfónica de La Serena el próximo año.