Viajó de Valdivia a Santiago para trabajar por su sueño de convertirse en cantante profesional. En las aulas del Departamento de Música de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile el barítono Javier Arrey realizó su primera etapa formativa, bajo la instrucción del profesor Hanns Stein, a quien considera un gran maestro y formador.
El año 2007 su carrera dio un enorme salto luego de que durante su visita a Chile, el tenor Plácido Domingo lo escuchara e invitara a trabajar en Washington National Opera, espacio que dirigía entonces en Estados Unidos. Ese fue el inicio de una carrera que ya lleva diez años de desarrollo internacional y que le ha permitido aprender de importantes figuras de la música lírica como la mezzosoprano Dolora Zajick, el director Lorin Maazel y el mismo Plácido Domingo, por nombrar sólo a algunos.
A días de regresar a Chile para presentarse con la Orquesta Nacional Sinfónica de Chile bajo la dirección de Juan Pablo Izquierdo, repasa su presente artístico y rememora sus años en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile.
Javier ¿cómo podría describir su presente artístico?
Actualmente estoy radicado en Estados Unidos junto a mi familia y desarrollando mi carrera artística con mucha alegría y expectativa a los nuevos desafíos que se están presentando.
¿En qué proyectos se encuentra trabajando en la actualidad?
Me encuentro preparando algunos proyectos de Bel Canto, recitales con música de cámara. ¡Es un repertorio que me fascina! También se acerca mi debut en el Metropolitan Opera de New York en La Bohème de Giacomo Puccini de esta temporada.
Lleva diez años de destacada carrera internacional. ¿Cómo recuerda hoy su etapa de formación inicial en el Departamento de Música de la Universidad de Chile?
La recuerdo con gran cariño. Soy valdiviano y el tener que trasladarme a Santiago para poder estudiar fue un proceso tremendo en todos los sentidos, pero tuve la fortuna de contar con gente muy especial que me ayudó muchísimo. La persona más importante en mi proceso dentro de la Universidad fue sin dudas mi maestro de canto, el profesor Hanns Stein. Él significó muchísimo en esa primera etapa formativa.
Pasó de estar bajo la instrucción del profesor Stein a trabajar con importantes figuras internacionales de la música. ¿Cómo evalúa la formación recibida en su primera etapa formativa?
Me siento afortunado de haber estado, en mi opinión, en las mejores manos, es decir, haber tenido al profesor Hanns Stein como maestro de canto y formador. Siempre como artista vamos creciendo y adquiriendo nuevos y mayores elementos formativos, esa es la gracia del proceso artístico, que nunca terminamos de aprender y mejorar. Los artistas seguimos en un constante proceso; lo ya adquirido cimenta las bases para nuevos y mayores aprendizajes. En ese sentido creo que fue una buena decisión salir de Chile con bases y cimientos sólidos, los cuales me han ayudado a poder seguir edificando mi proceso formativo, el que como ya mencioné, siempre continúa desarrollándose.
Ha tenido la oportunidad de trabajar con personas muy importantes de la escena lírica internacional. ¿Cómo ha influido ello en su formación y desarrollo artístico?
Es un privilegio enorme tener la oportunidad de trabajar con artistas maravillosos y de tanta experiencia; son sin duda una tremenda fuente de inspiración y aprendizaje, no sólo en el plano musical y técnico, sino como artistas en general. Creo que sin dudas el estar trabajando con gente tan sobresaliente, te desafía, motiva e impulsa a ser mejor. Es un privilegio y a la vez una gran oportunidad de aprendizaje.
¿Hay algún proyecto musical que lo traiga a Chile prontamente?
Estaré en Chile muy pronto. He sido invitado a estrenar una ópera de Debussy terminada por el destacado compositor chileno Juan Allende-Blin junto a la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile, bajo la dirección del maestro Juan Pablo Izquierdo. Será un enorme placer poder trabajar por primera vez junto al maestro Izquierdo y además junto al compositor Juan Allende-Blin, quien viajará especialmente desde Alemania para esta producción que se presentará el próximo 8 y 9 de septiembre en el Teatro de la Universidad de Chile.