Desde este 2016 una nueva modalidad de conciertos estudiantiles se está implementando en el Departamento de Música y Sonología (DMUS). La idea es que las presentaciones que anualmente realizan los estudiantes bajo el alero de sus profesores, se conciban ahora principalmente como una actividad extensional.
Hasta ahora los conciertos de extensión de los estudiantes contemplaban principalmente un objetivo pedagógico, correspondiendo muchas veces a los llamados conciertos de cátedra de los alumnos de Interpretación Musical, en que éstos ejecutaban el repertorio desarrollado en sus clases. El cambio implica que la posibilidad está abierta también a los estudiantes de Composición y Teoría de la Música, ampliando el tipo de repertorio hacia otras músicas y ofreciendo un espacio a los diferentes ensambles instrumentales de estudiantes, avalados por un profesor del DMUS. “Esto nos entrega una riqueza de propuestas artísticas muy interesante, que esperamos tengan una buena acogida por parte de las audiencias a las que van dirigidas”, dice la profesora Tania Ibáñez, coordinadora de estas presentaciones musicales.
“Se pretende que los estudiantes tengan un rol protagónico en la misión social de estas actividades. Se trata de que no sólo se preocupen de interpretar un determinado repertorio sobre el escenario, sino que además sean sensibles y receptivos con las audiencias”, dice la docente. Añade que “con esta iniciativa se pretende activar una comunicación e interacción entre la academia y el medio”.
Los colegios Salvador Sanfuentes o Darío Salas y las comunas de Talagante y San Joaquín son algunos de los escenarios donde se realizarán las propuestas recibidas por la profesora Ibáñez. Por tratarse de espacios que no son formalmente culturales, se les solicita a los intérpretes especial consideración con estas nuevas audiencias. “Les pedimos a los estudiantes que desarrollen, además de su repertorio, una apertura y un cierre que involucre una interacción con el público, orientada a conocer sus inquietudes y si es posible, responder a éstas”, cuenta la profesora Ibáñez.
Entre las propuestas recepcionadas, se encuentran repertorios para instrumentos clásicos como guitarra, violín, flautas o canto lírico, así como también iniciativas distintas, como un concierto para niños a cargo del grupo Wachún o uno a propósito de la conmemoración de los 400 años de la muerte del dramaturgo inglés William Shakespeare.
Por tratarse de un cambio importante, la profesora reconoce que ha sido un proceso un tanto lento. “Hemos realizado varias instancias informativas sobre este nuevo enfoque, en las cuales hemos visto que los profesores, luego de conocer en mayor detalle los fundamentos de esta mirada, se han mostrado muy agradados, formulándonos a su vez nuevas inquietudes y desafíos que estamos incorporando gradualmente. Por supuesto, esto ha sido un proceso lento y no todos han podido sumarse a esta iniciativa, sin embargo, nos damos cuenta de que el concepto de extensión artística universitaria está entrando poco a poco a este espacio concebido como pedagógico. Los estudiantes, por su parte, han respondido muy bien a este primer llamado, presentando programas musicales de gran variedad, los cuales van dirigidos desde público escolar hasta adultos mayores”, concluye.