El 2015 fue un año importante para el compositor y académico del Departamento de Música y Sonología (DMUS), prof. Andrés Maupoint. En doce meses estrenó y remontó piezas importantes de su repertorio, como Cinco imágenes, para orquesta, realizó un concierto monográfico que se llevó a cabo en el Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM) y además estrenó su Concierto para Piano, que tuvo a su amigo Alfredo Perl en escena bajo la dirección de Matthias Bamert.
Debido a lo fructífero que fue el 2015 del profesor Maupoint, y específicamente por su Concierto para Piano, es que la Academia Chilena de Bellas Artes lo distinguió con el Premio Domingo Santa Cruz, en una ceremonia realizada a fines del mes de abril. En la misma premiación, fueron entregados los reconocimientos Agustín Siré al cineasta Pablo Larrain, por su cinta No (2012) y el premio Marco Bontá al artista visual Cristián Abelli por su exposición Noctilux.
“De todos los premios que uno puede recibir, éste es especial porque hay colegas, gente del mundo artístico que reconoce lo que uno está haciendo, sin ser un premio a la trayectoria propiamente tal”, dijo el profesor Maupoint.
Estrenar en 2015 el Concierto para Piano permitió al académico concluir un trabajo que se había iniciado hace más de una década. “Veníamos conversando informalmente con Alfredo (Perl) desde el año el 99 sobre la idea de que yo escribiera un concierto para piano. En ese entonces escribí un movimiento y luego de eso el proceso fue bastante interrumpido debido principalmente a otros proyectos y trabajos”, cuenta el académico.
Debido a esta intermitencia, decidió imponerse un plazo para concluir la obra. Postuló a los Fondos de Cultura y el 2013 la pieza, compuesta de cuatro movimientos encadenados, estaba lista.
Cuando Alfredo Perl vino a Chile en 2013, se iniciaron las gestiones para que la obra del profesor Maupoint estuviera dentro de la Temporada del Centro de Extensión Cultural y Artística (CEAC) de la Universidad de Chile. Luego de las gestiones propias, la obra se incorporó a la Temporada del año 2015 del CEAC para ser interpretada por la Orquesta Sinfónica de Chile y con Perl como solista.
Sobre la obra, Alfredo Perl comentó que tenía un significado especial para él ya que era “la primera vez que tenía la oportunidad de interpretar un concierto para piano y orquesta compuesto específicamente a mi medida, por así decirlo. Es decir, pensando en mis características interpretativas y técnicas”, dijo a Radio Universidad de Chile. Añadió que “más allá de este trasfondo, puedo decir que es una magnífica obra, que viene a enriquecer en forma importante el repertorio para piano y orquesta de este siglo”, concluyó.