El nombre de Rodrigo Rojas De Negri se relaciona con la peor cara de la dictadura del país. El fotógrafo de 19 años fue detenido durante una protesta en 1986, golpeado y quemado vivo por una patrulla militar, muriendo cuatro días después por la gravedad de sus lesiones.
Pero ahora, un equipo liderado por Monserrat Rojas, licenciada en Artes Visuales de la Universidad de Chile y especialista en fotografía, busca relevar la importancia artística del joven con el proyecto de investigación Archivo Fotográfico Rodrigo Rojas De Negri -financiado con un Fondart Regional- que incluye la creación de un fondo fotográfico y un sitio web especializado.
En esta iniciativa participan también dos egresados de licenciatura en Teoría e Historia del Arte de la U. de Chile: Jaime Cuevas y Rosario Arellano; además de Tarix Sepúlveda, magíster en Artes con mención en Artes Visuales, también de la U. de Chile. Ellos colaboraron en la sistematización, registro, racionalización y digitalización de la obra fotográfica y visual de Rodrigo Rojas de Negri, acervo que pertenece a su madre, Verónica De Negri.
La colección está compuesta por más de siete mil imágenes, entre ellas, fotografías en color y blanco y negro, negativos, diapositivas, hojas de contacto, folletería, cartas, documentos, afiches y videos. Todo este material se enmarca tanto en la vida cotidiana y familiar de Rodrigo, como en el retrato que realizó de las manifestaciones políticas de la época.
El papel de los egresados
Jaime Cuevas trabajó con Monserrat Rojas en el año 2013, cuando ella se desempeñaba como curadora de fotografía del Museo de Arte Contemporáneo (MAC). Allí fue investigador curatorial para la exposición Un exilio sin retorno: Rodrigo Rojas De Negri. "Desde ese momento que hemos continuado trabajando juntos y, ahora, con este proyecto, logramos asegurar la conservación de todo el fondo fotográfico, así como también posibilitar futuras investigaciones sobre la obra de Rodrigo", cuenta.
Por su parte, Rosario Arellano fue contactada para apoyar en el inventario de la colección. "Yo había trabajado como pasante en proyectos de documentación y conservación en diferentes instituciones, pero lo que me interesó particularmente de este trabajo fue que no se había hecho nada aún, había que comenzar desde cero con todo este material", señala.
Otra de las razones por las que Rosario decidió incorporarse a este proyecto fue la amplitud y el aporte futuro que esto significa, ya que "no es para guardar la colección en un museo sino para difundirla, para fomentar nuevas investigaciones con este material y darle nuevos usos", explica.
Enfrentarse a un proyecto de esta envergadura requiere distintas habilidades. Para ello, Jaime destaca que su paso por la Universidad de Chile le otorgó competencias para la investigación y el acercamiento conceptual y técnico para la conformación de archivos, fondos y colecciones, las que además ha complementado con nuevos estudios superiores.
Asimismo, Rosario destaca que "el hecho de que la carrera tenga varias ramas como gestión cultural, conservación, museología, me ayudó a tener conocimientos más amplios y prácticos, sobre todo lo relacionado al arte. Y, en el caso de este proyecto, me sirvieron especialmente los cursos que tomé de catalogación de colecciones y de conservación".
Proyección
Ambos egresados de Teoría e Historia del Arte coinciden en que el mayor aporte de este proyecto es abrir un camino para el desarrollo de nuevas iniciativas. "Permite generar y pensar futuras investigaciones sobre la obra fotográfica de Rodrigo, ya sea en términos académicos, de publicaciones de mayor circulación o en términos curatoriales", asegura Jaime.
Rosario destaca además su contribución histórica al tema de los derechos humanos y de manifestaciones sociales, señalando que "es importante dejar abierto al público un fondo con tanto material fotográfico que retrata los conflictos sociales de una época importante de nuestra historia, representando también la vida de un chileno en el exilio durante la dictadura".