Profesor, ¿qué rol juega en su programa la creación y extensión desarrollada desde la Facultad de Artes?
Vemos con admiración cómo a pesar de las enormes dificultades, las actividades de extensión de la Facultad se desarrollan progresivamente de manera ejemplar. Más allá de las actividades públicamente más destacadas como el MAC, el MAPA, el Teatro Nacional Chileno, la Sala Isidora Zegers y la publicación regular de una revista informativa de sus actividades generales, llama la atención la propia de cada Departamento, como las del Departamento de Teatro a través de sus espacios públicos y encuentros, o las publicaciones de Artes Visuales, Música y Sonología, de Teoría de las Artes y recientemente una sorprendente revista del Departamento de Danza. Todo lo cual responde ejemplarmente a la historia de la Universidad, por haberle sido conferida, durante la Rectoría de Juvenal Hernández, la responsabilidad de constituirse en la primera institucionalidad cultural del país. Sin duda alguna que esta capacidad demostrada contribuirá a nuestro deseo de desarrollar acciones al interior de la institución, permitiendo el logro del “concierto de saberes” enunciado por Bello, como un paso más hacia el logro de esa transversalidad que define nuestro Estatuto, abriendo así el camino a nuevas propuestas desde la docencia e investigación/creación. Por otra parte nuestro programa, en cuanto la relación imprescindible con la sociedad, tiene entre sus ejes principales el lema del permanente construir Universidad construyendo ciudadanía, en forma de sentidos que se alternen, proceso en el cual las actividades artísticas pueden jugar un rol fundamental demostrando ampliamente y más allá de cualquier cuestionamiento que somos la universidad necesaria, la que especialmente hoy día el país requiere.
¿Cuál cree usted que es la función del arte y de la creación artística en la sociedad? ¿Y, desde esa perspectiva, la pertinencia del arte en el mundo universitario?
Sin duda la función del arte va mucho más allá de la mera gratificación de los sentidos, su rol principal y de ahí su relevancia histórica está en su propuesta de otras y nuevas posibilidades de lo que entendemos por realidad. Esa es la apertura o ensanchamiento de mundo imprescindible para la renovación de la vida, así como la poesía extiende la palabra más allá de su convencionalidad de sentido cada género artístico emprende esa tarea a todo riesgo. La actividad de arte no ilustra a su tiempo, lo construye desde su aporte.
La construcción cultural se debe a la compleja coincidencia del sinnúmero de actividades que la humanidad constantemente realiza, especialmente de aquellas que favorecen las mayores transformaciones por su capacidad de interrogar la validez del conocimiento establecido, las que desde su frontera nos dirigen los resultados de ese preguntar al resto de la sociedad, buscando su sanción. La universidad es el lugar privilegiado de ese accionar y sin duda que para la validez de ese permanente quehacer se requiere la mayor amplitud de mundo posible. Esto nos vuelve a llevar a la cita de Bello sobre el concierto de saberes sin el cual ninguno por separado puede existir. De esta manera también entendemos lo que se puede llamar funcionalidad de las artes al conformar el mismo concepto de universidad.
Por último, ¿cómo percibe la relación y cruce entre arte y conocimiento, teniendo en cuenta que la producción de conocimiento se suele vincular a otras disciplinas?
La mayor parte de esta respuesta me parece estar ya contenida en las anteriores, pero es preciso si recordar que nuestro Estatuto pone un especial énfasis en la transversalidad institucional y que ella no se refiere solo a instancias de alta dirección, como el Senado Universitario, sino como un orden nuevo que debe permitir la exploración, integración y transdisciplinariedad del conocimiento, como es evidente que ya es una exigencia del tiempo que vivimos, así los demuestran, en el caso de las artes, las búsquedas de un encuentro arte ciencia y tecnología y de arte y arquitectura como bien se observa en una serie de trabajos expuesto recientemente en el MAC, o en el caso de la formas llamadas relacionales, el encuentro arte sociedad en nuevas formas exploratorias que integran el trabajo de sociólogos, geógrafos o antropólogos, o las nuevas preguntas hechas desde la filosofía, como brillantemente se demuestra en los ejemplos de Michel Foucault o Jacques Derrida, entre otros.
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