Egresado de la Universidad de Chile:

Luis Guzmán: "El bioarte es una categoría que permite ser deconstruida"

Luis Guzmán: El bioarte es una categoría que permite ser deconstruida

“El bioarte se define por la aplicación práctica de herramientas biotecnológicas en el ámbito de las artes visuales. Estas herramientas son diversas y tienen distintos grados de control sobre los cuerpos, estando asociadas principalmente al cultivo de tejido, a la genética y a distintos sets que componen la biotecnología”, explica Luis Guzmán, artista visual formado en la Universidad de Chile que tras terminar sus estudios de pregrado comenzó a interesarse en la biopolítica, principalmente en el trabajo de Michel Foucault. “A partir de esas lecturas surgió el tema de la biología y, con ello, la necesidad de explorar cuáles eran las conexiones prácticas entre arte y biología. Eso me derivó al bioarte, y el nexo más cercano que tuve para hacer esa vinculación fue a través del Magíster en Bioética en la Universidad de Chile”, agrega al respecto.

De allí que haya postulado a ese programa de postgrado con un proyecto de tesis centrado precisamente en bioarte, proponiendo un análisis biopolítico y bioético en torno a ese concepto que pudo profundizar una vez aceptado en el Magíster. “Tuve la posibilidad de ahondar en algunos aspectos filosóficos relativos a la filosofía de la ciencia y también en distintas lecturas que me permitieron ampliar esta visión no sólo en el ámbito de la creación de obras de arte, de organismos bioartísticos o biotecnológicos, sino además hacer una lectura y proponer una visión más ecológica”, señala Luis Guzmán, quien, en el marco de su investigación, se encontró con el trabajo desarrollado por Robert Mitchell, director del Centro de Estudios Interdisciplinarios de Ciencia y Teoría Cultural de la Universidad de Duke, quien se ha especializado en los aspectos filosóficos y políticos de la interacción entre el arte contemporáneo y las ciencias de la vida.

Así, la propuesta desarrollada por Mitchell se transformó en eje de la investigación que Luis Guzmán realizó para obtener el grado de Magíster y también en eje del proyecto The living form, plataforma virtual que este artista creó en torno al bioarte y que presentará, a través de una clase introductoria al bioarte, este 23 de mayo en la Sala Adolfo Couve. “Se trata de una sitio que opera como archivo y que busca dar cuenta de distintos enfoques en torno al bioarte y también al tema de la naturaleza y sus representaciones, intentando reducir así la brecha entre artes y ciencias”, explica sobre esta iniciativa que a la fecha cuenta con la publicación de una entrevista que Robert Mitchell dio en exclusiva a ese sitio y con otros ocho artículos que, desde distintas perspectivas y disciplinas, dialogan con el tema propuesto.

Mientras desarrollabas tu investigación, ¿había otras personas en el campo local con las que pudieras intercambiar información en torno a bioarte?

Muy pocas. De hecho, cuando estaba desarrollando mi tesis había un estudiante del Doctorado en Filosofía que había tocado algunos aspectos filosóficos del bioarte. Sin embargo, hasta el día de hoy, cada vez que menciono el concepto bioarte, me piden una descripción, un ejemplo, porque no es un concepto que esté instalado. Entonces, la falta de información y de asentamiento del bioarte en la concepción artística en Chile hizo necesario que mi investigación fuese de la mano con un proyecto como The living form, que permitiera difundir rápidamente los contenidos, sin pasar por un sistema de concursos o de publicación en revistas más instaladas. Y aunque he tenido la oportunidad de publicar en otras revistas, me di cuenta de que ésta era una estrategia que me interesaba explorar.

Pareciera ser que la entrevista de Robert Mitchell opera como eje estructural, como base teórica de The living form. ¿Ése fue el objetivo de entrevistarlo al comienzo del proyecto?

Yo diría que la entrevista de Robert Mitchell es vertebral por lo menos en esta primera instancia. Los otros proyectos que estoy presentando, si bien están asociados a la naturaleza desde distintas ópticas más cercanas al arte, al diseño o netamente a la ciencia, por ejemplo, son proyectos que funcionarían quizás de manera más satelital respecto de esta entrevista que es central. En ese contexto es que cada uno de los otros artículos publicados se enmarca en los conceptos que se definen al interior de la entrevista, ya sea desde el punto de vista de la sustentabilidad o desde el punto de vista de los desarrollos en genética, por dar sólo dos ejemplos.

La difusión en torno al bioarte es uno de los objetivos del proyecto. ¿Qué otras motivaciones te llevaron a levantar una plataforma como ésta?

Principalmente, la necesidad de generar un espacio que me diera la posibilidad de publicar contenidos que obedecieran a los estudios que estoy realizando, autopublicarme y también conformar una plataforma que me permitiera una especialización posterior en el campo del bioarte. Además, me obliga a entrar en diálogo con otros agentes vinculados a este campo en otras partes del mundo, haciéndose más fácil gestionar estadías o residencias, por ejemplo. Y ese trabajo ya lo inicié al contactar a las personas encargadas de la difusión de los proyectos que se presentan actualmente en The living form.

Y a nivel local, ¿has comenzado a generar lazos con estudiantes o académicos del área de las ciencias o la filosofía?

Lazos bastante incipientes todavía, dado que parece un tema un poco alejado de los intereses que se están desarrollando. Por ejemplo, en el caso del desarrollo de tesis en ciencias, creo que ninguna se vincula, se acerca o pretende acercarse al ámbito de las artes, aunque sí he tenido conversaciones con científicos, principalmente con biólogos, que me han dado ciertas pistas respecto a con qué personas podría comenzar a vincularme en el ámbito local. Y en el ámbito de la filosofía he tenido más llegada porque hay temas que son más generales, por ejemplo, los asuntos relativos a la biopolítica que se ven expresados en la reflexión que hace el bioarte. A ello se suma el hecho de que el pensamiento filosófico contemporáneo es mucho más transversal y que el bioarte es más fácil de abordar primeramente desde un ámbito conceptual o intelectual. Entonces, ése es más o menos el objetivo, sentar un estado de reflexión que nos permita asentarlo también en una dimensión práctica.

¿Cómo ha sido la recepción en el ámbito del arte?

Bueno, esa recepción se verá en la presentación del sitio, cuando podamos ver de qué manera hay artistas que puedan y quieran vincularse con estos temas. Hoy en día existe algún tránsito entre artes y ciencias, pero principalmente en el campo de los nuevos medios, el uso de internet o la informática, sin que se haya enfocado en el ámbito de la biología.

¿A qué crees tú que se deba eso?

A la falta de experiencias. Es decir, el bioarte todavía es incipiente en el mundo y en Chile aún más. Recién están comenzando a generarse investigaciones, a discutirse al respecto y a abrirse instancias como ésta. El bioarte es una categoría que permite ser deconstruida, atravesada y articulada de otras formas, por lo tanto, más que instalarse de manera rígida para definir un campo asociado sólo al uso de ciertas tecnologías, lo que me interesaría es que operara como un campo que abriera una reflexión múltiple, interdisciplinaria y transdisciplinaria sobre el tema.

¿Qué haría que una obra entrara dentro de esa categoría?

Hay distintos ámbitos o distintos grados de aproximación en los que uno podría usar esta categoría, pero principalmente tiene que ver con la exposición de la vida misma como objeto artístico. Es decir, yo podría pintar un cuadro que generara una reflexión sobre la aparición de la genética o el uso comercial de la genética, pero eso no es necesariamente una obra bioartística. Se definiría más bien cuando las relaciones o los objetos que están presentes en el trabajo obedecen al ámbito de lo vivo.

¿En términos formales?

Claro, con el uso de animales, de plantas o de bacterias, también con la exploración en torno a relaciones ecológicas o al ámbito de las relaciones humanas. Es decir, el término podría aplicarse en tanto el medio que se usa o el medio sobre el cual se reflexiona es un medio vivo. Ésa sería la primera aproximación.

Actualmente, The living form contiene información acerca de una experiencia desarrollada en un municipio finlandés en el que está programada la construcción de una planta nuclear y de un proyecto arquitectónico creado a partir del desafío provocado por la pérdida de territorio debido a la elevación del nivel del agua de una manera innovadora y sostenible, por dar algunos ejemplos.
Esta plataforma virtual será dada a conocer el próximo 23 de mayo, a las 18.00 horas, en la Sala Adolfo Couve, con una clase introductoria al bioarte que estará a cargo del artista Luis Guzmán. La presentación del proyecto, en tanto, estará a cargo de Miguel Cáceres, artista visual y director del Centro de Interpretación de la Historia Natural, Museo Faro San Isidro.

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