En la ciudad de Santiago:

En distintos espacios se muestran obras de estudiantes y egresados

En distintos espacios se muestran obras de estudiantes y egresados

Hasta el próximo 30 de agosto permanecerá en exhibición Desde la huella, exposición que Javiera Saavedra exhibe en Galería Bech y en la que volvió a trabajar a partir del desplazamiento del grabado, abordando conceptos básicos y propios de esta disciplina pero de forma no tradicional. De allí que esta muestra plantee "una reflexión a partir de la huella como concepto permanente no sólo en la elaboración de grabados, sino también como concepto encontrado cotidianamente en pro de elaboraciones gráficas, planteando particularidades que están fuera del quehacer técnico", explica esta egresada de la Licenciatura en Artes Plásticas que, para dar forma a esta propuesta, recopiló una serie de imágenes de huellas y/o marcas en distintos lugares o superficies, las que luego manipuló y traspasó para ser marcadas a partir de surcos y cortes sobre papel hilado.

A partir de ese proceso es que esta joven artista estableció "una relación entre la precariedad material y lo perecedero de la huella; la concordancia del rastro o vestigio que la imagen utilizada caracteriza; y la forma en la que ésta también es traspasada al papel. Es así como a partir de distintas huellas hechas, aparecidas, dejadas, quedadas accidental o intencionalmente, se integran, mediante la técnica de gofrado, distintos personajes que habitan e interactúan con el espacio, estableciendo una relación directa e indiferente con el surco del papel según la interpretación del espectador", añade Javiera Saavedra sobre esta exposición con cuyo título alude al diálogo constante que en su propuesta se da en torno a una huella "que es materializada a partir de otra huella y que finalmente es proyectada a partir de la luz que las alumbra, produciendo una nueva traducción de ésta", concluye.

Circuito Temporal

Como una intervención pública en sí misma se define Circuito Temporal, proyecto que transformó tres vitrinas de tres céntricas galerías comerciales de Santiago en espacios de exhibición artística que durante agosto acogerán las obras que Tania González, Paula Urizar y Rodrigo Vargas crearon para ser mostradas en el marco de esa iniciativa. "La temporalidad y la vitrina son conceptos donde rige una política muy específica, al borde de lo terrorífico, pero hermosamente ocultada y presentada frente a nuestros ojos. Nos habla del ser transitante, de la materia que permanece a ratos y luego desaparece, dejándonos un suspiro que tiene que ver, quizás, con una alegoría a la muerte y a lo creado que termina en esa energía que llamamos cosmos, cosmos de nuestras cabezas", señala Tania González, quien expone Se levantó en su gloria... en la vitrina del local 5 de la Galería Alessandri.

Allí exhibe alrededor de 40 mirlos colgados, dos taxidermizados y el resto obtenido a partir de un proceso de molde y vaciado "para reproducirlos sin la necesidad de tener 40 pájaros iguales, lo cual es imposible tanto por políticas personales como de conservación de la especie", dice la egresada de la Facultad de Artes sobre este trabajo que presenta junto a un texto de Eugenia Brito que habla de la imagen de los pájaros, de la muerte y del trabajo de esta artista, añadiendo sobre su obra que en ésta "la representación es activada desde la imitación de un ente que ya no vive y pasa a ser materia u objeto reproducible y manipulable en un espacio de la nada, un espacio donde el tiempo y la materia se congelan, se suspenden y tratan de replicarse como un nuevo personaje, que pareciera ser una imitación del anterior pero finalmente es único e irrepetible. Una masa que al igual que nosotros será temporal".

Consigna, en tanto, es el título de la propuesta que Paula Urizar exhibe en la vitrina del local 25 del Paseo Huérfanos, un trabajo con el que esta estudiante de IV año de la Licenciatura en Artes Plásticas invita a reflexionar en torno a la emblemática frase El pueblo unido jamás será vencido. "Ese grito tan propio de la calle ahora es instalado a un nivel más interno del centro de la ciudad para que durante un mes insista desde distintas capas: la histórica, la política y la experiencial", señala esta joven artista, agregando al respecto que lo que busca al instalar su propuesta en una vitrina es "hacer que lo que entendemos por pueblo se articule en forma de unión y manifieste un vencer. Así se configura una inflexión en un contexto comercial que se convierte en un espacio de sociabilización, inflexión que podría rellenar de sentido nuevamente una consigna que traspasa la historia".

Por eso es que decidió postular su trabajo para ser exhibido en ese contexto, puesto que lo que le interesa es llegar a otros público por medio de "espacios de exhibición que logran introducir las artes visuales en la cotidianidad de las personas, desarticulando tanto el círculo cerrado de las artes como el recorrido del transeúnte con la simple ocupación de una vitrina como espacio de exposición, como es el caso de Circuito Temporal", dice sobre esta iniciativa que además contempla la exhibición, en la vitrina del local 23 de Galería España, de la propuesta de Rodrigo Vargas, artista formado en la Universidad de Chile y ayudante del Taller de Vaciado del Departamento de Artes Visuales que desarrolla estructuras a partir del ensamblaje de elementos modulares con el objeto de investigar la relación entre estructura y escultura mediante un enfoque crítico del proceso productivo tanto a nivel de experimentación formal como de investigación artística.

Re-conexión Periférica

Una acción realizada en la Villa Comercio II de La Granja en 2010 y 2011 es el eje de esta exposición de Cristian Inostroza, una muestra en la que, a través de fotografías y audio, traslada la intimidad de los vecinos de ese barrio hasta la Galería Metropolitana. "Los emplacé desde lo íntimo a hablarme de algo que quisieran hacer público, grabé sus mensajes y los almacené en dispositivos de reproducción para luego devolvérselos y pedirles que los reprodujeran en sus equipos de sonido a una hora determinada", recuerda el estudiante de la Licenciatura en Artes Plásticas, agregando que "debían amplificar a todo volumen su grabación, con los parlantes hacia la calle, provocando un momento y un espacio sonoro donde todos hablaran de lo que más les importaba, un momento de intercambio de mensajes, un momento y un espacio donde se podía escuchar el cruce de opiniones rompiendo con el silencio comunitario".

El objetivo de este artista era "subvertir las actuales condicionas deshumanizadoras que se le imponen a los barrios periféricos, visibilizar con los temas íntimos de una comunidad periférica esos lugares ignorados por la cultura dominante y provocar un instante de debate donde todos los ciudadanos puedan reconectarse, desarrollar y ejercer su voluntad política", dice Cristian Inostroza, quien, interesado desde hace un tiempo en aquellas acciones en las que la impronta personal se diluye en el acto colectivo, optó por trabajar en el barrio en que creció. "Yo me crié en este lugar, jugué a la pelota con mis amigos y conocí a su gente, por lo mismo vi cómo fueron cambiando las cosas y cómo las personas se iban distanciando", agrega sobre esta experiencia sonora que se originó en el marco de dos talleres cursados en la Licenciatura en Artes Plásticas y que replicará con vecinos de la Galería este 9 de agosto, a las 19:30 horas, en el marco de la inauguración de su muestra.

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