Tu obra es la mía y Pizzart son los títulos de las propuestas que se exhibirán en El otro por mí mismo, nombre que obedece "a la improvisada o mejor dicho abusiva fusión de tres extraordinarias obras: la primera, por supuesto, la que da el título al proyecto del artista Olmedo Alvarado y se llama Tu obra es la mía; la segunda es un libro de Jean Baudrillard llamado El otro por sí mismo; y la tercera es el cuento de Jorge Luis Borges denominado El otro. Pienso que, al parecer, en ellas podríamos localizar el leitmotiv o al menos los rastros conceptuales que nos permitan un mejor acercamiento al trabajo de Alvarado", señala Hernán Pacurucu, curador de esta exposición que el próximo 30 de abril se inaugurará en la Sala Juan Egenau.
Concebidas para ser emplazadas en el espacio público, las propuestas que se exhibirán en El otro por mí mismo fueron "diseñadas bajo perspectivas disímiles a las de una obra de arte, ésa es la esencia que las dos obras comparten, y elegí exhibirlas en conjunto porque nos dan pautas para poder saber que no existen restricciones conceptuales en el campo del arte", explica el curador de esta muestra al referirse a Tu obra es la mía, donde Olmedo Alvarado invita a experimentar lo que es ser un artista mediante la producción de obras en un carrito similar a los que se utilizan en la venta callejera de completos, y Pizzart, propuesta en la que recrea obras de grandes artistas en pizzas que luego se reparten y consumen.
De allí que en esta muestra se exponga el carrito en su versión modular -el que podrá ser utilizado por los espectadores para crear obras que, si lo desean, se exhibirán en un muro dispuesto para ello- así como el registro fotográfico de las acciones llevadas a cabo en Pizzart, propuestas que ya se habían exhibido en salas de Ecuador por "el interés que puede suscitar las mutaciones que agencian estos espacios en su afán de contener propuestas que rebasan sus límites y limitaciones", dice Hernán Pacurucu, agregando que ello se ve fomentado en una sala de una Escuela de Arte, como la Sala Juan Egenau, "porque es precisamente en estos espacios en donde se gestan las propuestas más actuales y novedosas del arte contemporáneo".
¿Qué es lo que destaca del trabajo desarrollado por Olmedo Alvarado?
Destaco el manejo conceptual de las propuestas de Alvarado. Por ejemplo en Tu obra es la mía, la máquina (mercancía) produce un efecto de ilusión en donde podemos depositar todos los anhelos de ser un artista (el otro) por un instante a pesar de que la ironía se encuentra en que este instante es un instante prefabricado en donde mi arte es tu arte (ese "otro", ese artista soy yo, un "yo prefabricado"). Por ello, el otro idealizado, ese otro artista en la propuesta de Alvarado, no es más que el anhelo al mirarse en el espejo de una civilización caótica que en su búsqueda de conciencia ha devenido en una "suerte de espiritualidad" pero esta vez atravesada por el efecto de la oferta y la demanda, mero capitalismo cultural, cuyo placebo espiritual tiene su valor de mercado en el escaparte publicitario.
En cuanto a Pizzart, se plantea el rol de la institución, entonces, una vez que se indaga en lo característico de dicho proyecto, se me viene un razonamiento a manera de pregunta: ¿en todo el proyecto, qué papel juega la institución? Así como: ¿cuál es el rol del museo entendido como el archivo de la memoria? o ¿en dónde calzaría la institución como la constructora de un imaginario epocal? Más aún cuando la ironía se apodera del proyecto al usar como un medio de difusión y promoción artística las pequeñas motonetas de los repartidores de una cadena internacional de comida rápida.
Con entrada liberada, El otro por mí mismo se inaugurará este martes 30 de abril, a las 18:30 horas, en la Sala Juan Egenau (Las Encinas 3370, Ñuñoa, al interior del Campus Juan Gómez Millas de la Universidad de Chile), espacio en el que podrá visitarse de lunes a viernes, de 10:00 a 21:00 horas, hasta el próximo 16 de mayo.
