Su proyecto final del Máster en Artes Digitales del Pratt Institute de Nueva York fue lo que Loreto Riveros exhibió en la DDA Gallery, espacio perteneciente a esa institución que acogió la muestra de esta joven artista que volvió a relacionar técnicas tradicionales con técnicas digitales para dar forma a su propuesta, una serie de impresiones digitales en las que conjugó fotografía, retoque digital hecho en photoshop, aguatinta y grabado de línea. "Conceptualmente, el trabajo se refiere a la re-invención del referente para la producción de arte, tanto en forma como contenido, y a la re-invención de la historia mediante documentos, usando como referencia el evento histórico de la colonización e hibridación de América Latina", explica.
Para esta egresada de la Licenciatura en Artes Plásticas "la huella de la mano no puede desaparecer, incluso en el medio digital", dice refiriéndose a las imágenes que crea en el computador mediante software para luego intervenirlas con un medio tradicional, añadiendo respecto a las obras que conformaron Jacundó -nombre de la exposición que exhibió en febrero en la DDA Galley- que ligado a esto, su propuesta también pretende ser "un comentario al 'documento' como imagen y como testimonio de algún evento 'real', y a cómo se puede confiar en éstos si todo hoy puede ser manipulado digitalmente, porque mis imágenes son falsos documentos de una expedición que nunca se sucedió, y sin embargo todo indica que sí pasó".
Jardín interior seco
Ése es el título de la propuesta que Martín La Roche exhibe en el Museo de Artes Visuales como parte del Primer Premio MAVI que obtuvo en 2011 en el concurso Cabeza de Ratón, "una versión amateur, sencilla e imaginativa de un jardín japonés al interior de un museo en Chile", cuenta sobre este montaje al que dio forma tras visitar distintos jardines botánicos y japoneses, e investigar en torno a lo que conceptualmente es un jardín zen. De allí que, como explica, su versión se base precisamente "en la filosofía que dio origen a estas estructuras, una metáfora que invita a la apertura de la experiencia del arte que se está haciendo en el presente, que tiene una fragilidad en el discurso y que no es una estructura cerrada de entendimiento".
Así, Jardín interior seco está conformado por planchas de trupán que equivalen a una laguna, estructuras de madera que dan forma a un puente y distintos grupos de objetos que asemejan islas. Junto a ello, un kiosko/pagoda que contiene una pequeña proyección que emula un cine en miniatura, donde "se puede ver una animación cuadro a cuadro que muestra el proceso de montaje de la instalación y grabaciones de nubes pasando por Santiago, además de unas acuarelas que sirven de créditos o que conectan las imágenes", explica sobre este trabajo en que plantea la expansión del tiempo libre entendido como "una experiencia que puede ser afectada por múltiples desvíos, sin un curso claro más que el propio goce y su frustración".
Phaenomena
Hasta el 12 de abril permanecerá en exhibición esta muestra de Gabriel Ávila, egresado de la Licenciatura en Artes Plásticas que expone en Galería Bech ocho piezas xilográficas en que aparecen personas con distintas deformaciones. "Además de la carga visual, también hay una fuerte carga emocional porque son imágenes pertenecientes a archivos fotográficos médicos reales que datan, en su mayoría, de fines del siglo XIX. Y, como muchos sabemos, era gente destinada a vivir como fenómenos de circo, sufriendo una discriminación barbárica", explica sobre esta muestra que surgió por su interés en esa "densidad estética y un tanto tétrica de las fotografías antiguas que causan, incluso, un poco de temor aunque se trate del retrato de una familia".
De allí que lo que este joven artista busca con Phaenomena, muestra en la que "expone literalmente a los raros frente a un público, como una especie de minicirco medicinal de fenómenos para el deleite morboso del espectador", explica, sea interpelar a la sociedad de hoy que "se muestra cínica con estos temas porque, por más moderno que sea el hombre, no se puede negar la bestialidad interior: todos somos morbosos, pero sólo algunos lo asumimos", señala Gabriel Ávila que, en ese contexto, toma como ejemplo la presentación de Bastián Paz en el Festival de Viña del Mar, preguntándose si la empatía del público no fue otra cosa que lástima y enfatizando el hecho de que la compasión finalmente "es discriminación por ser 'distinto'".
Paso de cebra
Las propuestas de Camila Lucero Allegri, Carolina Paz Muñoz, Diego Santa María, Francisco Bruna, Grace Weinrib, Javier Mansilla, Josefina González, Mariana Najmanovich, Matías Solar, Mr. Trafic, Pilar Mackenna, Ricardo Pizarro, Santiago Ascui, Sebastián Riffo, José Caerols/YISA, Stephanie Stifel, Cristian Rodríguez y Gabriel Seisdedos -los tres último, egresados de la Licenciatura en Artes Plásticas- conforman esta muestra que propone un cruce entre "una corriente ligada al arte del graffiti o muralismo urbano y otra vinculada a prácticas consideradas 'menores' como el bordado y el textil", dice Cristián Velasco, curador de esta exposición, agregando que "me interesó abordarlos de manera conjunta ya que me planteé este ejercicio como algo que pudiera dinamizar el espacio expositivo".
En ese contexto es que Cristian Rodríguez dio forma a una propuesta que se tradujo en un basurero municipal tamaño natural que "emplasticinó" e instaló junto a la basura en éste contenida. "Siempre he trabajado objetos que en la cotidianidad uno deja de mirar, como la basura, que es parte del paisaje urbanístico de cualquier ciudad y que además nos dicen mucho de quien la bota. Finalmente, basura es igual a eso que nadie ve pero que sin embargo, en su génesis, guarda el retrato de su consumidor", dice sobre el origen de esta propuesta en la que volvió a utilizar la "técnica del emplasticinado", procedimiento que "transforma la superficie de los objetos sin alejarse más que matéricamente de su referente", explica al respecto.
Junto a esta obra, además se exhiben las propuestas de los también egresados de la Universidad de Chile, Stephanie Stifel y Gabriel Seisdedos, quienes "han desarrollado una obra tremendamente coherente con el planteamiento y han sabido abordarla con mucha seriedad desde el punto de vista de la producción, la factura y la manera de vincular la obra en el espacio asignado. Los artistas de esta casa de estudios, coincidentemente, desde mi punto de vista, han desarrollado una obra que opera entre las dos problemáticas planteadas", concluye el curador de esta exposición que se podrá visitar hasta el próximo 27 de abril en la Sala de Arte del Centro Cívico de Las Condes.