Con el objetivo de crear en Bolivia un espacio de nivel internacional para el desarrollo de la guitarra clásica, Pirai Vaca, uno de los guitarristas bolivianos más destacados del momento, y el gestor cultural Carlos Brañez crearon hace un par de años el Festival y Concurso Internacional de Guitarra de La Paz. El encuentro vivió su segunda versión entre el 22 y 26 de septiembre pasado, y contó con la presencia de importantes interpretes como los argentinos Salvador Rueda y Eduardo Isaac, el chileno Carlos Pérez y los locales Oscar Peñafiel, Marcos Puña y Fernando Arduz, entre otros.
Hasta allá llegaron Luis Guevara y Miguel Álvarez, alumnos de la cátedra del profesor Ernesto Quezada, y Zoran Vranjican, de la cátedra de Ximena Matamoros y oriundo de la localidad boliviana de Santa Cruz de la Sierra. Los dos primeros compitieron con jóvenes talentos de todo el continente en la versión internacional del concurso, mientras que Zoran Vranjican se midió frente a 8 de sus más destacados compatriotas.
El resultado final para todos ellos fue completamente exitoso. Por una parte Luis Guevara obtuvo el segundo lugar del concurso internacional junto al paceño Pablo Uriarte (el primer lugar fue declarado desierto). En tanto Miguel Álvarez y Zoran Vranjican obtuvieron el tercer puesto en sus respectivas categorías.
Miguel Álvarez, quien ya había participado en la primera versión de este encuentro, afirma que tanto los otros competidores como el jurado fueron gratamente sorprendidos por el nivel mostrado por los guitarristas de la Universidad de Chile, debido a la variedad de repertorio que manejaban. Conversamos con Miguel Álvarez sobre la experiencia vivida junto a sus colegas y compañeros en Bolivia, y esto es lo que nos contó:
- ¿Cuál era el nivel de los otros participantes?
- El nivel era muy bueno, ya que asistieron participantes de distintas nacionalidades. Algunos venían de obtener buenos resultados en otros concursos latinoamericanos, así que cada vez que pasábamos una etapa era una felicidad muy grande, pero también sabíamos que la competencia era mucho más difícil.
- ¿Cómo fue la recepción por parte de los organizadores y la relación con los otros participantes?
- La recepción fue muy buena, la verdad que en general la gente era muy amable, así que fue muy grato compartir con los organizadores y concursantes. Había participantes de Costa Rica, de Perú, Colombia, Bolivia y nosotros, que representamos a Chile.
- ¿Con qué cosas te quedarías del viaje?
- Siempre uno tiene la oportunidad de conocer a gente muy simpática y en general todos fueron muy agradables. Uno nunca puede relacionarse con los demás participantes lo que quisiera, ya que siempre se está estudiando para las siguientes etapas. Los momentos de mayor distracción son los conciertos, los cuales aprovechábamos al máximo. Todos los invitados eran personajes reconocidos internacionalmente, así que pudimos aprender muchos de ellos, de su forma de enfrentar al público y de lo mucho que disfrutaban entregándonos su trabajo.
Los organizadores siempre estuvieron atentos a cualquier consulta por parte de los participantes. Fueron días muy intensos para ellos como organizadores, al igual que para nosotros.
Como anécdota, en la semifinal tuvimos un par de percances, ya que se tenía que realizar esa fase del concurso en una sala preparada especialmente para aquello, que quedaba ubicada en las instalaciones del hotel donde alojamos. Luego de pasar un rato mientras nosotros precalentábamos, comienza a llegar un grupo folklórico a instalarse en el comedor del hotel, y un par de minutos después llega el ballet del grupo. Luego los músicos comienzan a probar sonido y los bailarines a cambiarse ropa donde nosotros ensayábamos. Minutos después llega el organizador pidiéndonos mil disculpas, e informándonos que la semifinal se iba a realizar en un cine/teatro en la cual se realizaban los conciertos. Así que volando con las guitarras nos trasladamos en taxi hasta el lugar donde pudimos tocar y gracias a Dios tener un muy bueno desempeño.
- ¿Cómo enfrentaste esta participación?
- La participación en este certamen fue muy difícil ya que uno nunca está en este tipo de situaciones y los nervios y la ansiedad pueden jugar una muy mala pasada. Yo en lo personal me sentí mucho más ansioso de lo normal y eso hizo que me apretara, pero creo que eso es práctica, el hecho de seguir enfrentándose a este tipo de situaciones le da a uno mucho más seguridad y confianza. Yo creo que es muy importante la experiencia ya que uno va controlándose mucho más.
- ¿En qué te aporta este reconocimiento para tu carrera y que opciones te abre?
- Este tipo de premios es muy importante para el currículum, pero personalmente creo que es aún más importante porque nos muestra que vamos por muy buen camino. El nivel guitarrístico es muy bueno, y en general nos dimos cuenta que conocían y respetaban mucho a los guitarristas chilenos, como a Luis Orlandini, José Antonio Escobar y Carlos Pérez, entre otros. Eso nos muestra que la guitarra en Chile ha alcanzado un gran nivel, y esperamos que esta generación también haga un aporte importante.
También se abren muchas más puertas para seguir concursando, ya que detrás de estos viajes siempre hay varias personas que apoyan económicamente y con su confianza haci a a nosotros como la familia, los profesores, instituciones como la misma Facultad de Artes, que nos ayudó a financiar parte de los pasajes, entonces es importante que ellos también puedan sentir el logro realizado.