"Ha sido de locos". Así define el barítono chileno Javier Arrey (28) su vertiginosa carrera. Formado íntegramente en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile -a diferencia de otros artistas de su generación que se han especializado en el extranjero-, gracias a su atrevimiento logró que en 2007 lo escuchara nada menos que el tenor Plácido Domingo, durante su visita a Chile.
Pasó la prueba exitosamente y llegó al concurso Operalia. Luego, Domingo lo invitó a integrarse a uno de los teatros que él dirige en EE.UU., la Washington National Opera.
Suma y sigue. En 2008, en uno de los ensayos de "La Favorita" de Donizetti en el Teatro Municipal, vivió otra experiencia inolvidable. Durante la visita de la gran mezzosoprano Dolora Zajick, audicionó para ella y de inmediato lo fichó para su programa "Voces dramáticas", en Estados Unidos.
"Una artista muy generosa. Me mandó una carta de recomendación increíble. Gracias a ella, volví a contactarme con Plácido Domingo", comenta Arrey.
El tenor le pidió otra entrevista para apreciar sus avances. "Ya habían pasado dos años desde que me escuchó por primera vez. Tenía que estar seguro antes de tomar una decisión. Me atendió en febrero, en medio de una de las funciones de 'Simon Boccanegra' en el MET de Nueva York. ¡El mismo Domingo se consiguió uno de los salones del MET para que pudiera audicionar!".
-¿Muy nervioso?
-"Demasiado. Sabía que me estaba jugando la oportunidad de mi vida. Recibí muchas felicitaciones. 'Es impresionante lo que has progresado en este tiempo', me dijo".
Raya para la suma, acaba de irse a Washington. "Fui aceptado en su programa de jóvenes cantantes, que sólo acoge a seis postulantes de todo el mundo, que se suponen serán las próximas figuras de la ópera mundial".
Así, durante dos años, Arrey participará en las producciones de ese coliseo y recibirá una especialización a cargo de prestigiosos cantantes, partiendo por el propio Domingo, quien financiará toda su estadía en el país por medio de diversos sponsors . También recibió un espaldarazo del Consejo de la Cultura, que lo está apoyando con los gastos de su arribo e instalación.
"Es el sueño de cualquier cantante. Domingo ha sido maravilloso conmigo. Ha demostrado un cariño, un interés y tal cantidad de detalles que, para una persona como yo que está recién empezando, no deja de ser emocionante", puntualiza Arrey.
Su profesor Hanns Stein sólo tiene halagos: "Lo tomé como alumno de muy chiquito y me emociona ver hasta qué punto ha llegado. Lo voy a echar mucho de menos. Es un gran cantante y ha adquirido una cultura musical impresionante".
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''Me parece una de las voces masculinas nacionales más prometedoras de los últimos años. Tiene un bello timbre, dramatismo y presencia".
JAIME DONOSO
DIRECTOR Y CRÍTICO DE MÚSICA