Corría el 2014 y la artista visual Inés Molina, revisaba los archivos para su tesis doctoral en el Museo de Quai Branly, en París. Por casualidad, encontró en la caja de “Chili”, una fotografía producida por Pierre Petit al interior del Jardín de Aclimatación, durante las exposiciones etnográficas y fechada el 12 de octubre de 1888, en formato de tríptico antropológico.
Dicho tríptico está compuesto de tres retratos de tres mujeres que posan siguiendo las reglas de la antropología decimonónica, que buscaba visibilizar su objeto de estudio: el “Salvaje”. “Todo estaba preparado en estas imágenes para hacer de ellas documentos científicos: las tres mujeres posan desnudas, brazos a los costados y mirada fija al lente; todo, salvo por un detalle: el fondo de palmeras. De hecho, es el timbre azul que clasifica la imagen el que denuncia que la fotografía se hizo en el centro de París. No 'allá', en la selva, sino 'aquí', en la ciudad”, explicó Inés Molina.
Sin embargo, la artista visual halló algo más, y así lo relató: “lo más interesante es la composición de una de las imágenes, la última de la derecha, donde Petit se desentiende completamente de las reglas antropométricas para presentar, de manera completamente inesperada, a las Gracias. Es probable que esta imagen sea la primera representación de las Cárites en una fotografía, pero más importante es que es la primera imagen, y quizá la única, que figura a las tres Gracias mediante tres mujeres negras”.
Ese hallazgo fue motivo de investigación para la artista, convirtiéndose en su tesis en filosofía realizada en el Doctorado de Filosofía, con mención en Estética y Teoría del Arte de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, a través de la cual busca pensar la relación entre la experiencia estética con la obra de arte y el acontecimiento histórico.
El proyecto se compone de diversos ejercicios, realizados en distintas técnicas, como la fotografía digital, analógica, el fotograbado, el heliograbado y técnicas experimentales entre la fotografía y el grabado, con los que busca compartir lo que le sucede a ella con esa fotografía “lo que veo –y lo que no alcanzo a ver– en esa imagen”, detalló.
Para Molina, el tríptico de Petit documenta a la vez dos acontecimientos absolutamente disímiles. “Es el lugar de un encuentro ‘material’, extremadamente concreto -porque se trata, justamente, de una fotografía- entre dos historias: la de la antropología del s. XIX con sus infructuosos intentos de transformar la representación del salvaje en un objeto de estudio, y la historia del arte que, a través de la reincorporación de las Gracias en el renacimiento, se da a sí misma, la posibilidad de una historia”, reconoció.
Y agregó que “Este encuentro de dos universos, en apariencia antagónicos, abre una serie de interrogantes no sólo sobre los límites entre el arte y la ciencia, que parecen jugarse en esta fotografía en particular, sino también sobre la temporalidad misma de ese límite. Lo que documenta la fotografía de Petit no son ni estas mujeres ni, simplemente, la historia de la antropología francesa del s. XIX: es sobre todo el carácter histórico de la percepción”.
De allí que en la Sala Juan Egenau exhiba el Ejercicio 5 y el Ejercicio 7. El primero consiste en un fotograbado intervenido a partir de una plancha del 2021 que estampó Molina en el taller Aguafuerte. El segundo es una instalación que mezcla una reproducción digital impresa en el Taller Gronefot, cuyo original es un montaje de fotograbado sobre fotografía analógica, y fotocopias. Con estos ejercicios, la artista expone las múltiples percepciones/reproducciones posibles de una fotografía.
Cabe destacar que el proyecto expositivo Ejercicios mínimos para un Jardín de invierno de Inés Molina, ha contado con el apoyo del Instituto Francés, tanto en la redacción de la tesis como en la producción de las imágenes. Entre el 2015 y el 2017 colaboraron también con la cotutela doctoral de la artista en la Université Paris 8, bajo la dirección de Stéphane Douailler. En 2020 el proyecto fue seleccionado por el Instituto Francés y el Instituto Francés de Chile para desarrollarse en el programa de residencias de la Cité internationale des arts en París.
“Esto me permitió trabajar durante seis meses en el taller de grabado de la Cité, compartir con artistas también interesados en técnicas fotográficas y fotomecánicas del s. XIX, y aprender en otros espacios, como el Atelier Heliog de heliograbado de la maestra Fanny Boucher y el laboratorio de fotografía analógica Ithaque del artista Alexandre Arminjon”, señaló la expositora.
La invitación es a visitar la exposición Ejercicios mínimos para un Jardín de invierno de Inés Molina, que se inaugurará este martes 23 de agosto a las 12:00 hrs. en la Sala Juan Egenau, ubicada en Las Encinas 3370, Ñuñoa. La muestra permanecerá hasta el 15 de septiembre de lunes a viernes de 10:00h a 17:00h. La entrada es liberada.