“En términos generales, una gestión autónoma se define por la capacidad de sus miembros para coordinar, colaborar y ejecutar el deseo de otro. Para ello, la gestión autónoma lee y comprende su contexto de significación/enunciación y también lee y comprende el entramado de relaciones que posibilitan la producción, circulación y consumo de arte contemporáneo para poder accionar sobre este campo de conocimiento. De allí que hayamos realizado el desplazamiento terminológico: de ‘independencia’ y/o ‘autogestión’ a la idea de ‘autonomía’. Esta modificación no es meramente formal o de significantes porque las palabras contienen ideologías, son construcciones históricas. Es así que en y por el ejercicio crítico y analítico de comprender lo que hacemos, reconocimos nuestra capacidad para transformar incluso el lenguaje con el que hablamos”.
Así responden Ilze Petroni y Jorge Sepúlveda T., coordinadores de Curatoría Forense y encargados de la editorial del mismo nombre, al preguntarles por lo que define a las “gestiones autónomas de arte contemporáneo”, término que da nombre a una red que hoy integran más de doscientas gestiones autónomas en diecinueve países y también a una plataforma digital dedicada a la difusión de las actividades organizadas por éstas.
“Decir ‘autonomía’ es reconocer el carácter eminentemente político de la práctica; es dar cuenta de la posición de clase, en tanto trabajadores, y también de las luchas que se desarrollan y reproducen el sistema del arte. Es reconocer que una gestión autónoma puede decidir sobre sus contenidos y líneas editoriales; puede establecer convenios en relación de igualdad con instituciones o agentes que cuentan con mayor estructura, entre otras. La autonomía es una competencia, un poder en sentido nietzscheano, que tiene la posibilidad de transformar el orden establecido”, añaden sobre el carácter de esa iniciativa que, desde hace unos días, además cuenta con su propia publicación: Directorio de las Gestiones Autónomas de Arte Contemporáneo – Latinoamérica.
El libro, publicado por la Editorial Curatoría Forense, busca precisamente fortalecer y diversificar la difusión del trabajo de cada uno de los integrantes de esa red fundada en abril de 2012. De allí que junto con dar a conocer información acerca de las gestiones autónomas que conforman esta red y sus respectivos datos de contacto, también incluya seis textos de análisis sobre la conceptualización y el desarrollo del modelo de trabajo en gestión autónoma de arte contemporáneo, los que fueron escritos por Jorge Sepúlveda, Ilze Petroni, Kamilla Nunes y Susana Quintero.
Desde esa perspectiva, ¿cuáles creen ustedes que son las principales reflexiones que se desarrollan en los textos que contempla esta publicación?
Sabemos que es preciso transparentar el sistema de toma de decisiones que nos llevaron a crear la Red de Gestiones Autónomas de Arte Contemporáneo, por ello los dos primeros textos dan cuenta de ese proceso, del contexto y las ideas que debatimos para tomar la decisión.
El tercer y cuarto artículo buscan establecer los rangos de sentido para comprender en términos analíticos sobre qué hablamos cuando hablamos de gestión autónoma. Son aproximaciones teóricas que vamos realizando a medida que recogemos nuevas evidencias en la práctica. Los textos de Kamilla Nunes y Susana Quintero son resúmenes de investigaciones de campo que analizan los casos de Brasil y Colombia, respectivamente, y que dan cuenta de otras maneras de interpretar el fenómeno en tanto objeto de estudio.
De este modo, las principales reflexiones que los aglutinan están basadas en comprender modos de hacer que no suelen ser de interés para las líneas investigativas de las academias. Esto no es un problema per se ya que el carácter efímero de muchas de las gestiones autónomas dificulta la creación de corpus de análisis y su respectiva historización.
A poco más de dos años de fundada esta red, ¿qué es lo que más destacarían de ésta y de la publicación del Directorio?
Uno de los aspectos más destacables del Directorio y de la Red es demostrar que es posible difundir y visibilizar el trabajo de 227 grupos que operan en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, España, México, Panamá, Paraguay, Perú, Portugal, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay, USA y Venezuela, mediante el trabajo colaborativo y sin necesidad de grandes recursos financieros. En el caso de la Red, que fue creada en abril de 2012, no se utiliza ni se requiere de dinero para su funcionamiento. Lo hace a partir de la confianza y el compromiso de cada uno de sus miembros, quienes suministran (en función de sus tiempos, agendas y voluntad) contenidos no editorializados para la difusión del conjunto. En el caso del Directorio, éste pudo ser publicado gracias a la confianza de muchas personas que lo compraron a través de una pre-venta (venta en verde), siguiendo el modelo desarrollado por el artista y gestor chileno Jorge González Lohse.
¿Y más allá del aspecto financiero?
Ahora bien, corriendo el eje de la cuestión específicamente financiera, lo que podemos destacar es que, tanto la Red como el Directorio, evidencian que las problemáticas que compartimos se pueden solucionar colectiva y colaborativamente. Es decir, de manera horizontal y sin intervenir en los procesos y prácticas que cada uno lleva a cabo.
Una de las mayores problemáticas de las gestiones autónomas es la documentación y el registro de sus acciones. El fragor de la praxis hace que olvidemos -o no alcancemos a- generar nuestros propios archivos. Esto no es menor ya que las gestiones autónomas son espacios claves para el ejercicio de la experimentación artística y, en este sentido, muchas son catalizadoras de experiencias que luego son absorbidas por los sectores predominantes. De allí que lo que más valoramos de ambas iniciativas es la capacidad de generar y almacenar documentación sobre procesos y prácticas que aún no han sido indagadas.
El Directorio de las Gestiones Autónomas de Arte Contemporáneo – Latinoamérica, publicación de 240 páginas y en edición trilingüe (español, inglés y portugués), se puede adquirir a través del sitio web de la Editorial Curatoría Forense.
