Exposición "San Rosendo o la Ruina Silente" de Rodrigo Wielandt

San Rosendo // Ruina Silente

Cada una de las estaciones aledañas servía satisfactoriamente a los diversos puntos de la brújula férrea. Por décadas éstas fueron los palacios del transporte público. Monumentales trenes procedentes de Estación Alameda iban y venían a cada rato del vasto sur. Si bien estas dinámicas treneras me sorprenden desde niño, cierta pregunta se cierne usualmente en mi mente: ¿por qué nadie hizo nada? Después de todo, si se trata del motor inspirador de los grandes cambios sociales, ¿por qué no hubo salvación? Lo más convincente es lo máscategórico: el utilitarismo. Al año 2017, cuando visité San Rosendo detenidamente por última
vez, gran parte de su Ciudadela Ferroviaria yacía casi desmoronada y solamente custodiada por agonizantes pero dignos convoyes desvaneciéndose. Acá muestro parte del registro fotográfico de dichos cascotes silenciosos y ciertas piezas pictóricas inspiradas en ese pasado que –aunque sea a través del rechinar del óxido– permanece aún allí.