2011-06-02 2011-06-02

Conferencias y seminarios

"Música, discurso y psicoanálisis" en ciclo de conferencias Trazos de Discurso

Informaciones

Fecha

Jueves 02 de Junio de 2011

Hora

19:00

Lugar

Auditorio de la Facultad de Artes

(Las Encinas 3370, Ñuñoa, Santiago)

Organiza

Extensión y Publicaciones del Departamento de Artes Visuales y el Magíster en Psicología Clínica de Adultos de la Facultad de Ciencias Sociales
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En el marco del ciclo de conferencias "Trazos de Discurso", Mario Betteo, psicoanalista, psicólogo, académico de la Universidad de Buenos Aires y ex-miembro de la École Lacanienne de Psychanalyse, y Andrés Bralic, psicoanalista, psicólogo, Magíster © en Psicología Clínica, intérprete en flauta dulce y miembro de la Asociación Lacaniana de Psicoanálisis, dictarán la conferencia Música, discurso y psicoanálisis este jueves 2 de junio, a las 19:00 horas, en el Auditorio de la Facultad de Artes sede Las Encinas.

Los interesados en asistir a esta conferencia pueden inscribirse a través del correo electrónico extension@arteuchile.cl. La entrada es liberada.

El monstruo musical tiene cuerpo sonoro
Mario Betteo

"De los castillos construidos con huesos surge la música desconocida".
Rimbaud

A Violeta [...] "yo no confío en las palabras. ¿Por qué no te levantas de la tumba a cantar, a bailar, a navegar en tu guitarra?"
Ángel Parra

El descuido, por parte de Freud y de Lacan, de la incidencia de la música en la función de la palabra y el campo del lenguaje solicita algún ensayo  de respuesta. ¿Síntoma del psicoanálisis?  ¿Expulsado  del psicoanálisis como si de  un monstruo se tratase?

Anunciemos  por lo pronto que el cuerpo sonoro se adelanta al cuerpo biológico. Es decir, que la impregnancia del significante en el cuerpo no se produce sin la intervención de un factor que llamaremos "música" el cual acompaña, está al lado del simbólico, es parte de él, pero no se reduce a él.  Si no, no se entiende cómo la tartamudez se disuelve cuando el individuo canta las palabras. O incluso el caso  que se da cuando varias personas hablan a la vez  produciendo una masa sonora indistinguible pero  basta con que  cada  voz sea cantada, para que se pueda seguir a cada una de ellas dentro del conjunto. De esta forma se despega el significante de la masa palabrera a partir de su rasgo de discontinuidad. No habría discurso que no fuera del significante, del ser hablante,  nos recuerda Lacan hacia 1970.

Mientras que para  Foucault, los discursos se articulan sobre relaciones sociales  para Lacan el discurso debe tomarse como lazo social. Los cuerpos se someten a algún lazo social, es decir, se someten a aquello que descansa  sobre el discurso. Pero esto no nos dice de qué  manera se da en cada caso, ni sobre cual punto  se verifica. Finalmente Lacan habría enunciado en "L'étourdit" un "fuera-del-discurso de la psicosis": esa frase que pulula como diagnóstico es  eminentemente problemática, normativa incluso, salvo... que la inscribamos en una escritura nodal.  

De la interpretación de la partitura a lo real del sonido
Nuevos modos del lazo social

Andrés Bralic

La música se nos presenta siempre como enigmática; habita en ese lugar sin sentido que se abre entre el sonido que emite la garganta y la palabra al fin articulada; la música habla sin palabras, pareciera decir, mostrar, entregar sentido, para inevitablemente negarlo y ocultarlo. Por lo tanto, el psicoanalista está invitado a escuchar, ya que en su práctica está implicado en lo que hace límite al lenguaje.

Esta particularidad enigmática de la música se pone en juego a modo de resistencia, dependiendo de los discursos imperantes en cada momento de la historia. En la época actual estamos frente al consumo, la ciencia y los discursos que intentan administrar los cuerpos objetivando la experiencia humana. La música no es ajena a esto; hoy nos encontramos frente a una enorme gama de músicas diversas, conviven la "Nueva música" con la "música antigua", lo oriental con lo occidental, lo popular y lo docto, en un intento casi desesperado de conocerlo todo, cómo suena y se toca música en distintos momentos y lugares. Como telón de fondo, las nuevas tecnologías que quisieran atrapar, en ondas y frecuencias, el cuerpo sonoro, lo real del sonido.       

Pero la música se interpreta. Es interpretación en la doble vertiente del término, de una partitura (texto significante), pero también es interpretación como puesta en acto del sonido mediante un instrumento. En este sentido, cuando se escucha música, estamos frente a la incansable búsqueda del intérprete de un sonido propio, de un ritmo propio, que le permita sostener la partitura que interpreta. Tomando como eje la interpretación, es posible interrogar nuevos modos del lazo social donde la música ocupa un lugar central. En este sentido, el psicoanalista, no sólo queda invitado a escuchar.