Narrar historias a partir de imágenes fue la premisa que guió el trabajo que Verónica Troncoso presentará en la Sala Juan Egenau, una muestra en la que reunirá una serie de textos que mujeres de distintas edades y profesiones escribieron a partir de cuatro fotografías que les envió esta artista y académica del Departamento de Artes Visuales, "imágenes relativas y sugerentes de una cama que, aún con lo ambiguas que pueden llegar a ser, despertaron las mismas sensaciones en cada una de las personas que participó de este ejercicio: la idea de la ausencia, del territorio, del pliegue y de la huella", cuenta Verónica Troncoso sobre el origen de Relatos Mínimos, exposición que se inaugurará este martes 12 de junio, a las 18:30 horas.
Así, a partir de la relación entre imagen y texto se fue configurando esta muestra en la que Verónica Troncoso da cuenta del valor vivencial de la fotografía cotidiana, de su capacidad de rememorar "esos lugares comunes que nos hacen evocar situaciones personales y a la vez colectivas, pudiendo reconocernos en el otro en una imagen y también en las narraciones que en esta muestra se exhibirán", agrega esta artista que trabajó sobre cada uno de los relatos recibidos para destacar visualmente las palabras que se repetían, por un lado, y las que a ella le hacían más sentido, por el otro, conformando los tres niveles de texto que se podrán apreciar en esta exposición y que serán acompañados por las imágenes desde las que éstos surgieron.
"Me parecía interesante darle cabida a ese espacio emocional, a esos relatos que aparecían y que, para mí, fueron toda una sorpresa porque no me esperaba que todos tuviesen el mismo tono poético, que las dieciséis mujeres que participaron vieran esas imágenes desde el mismo lugar. Eso me impulsó a buscar las palabras claves, los conceptos que se repetían en un tono muy similar y a partir de imágenes en las que sólo aparecían pequeños detalles que te permitían deducir que era una cama, cama que se transformó en territorio, lugar, presencia y/o ausencia en este trabajo colectivo, y donde los relatos de esas mujeres fueron los que finalmente dieron este tenor a la exposición y no otro", señala la académica del Departamento de Artes Visuales.
Y es que sólo una vez que esta artista reunió y observó las relaciones que se daban entre los textos, pudo comenzar a configurar el montaje de esta muestra que organizó a modo de archivo. "Para mí era importante que, aún cuando no me interesaba la 'categoría' del relato, el material sí pudiese ser catalogado y ordenado, que su presentación derivara de un análisis", explica sobre esta decisión en la que los números serán claves para comprender "esta gran historia construida desde múltiples veredas y lugares, e instalada en un espacio completamente blanco, un desierto de posibilidades que se relaciona con la naturaleza de las fotografías y que finalmente es una invitación para ir escudriñando y resolviendo este trabajo colectivo", concluye la artista.
Relatos Mínimos permanecerá en exhibición hasta el próximo 27 de junio en la Sala Juan Egenau (Las Encinas 3370, Ñuñoa, al interior del Campus Juan Gómez Millas de la Universidad de Chile), espacio en el que se podrá visitar de lunes a viernes, de 10:00 a 21:00 horas. La entrada es liberada.