Úrsula Hellberg y Roberto Toro Fuentes

Tras el encierro de "Severa"

Tras el encierro de "Severa"

Hay un cuadrado. Luces azules iluminan el ambiente. Tres actrices están de pie, limitadas cada una a cuadrados más pequeños: sus celdas. Son los presos. Una cuarta actriz es el gendarme. Se miran las cuatro. Y luego cantan: "Tú no sabes nada de la vida", dice el estribillo. "Tú no sabes nada del amor", y quedan paradas, encerradas, con el cuerpo desencajado.

Así parte "Severa", el primer montaje de la compañía Teatro en Construcción que une a Úrsula Arellano, Macarena Urbina, a la alumna de Magíster en Arte con Mención en Dirección Teatral, Malva Venegas, y la egresada de la Licenciatura en Arte con Mención en Actuación Teatral, Úrsula Hellberg, bajo la dirección de Roberto Toro Fuentes.

La obra está basada en "Severa Vigilancia" del dramaturgo francés Jean Genet. En ella, tres delincuentes encarcelados en una misma celda viven con la violencia diaria y el juego de la sobrevivencia. El líder, Ojos Verdes, espera el dictado de su sentencia de muerte por asesinato. El segundo, Lefranc, está encarcelado por robo, próximo a quedar libre en unos días. Y al tercero, Mauricio, le quedan treinta días de condena. A esto se une el guardia de la celda, que los observa y mantiene a raya, en un espacio opresivo que representa la libertad y el reconocimiento negado.

En la adaptación de Teatro en Construcción, Ojos Verdes está condenado a muerte y espera su turno de visita mientras Mauricio y Lefranc (llamado Julio en la adaptación), luchan por obtener su confianza. Y si Genet desarrollaba la homosexualidad reprimida y el encierro en la celda, acá la represión se transmite desde el aislamiento del individuo en contraparte con la necesidad de instaurarse como sujeto dentro de las limitantes espaciales.

Al menos así lo explica su director, Roberto, mientras bebe un café con la actriz que interpreta a Ojos Verdes, Úrsula Hellberg. "Tenía la intención de investigar con ese texto ciertas corporalidades y por eso esa búsqueda me permitían trabajar un cierto espacio, el espacio reducido, porque están en una celda", explica el director.

Roberto, ¿por qué tomaron este texto de Genet y no otro?

Conocí "Severa Vigilancia" cuando trabajaba con "Las Criadas", otro texto del dramaturgo basado en el hecho real de las hermanas Papin Siempre me quedaron las ganas de hacerlo y desarrollarlo, y justo se dio la instancia.

¿Qué historia es la que, a fin de cuentas, tratan de contar?

Buscamos mostrar cómo Julio trata de constituirse como persona, como un sujeto líder dentro de esta celda, que ya está tomada por Ojos Verdes, el actual "jefe". La trama de Genet está, pero la mueve su deseo, el que Julio aferre de Ojos Verdes, que trate de humillar a Mauricio, que es el más pequeño, y su deseo de matarlo nos lleva a ver cómo él se desarrolla y cómo su proyecto fracasa al final. Tiene que ver con la construcción de la individualidad, sobre los mecanismos carcelarios que no tratan de construir una conciencia, sino de limpiar ciertas conciencias. Se ve un sistema de vigilancia y cuestionamos cómo construimos nuestras propias conciencias cuando lo que se busca es unificar la masa colectiva, sintetiza Toro

"Cuando desarrollábamos la obra nos preguntábamos el por qué y para qué. Como ejes estaban las disputas de poder, de esta parte de Julio de querer justificarse para ser más, validarse en este espacio, y claramente veíamos el encierro", acota Úrsula.

Un armazón teatrero

La compañía Teatro en Construcción se configuró gracias al Seminario de Composición Coreográfica, de Paulina Mellado, quien convocó a directores y coreógrafos que quisieran participar. Allá llegó Roberto, con la idea de trabajar el texto de Genet desde la corporalidad, uniendo los códigos de la actuación y la danza. Para eso convocó a cuatro actrices y una bailarina, con las cuales ya había compartido procesos de creación artística a nivel profesional, para realizar la investigación en torno a "Severa Vigilancia".

"Roberto nos llamó y dijo: "Quiero hacer "Severa Vigilancia" con ustedes. Experimentemos". Ese fue el primer llamado, a participar en el seminario, y al principio fue entrenamiento, training, y muestras en relación al texto e imágenes en el seminario. Todo partía del cuerpo, un trabajo corporal, y para eso estaba Laura Corona, que era como la coreógrafa. Pero llegó un punto, después de un mes y medio, que hubo que enmarcarlo en un espacio y situarlo. Lo evidente era el encierro. Investigamos sobre los tipos de cárcel, y la modalidad que funcionaba era la idea del Panóptico. El cuadrado era lo más decidor para establecer que estaban encerradas, tenemos unas celdas muy pequeñas de donde no podemos salir, no nos podemos mover y eso refleja el encierro, para que también el cuerpo se viera y se sintiera", señala Úrsula.

En el seminario mostraban, una vez al mes, los avances, sólo para revisar el proceso y ver los comentarios. El seminario terminó con una muestra de los trabajos y al final de ese proceso, decidieron llevar a cabo el montaje, para no quedarse sólo con el proceso investigativo.

"Andrés Céspedes decía que si uno tiene una obra, hay que sacarle el jugo, mostrarla y moverla hasta más no poder. Cuando los actores ensayan tanto tiempo, seis, cuatro meses, cuando el trabajo se termina y queda ahí es como botarlo. Si se pueden hacer funciones en festivales, postular, extender la temporada en otro lugar, o mostrar la obra en lugares relacionados con la obra, creo que siempre, siempre va a ser positivo, porque continúa con el proceso de las funciones, que es cuando existe la co presencia con el espectador y el actor, que es lo que queremos", explica la actriz. "Cuando proyectábamos hacer la temporada, decidimos no traer a escena las cosas, porque el rollo que teníamos era a partir del cuerpo, entonces para qué lo íbamos a llenar de  cosas, si siempre hemos trabajado con elementos muy concretos. A Severa le viene el espacio vacío. Está pensado para que le venga la precariedad", puntualiza Úrsula.

Mujeres que son hombres

Hubo un tema adicional al abordar el texto de Genet: el género. Si bien en la obra son todos hombres, la compañía está formada casi íntegramente por actrices.

Úrsula,  ¿cómo fue abordar personajes masculinos?

Fue un proceso, como todo, fue una construcción. Al comienzo éramos mujeres interpretando a estos personajes hombres y después, por las dudas de las compañeras del seminario, adaptamos para la segunda muestra del seminario que los personajes fuesen mujeres. Pero perdía fuerza, perdía la intensidad que tenía el texto original. Entonces dijimos que serían mujeres interpretando personajes hombres, sin ser lesbianas, sin caer en lo amachado, en el fondo para rescatar la energía que tiene ese texto de Genet, en estas actrices mujeres.

"Es bonito el efecto que se produce. Mucha gente nos pregunta por qué son mujeres en vez de hombres, y ya al momento de la pregunta se genera el objetivo del montaje, porque finalmente lo que están viendo es teatro, representación. ¿Por qué tengo que respetar ese rol masculino poniendo hombres? Si al final es representación, y se genera una ambigüedad que potencia el montaje. Es mucho más inquietante la imagen que genera. Perturba", expresa Roberto.

¿Cómo fue trabajar con Malva Venegas, que viene con la visión de directora también?

Para ella es ponerse en jaque, porque con su último trabajo, "Herederas", se ganó la beca del magíster, que está estudiando ahora. Fue un texto que desarrolló con Juan Pablo Fuentes y ganó un Fondart el 2008 y el 2009 se ganó una mención honrosa en el Festival de Nuevos Directores. Era en base de rescatar la figura femenina de la tragedia, situada en la Guerra de Troya, cuenta Roberto

¿Y te ponía en jaque a ti como director?

Todas me ponían en jaque, replica Roberto riendo. "Todas", lo interrumpe Úrsula, antes de soltar una carcajada. "No había ninguna que no lo hiciera. Es parte del proceso, y uno tiene que ver qué ideas aportan y cuáles no. El grupo formó la obra, partiendo del flujo de ideas. Las actrices cuestionaban no porque sí, sino que con ideas claras y propuestas que si funcionaban, quedaban. La construcción de la obra, pese a que uno tiene nociones a priori y quiere instalar ciertas ideas en ese montaje, siempre fue una retroalimentación del elenco con el director. Muchas ideas que traían las actrices están en escena, no es como que son sólo las ideas mías, especifica Roberto

Tantas mujeres. ¿No te volviste loco?

Es que me volví loco. Es difícil. Hay cosas de género que se notan, el cómo las mujeres construyen cosas, se relacionan, que a veces son mucho más concretas. Los hombres somos más dispersos. Pero tengo la suerte de estar acostumbrado a trabajar con mujeres, y ya uno entiende ciertas dinámicas, más organizativas y donde ellas son más preocupadas de los detalles, apunta el director

Los cimientos de una compañía

Este primer montaje establece las bases de la compañía, que se define como en una constante investigación. Para Úrsula, este primer trabajo instaura patrones de una creación, que se pueden reafirmar o borrar en un segundo trabajo. "Depende de lo que venga a futuro, lo que desarrollemos como compañía. Si nuestro segundo trabajo implica de nuevo un espacio reducido y el trabajo del cuerpo, claramente es algo que nos inquieta, pero por ahora falta buscar nuestro norte", dice, tomando un sorbo de café.

¿Cuáles son las temáticas que les llaman la atención como compañía? ¿Qué lineamientos buscan?

Tratamos de trabajar sobre la construcción de conciencia. También hay una búsqueda del lenguaje corporal, que se desarrolló más en el seminario, y la pregunta sobre la representación. Qué es representar, explica Roberto.

¿Cuáles son sus proyectos como compañía?

Estamos cien por ciento abocados a "Severa". Llevar la obra hasta lo más que se pueda. Estamos esperando el resultado de un Fondart y dependiendo de ese resultado, y lo que queremos proyectar, veremos la inquietud de un segundo montaje, que es "Medea", una obra que siempre he querido hacer, pero que necesita recursos. La idea de "Severa" se instalaba con la escasez de recursos;  la propuesta de "Medea" no. Pero por este minuto, que la gente vea "Severa", que se difunda. Y ahí veremos, concluye el director.

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