Pasadas las 11:00 de la mañana del martes 6 de octubre se dio inicio al Seminario "Archivos Urbanos", que organiza Extensión del Departamento de Artes Visuales de la Universidad de Chile, en colaboración con el Instituto Goethe y la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad Andrés Bello. Esto, con la conferencia que Peter Piller, destacado artista visual y profesor de la Hochschule für Grafik und Buchkunst, Leipzig, dictó ante los asistentes que llegaron hasta el auditorio de la Facultad de Artes, sede Las Encinas.
En dicha conferencia, Peter Piller, quien se ha especializado en las investigaciones y curatorías de fotografías archivadas en distintas entidades públicas, se refirió al extenso trabajo de recolección y catalogación de imágenes que ha desarrollado y que, a la fecha, se ha traducido en más de 7 mil fotografías, algunas de las cuales fueron proyectadas en el marco de esta actividad que contó con la presencia del Director del Instituto Goethe, Reinhard Maiworm, y del Decano de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la UNAB, Alberto Sato.
Pero esta conferencia, que se extendió hasta cerca de las 14:00 horas y en la que también presentó algunas de las fotografías que él ha realizado, fue sólo la primera de las actividades que Peter Piller tenía programadas en el marco de su visita a nuestro país. Es más, el miércoles recién pasado dio inicio al taller que actualmente dicta en las dependencias del Departamento de Artes Visuales de la Universidad de Chile y, en medio de su apretada agenda, se dio el tiempo para conversar sobre su obra y metodología de trabajo.
Peter, ¿por qué y cómo comenzó a trabajar en la búsqueda y catalogación de fotografías?
Mientras era estudiante, empecé a trabajar en una agencia, en la que estuve durante 10 años revisando alrededor de 100 imágenes diarias, y como algunas de esas imágenes me empezaron a llamar la atención, comencé a coleccionarlas. En ese mismo periodo, y siendo aún estudiante, también sacaba mis propias fotografías, muchas de las cuales no tenían mayor sentido porque eran de casas y lugares vacíos. Pero haciendo la relación entre mis propias fotografías y aquellas que había encontrado en la agencia, me di cuenta de que no valía la pena sacar más fotografías porque éstas se repetían, y pensé que era mucho mejor comenzar a encontrarlas.
¿Cuáles fueron las fuentes donde buscó esas primeras fotografías y cómo se fue extendiendo hacia otras?
La primera fue la agencia, pero en la medida que me fui haciendo más conocido por mi trabajo, me comenzaron a dar la posibilidad de trabajar con archivos de distintas instituciones privadas, como firmas, por ejemplo. También recibí invitaciones, como para ir a Holanda, país en el que estuve durante tres años revisando, mirando e investigando un archivo completo.
¿En qué momento comienza a hacerse conocido?
En el año 2002, 2003. Lo que pasa es que yo hice muchos libros -tengo 33 libros con mis trabajos-, y en la medida de que empecé participar de exposiciones grandes, donde había otro tipo de conexiones, empecé a hacerme conocido. No fue de un día para otro porque hubo un proceso, pero fue básicamente por mis libros. En esos libros yo catalogo los archivos, pero debo aclarar que al interior de esos archivos también encontraba imágenes que eran únicas y que no sabía cómo catalogarlas, pero que finalmente arreglaba de forma diferente. Pero no es un archivo clásico o histórico, como lo que uno podría entender normalmente como archivo, sino que son mis propias apreciaciones con respecto a las imágenes que voy encontrando, el criterio que utilizo para crear estos archivos.
¿Qué es lo que hay en esas imágenes, que logran capturar su interés? ¿Hay algo que cruce todas las imágenes que ha recopilado hasta el momento?
Son demasiado diferentes los temas que he trabajado en los archivos. Por lo tanto, no es que tenga una línea temática en estas fotografías, pero sí me interesa dar una imagen de la sociedad en términos visuales, urbanos, de personas, y el concepto de lo cotidiano. Por ejemplo, me interesan las fotografías que suceden rápidamente y que pueden perderse justamente por ello, así como imágenes que nunca se mostraron. Entonces, tengo muchas imágenes que nunca se van a ver tampoco, muchas imágenes de diarios. También tengo las fotografías que recopilé mientras trabajaba en una empresa de seguros, por decirlo así, y que tienen que ver con el registro de los daños sufridos por los lugares asegurados por esa empresa.
Usted dijo que sacando sus fotografías se había dado cuenta de que las imágenes tenían similitud con las que veía en la agencia. Sin embargo, usted continúa fotografiando pese a haber constatado eso. ¿Por qué?
Siempre he tomado fotografías, coleccionaba y sacaba fotografías al mismo tiempo. Lo que pasa es que entre los años 1999 y 2002 expuse sólo imágenes encontradas, pero ello no significó que yo hubiese dejado de sacar fotografías. Simplemente opté por hacer la operación de utilizar este material ya usado.
Pero a la hora de fotografiar, ¿sus intereses continúan siendo estas escenas cotidianas?
Es diferente. Yo no tengo un concepto general, porque son distintos intereses que se van moviendo. Por ejemplo, tengo un trabajo sobre una carretera que es bastante similar a las imágenes que voy encontrando en los archivos, por ese tema de lo cotidiano. Pero hay otro trabajo que hice en Bonn, que es completamente diferente. Hay un fotógrafo norteamericano que dice 'yo saco las fotografías para ver cómo se verán', y eso es justamente lo que yo también hago. Es que es diferente lo que miro en la realidad a lo que después veo como fotografía en mis manos.
¿En Santiago también está haciendo el ejercicio de observar para fotografiar y buscar imágenes en archivos?
Estoy mirando mucho, pero tengo pocas fotografías aún porque el proceso de comenzar a fotografiar sólo viene después de observar. Y sí, quiero empezar a buscar en los archivos, pero eso no significa necesariamente que después haga un trabajo. Pero puedo decir que en principio sí me interesaría buscar en los diarios y en archivos.
Este ejercicio, ¿dónde comienza?
Lo primero siempre es aburrirse. Cuando observo una imagen, sólo comienzo a trabajar si me aburre verla. Entonces, a la quinta vez que me aburro, recién empiezo a trabajar. Es que cuando tienes la noción de aburrimiento, ya tienes la relación de confianza con la imagen y puedes comenzar a fijarte en otros detalles de la misma.