A sólo dos meses de cumplir 65 años:

Un MAPA con nuevos rumbos

Un MAPA con nuevos rumbos

Las agujas, hilos y telas, materiales favoritos de Nury González, sufrieron la llegada de "nuevos tiempos". Desde octubre de 2008, tras la invitación de Pablo Oyarzún (decano de Artes), la artista no sólo se dedica a crear obras conceptuales y a las clases que da en la U. de Chile. Además, dirige el Museo de Arte Popular Americano (MAPA), de la misma casa de estudios. Un espacio que debutó, hace casi 65 años, como el primero dedicado a la creación popular en Latinoamérica. Y que hoy, atesora 6.000 piezas donadas por países como México, Perú y Paraguay, entre las se lucen varias joyitas: alfarería americana, figuras de fibra vegetal, pintura popular y platería mapuche.

Al comienzo la misión que enfrentó la artista no fue "pan comido". Tomó una colección algo abandonada (por años estuvo embalada en el MAC), con pocos recursos disponibles ($2,5 millones de presupuesto mensual) e historia borrosa. "Al hacerme cargo del museo me di cuenta de que tenía muy poca visibilidad y encontré que había que ordenar la casa", confiesa.

Y esa gran tarea comenzó gracias a la responsabilidad de recibir una institución pública. "Si más adelante faltara algo de la colección, sería absoluta culpa mía", dice la nueva directora, que antes de asumir inspeccionó todos los inventarios: "La mayoría manuscritos y muy informales. Pero hubo que cotejarlos para ver qué tenemos y cómo está". Una tarea intensa que duró seis meses y pavimentó proyectos. Ahí, Nury González pensó lo bueno que sería digitalizar fotografías de los tesoros del museo, junto con contenidos a prueba de investigadores. Sabía que contarían con 300 metros cuadrados en el futuro Centro Cultural Gabriela Mistral (que abrirá en marzo de 2010) y se preocupó: en un sitio tan masivo, las exhibiciones trimestrales -como la primera, dedicada a la cerámica- no podían ser "oferta única".

Como remedio ideó, con su equipo, "Una ventana al MAPA", especies de tótems con pantallas touch screen que mostrarán fotografías de piezas emblemáticas y algo de su historia, en un rincón del Gabriela Mistral. Acto seguido: postularon al Fondart, ganando $47 millones. Así, con la guía de expertos, clasifican 700 de sus piezas, para luego retratarlas y crear el software necesario para los tótems. Y hay más: piensan en "Los tesoros del MAPA", publicación que reuniría las 100 mejores piezas.

"El Fondart nos permite llenar varias salidas", dice aliviada la directora. Además de digitalizar información, les sirve para formalizar los inventarios existentes y aquellos para las donaciones futuras. Lo más importante: que éste no sea trabajo perdido. Explica: "Quiero que estén fijos los lineamientos de orden. Independientemente de si yo siga o no. Soy ave de paso, pero quiero que todo esté bien hecho".

"Poliloquio chaqueño" en la Trienal

El MAPA también tiene jugada para el debut de la Trienal de Artes (5 de octubre). Expondrá la obra "Poliloquio chaqueño", compuesta por ocho videos que muestran a indígenas mayores relatando la Guerra del Chaco (de Bolivia y Paraguay, entre 1932 y 1935). Son imágenes bellísimas y de gran expresividad, pero sus palabras son ininteligibles: se escuchan en idiomas como el niwaklé y el angaité. La razón es que fueron filmadas en terreno por los antropólogos Nicolás Richard, Consuelo Hernández y Pablo Barbosa, quienes buscaron dar espacio a distintas aproximaciones del conflicto (ajenas a la oficial que hace la historiografía).

El cruce entre investigación y arte romperá límites y conceptos históricos. Y eso conquistó a Nury González y al curador general de la trienal, Ticio Escobar, quien destacó sobre la muestra: "El desafío del arte contemporáneo radica en su intento de nutrirse de otros discursos, sorteando el riesgo de disolverse en ellos".

Y "Poliloquio" tendrá apoyo gráfico (con traducciones de frases claves) y compañía. González cuenta: "Como contrapunto museográfico, estará una selección de miniaturas de nuestra colección. Obligarán al espectador a desenfocar la mirada de ese vórtice histórico para reenfocarla en el brillo opaco y mínimo de las formas diminutas, que logran traspasar con su gracia toda época".

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