"Creo que el haber ganado en el certamen anterior me hizo sentir comprometida con el proyecto de la bicicultura y conmigo misma. En esta oportunidad, mi objetivo era presentar un trabajo mejor que el del año 2008 y, sobre todo, seguir desarrollando un tema de mi interés", señala Consuelo Achurra, estudiante de la Licenciatura en Artes Plásticas de la Universidad de Chile que, por segundo año consecutivo, obtuvo un primer lugar en el concurso Arte y Bicicleta, esta vez, en la categoría bidimensional con su obra "Punto de Fuga".
La idea de la estudiante de IV año de la Licenciatura en Artes Plásticas era aprovechar esta instancia para reflejar la crisis del ser humano en relación al medio en el que se mueve, para lo cual buscó fotografías propias y otras de distintas épocas donde las bicicletas estuvieran presentes como medios de transporte. Así, a través de la serigrafía, el grabado y una placa de aluminio corroída conformó este collage digital, un tríptico en el que la relación entre el cuadro y lo que está fuera de él es aquello que provoca tensión en la obra.
"Se titula 'Punto de Fuga' porque en la imagen se señala un lugar que sale del perímetro de lo representado. Uno de los personajes apunta hacia un espacio que no vemos, donde los personajes van provistos de máscaras de gas y movilizándose en bicicletas. Ése es el punto culmine de la fuga, porque hay un hombre que mira al espectador y lo hace cómplice de lo que él ve", explica Consuelo Achurra sobre esta obra que se exhibirá, junto a más de 150 obras enviadas por artistas chilenos y extranjeros, hasta el próximo 11 de octubre en la Estación de Metro Quinta Normal.
Rodrigo Castillo, en tanto, egresado de la Licenciatura en Artes Plásticas de la Universidad de Chile, obtuvo el primer lugar en la categoría Tridimensional con "Stick shaker", una obra de gran formato construida con palitos de fósforos sin pólvora, que fueron pegados uno en la punta del otro, formando módulos piramidales. "Muchos quedan impresionados con la paciencia y el tiempo aplicados en este tipo de obra", dice este joven artista, cuya objetivo era formar una figura orgánica, a través de una estructura poligonal rígida.
"Conceptualmente, la idea es representar un ciclista. De hecho, eso es lo que identifica el espectador en un comienzo y sólo al acercarse percibe la materialidad de la obra; se pierde en la transparencia, en los micro universos que se forman en su interior y en la aparente fragilidad, cuestión que lo intimida y al mismo tiempo lo atrae", explica Rodrigo Castillo, quien se sumó a esta iniciativa impulsado por posibilidad de mostrar su trabajo, ver los efectos que provoca en el espectador y proyectar su vínculo con el uso de la bicicleta.
La obra "Stick shaker" continúa la línea de "Autobiografías", un proyecto anterior de Rodrigo Castillo en el que trabajó representando sus propias radiografías a gran escala, junto a una obra -también construida con palitos de fósforos- que representa el útero materno y la posibilidad de nacer de nuevo. "La obra que presento en Expo Arte y Bicicleta 2009 se vincula tanto en la materialidad como en la frustración de no poder andar en bicicleta, y este reconocimiento viene a reafirmar mi trabajo que, de alguna forma, fue bastante ridiculizado en mis tiempos universitarios", concluye el artista.