Director de "Regreso al Desierto"

Cristián Keim: "El teatro es un campo de batalla"

Cristián Keim: "El teatro es un campo de batalla"

Tras finalizar un master en Mundo Contemporáneo en la Universidad de Barcelona, y mientras desarrolla la investigación que le permitirá doctorarse por la misma universidad, una de las primeras cosas que el actor y director Cristián Keim quiso realizar a su regreso a Chile fue hacerse cargo de un taller integrado en el lugar donde estudió.

Egresado del Departamento de Teatro de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, el actor y director Cristián Keim ha desarrollado una búsqueda intelectual que va mucho más allá de su campo de origen, el teatro. "Por mi cuenta he estudiado antropología, psicología, sociología, harto de psiquiatría, y también hice un diplomado en estudios clásicos. Me fui muy para atrás, para estudiar los orígenes del teatro occidental, y ahora acabo de volver de Barcelona, donde hice un master en Mundo Contemporáneo. Ahora estoy haciendo el doctorado en Mundo Contemporáneo en la Universidad de Barcelona", señala Keim, mientras los estudiantes de actuación que dirige siguen ensayando "Regreso al desierto", a pesar de que la obra ya fue estrenada.

"Siempre encuentro que estoy volviendo", afirma Keim con respecto a su trayectoria laboral, y en efecto, tras años de ausencia, regresó a la unidad académica en la cual realizó sus primeros estudios universitarios para hacerse cargo del II Taller Integrado, instancia formativa que reúne a estudiantes de tercer año de actuación y diseño teatral en una actividad que funciona como una antesala al mundo profesional. La obra elegida fue "Regreso al desierto" del dramaturgo francés Bernard-Marie Koltès, que estará en cartelera en la Sala Sergio Aguirre con funciones los días jueves, viernes y sábado hasta el 30 de mayo.

"Para mí la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile es el mejor lugar donde uno puede hacer clases de actuación, simplemente porque están los mejores alumnos", afirma Keim, quien aceptó la propuesta de hacerse cargo del taller integrado aún antes de saber de horarios o las condiciones generales del trabajo. "Yo quiero hacer buenas clases y con buenos alumnos es posible hacer una buena clase. Es mi prioridad número uno. A mí me interesa infinitamente esta escuela, creo que podemos hacer cosas súper interesantes aquí, que la escuela requiere. Y la Universidad requiere que los que queremos esta escuela y esta universidad participemos de ella", afirma categórico.

¿Por qué elegiste esta obra en particular para realizar el taller integrado?

A mí me interesa mucho el autor, él es muy importante en la dramaturgia de mediados del siglo XX.  Bernard-Marie Koltès es un autor francés que escribió pocas obras y murió joven. Me gustan sus textos porque el nivel del lenguaje es sumamente complejo .Hacer un texto de Koltès es un desafío súper complejo para actores con mucha trayectoria, entonces para actores jóvenes que están recién aprendiendo es un punto que les puede ayudar en su madurez. Además tanto el texto como el nombre de la obra hablan del regreso al desierto, y para mí la vuelta a Chile es un poco un regreso al desierto: es el lugar donde están las cosas que te hacen sentido. Yo no podría hacer teatro en otra parte del mundo: siento que el teatro obedece a un lugar particular, y creo que para mí en este momento el teatro que quiero hacer se hace en Santiago y se hace en esta escuela.

Pero la obra transcurre en Francia

Es una obra que transcurre en Francia, que ocurre históricamente en la década de los 60. Me gusta que ocurra en Francia, tiene muchos referentes argelinos, habla de los espacios coloniales, de la vuelta a la casa, y de cómo uno encuentra las casas, cómo de alguna manera aparece la memoria en el momento de volver a un lugar reconocible, pero un lugar reconocible que sólo está en la memoria, que ya no existe. Ese lugar ya fue, los personajes en esta obra están como en un no lugar, en un lugar que no les corresponde, un lugar de tránsito. Ahora ellos intentan estar aquí, pero hay veces en que la vida y las circunstancias te rechazan.

La obra también contiene una filosofía muy interesante y que es del autor, y que dice que las relaciones amorosas no existen, que nada es por amor, sino que son siempre transacciones comerciales: si existe el amor siempre va a estar emparentado con una transacción comercial. Siendo francés, el autor ocupa un término en ingles: él habla del deal, del trato, de hecho hay otra obra que se llama "En la soledad de los campos de algodón" que contiene y desarrolla ese concepto de la transacción. Bernard-Marie Koltès dice que los seres humanos al observarse y mirarse a los ojos, van a tener que reaccionar como animales en el momento en que se acaba el lenguaje.

Los de Koltès son grandes textos, donde los personajes hablan mucho y eso tiene que ver con el vaciado del lenguaje: los personajes dicen todo aparentemente, es precioso. Creo que en Chile tenemos autores similares, como Radrigán, que en general pone en escena personajes de estrato social bajo que hablan muy bien. Los personajes de Koltès tienen una inteligencia particular que a mí me conmueve. Me moviliza primero el autor que es increíble, que logra poner en escena la animalidad de los seres humanos, y además tiene un humor muy negro que a mí me gusta mucho. No sé si al público también, pero a los actores les gusta mucho.

¿Cómo ha sido el proceso de trabajo con los chicos?

Me he encontrado con un curso muy bueno, que me ha enseñado un montón de cosas. Es un trabajo que ha sido difícil para cualquier actor, y en este caso se vuelve dificultoso, porque los chicos no tienen la experiencia para controlar un texto como éste, pero en general la experiencia ha sido muy buena, me he encontrado con un muy buen curso y hemos logrado los lazos de confianza para poder profundizar en el trabajo. A veces ellos tienen la imagen de uno, y uno también contribuye mucho a eso, como un tipo fuera del mundo, un tanto intelectualizado, y cuando uno habla de grandes autores, de grandes textos, uno se asusta en primer término, pero hemos podido hablar de cosas sencillas que a pesar de ser simples obedecen a los fundamentos de los seres humanos. El proceso ha estado bastante bien, estoy súper satisfecho de lo que están llegando, pero es un proceso que sigue en curso.

¿Qué te parece el resultado de la obra?

Me parece que es un buen resultado, teniendo en consideración la gran obra, el tipo de actores, el tipo de diseñadores, y el lugar que ellos ocupan, creo que es un muy buen resultado. Ellos deben aprender a controlar sus tensiones, aprender el oficio, ensayar, repetir el esquema, es complicado, porque uno de repente quiere ponerle más de lo que la obra es. Yo trato de ser súper honesto con mis alumnos y creo sinceramente que la obra está súper buena. Si uno como espectador tiene reparos, esos reparos pasan por el gusto, no por el trabajo realizado, y por último vale la pena venir a verla porque el texto es increíble. Escuchar ese texto es notable, una experiencia estética y humana increíble, súper humana.

¿Qué es lo que más rescatas del montaje?

El trabajo de los alumnos. Los alumnos de diseño han hecho un muy buen trabajo, los alumnos de actuación han trabajado mucho, y uno ve un trabajo súper sólido. Uno como espectador puede no estar de acuerdo, pero el trabajo es bueno y yo no tengo dudas con respecto a eso. Me satisface el ego que yo trato de evitar, me satisface por el lado de la docencia que ha sido un buen trabajo y el contenido de la obra te instala en un espacio de reflexión súper distinto, aunque tiene muchos ecos de nuestra historia. La obra en términos concretos hablaría de una época de inseguridad, de muerte prematura no accidental, hay terrorismo de derecha, se profundiza mucho en el concepto de burguesía. No hay moral, no hay buenos ni malos, somos grises, lo que es terrible, y en ese sentido la obra es bastante postmoderna.

También lo es en cuanto al tratamiento del amor

Sí, y a veces trato de no estar tan de acuerdo con la obra, porque no se puede vivir así, pero cuando estoy en la sala de ensayo viendo la obra, creo que allí estamos, y que es una de las razones por las que yo hago teatro: yo no creo que con el teatro uno pueda cambiar el mundo, pero sí es un campo de batalla. Para mí es mi campo de batalla, yo intento estar ahí para sostener un discurso, para que el discurso no muera. Sabemos que las cosas son complejas, sobre todo en un mundo en red, y quizás una sola cosa no puede afectar la red, pero la red que te rodea puede verse afectada, y afectar y eventualmente pensar otras redes, pero la esperanza subsiste, uno siempre tiene una secreta esperanza, o sino uno se pega un balazo, la esperanza no muere.

Yo creo que Koltès va a pasar a ser un clásico porque habla de cosas de primer orden.  El concepto de lo clásico es un concepto romano, que habla de un tipo de soldado: el classis, que es un tipo de soldado que quiere estar ahí, adelante, donde las virtudes cardinales, de las que hablan los griegos, están ahí, donde se ven más expuestas, y es donde el hombre puede demostrar su valor, su valor completo. Yo creo que lo que hace Koltès es hablar de cosas de primer orden y eso es algo fundamental.

"Regreso al desierto" se presentará en sus tres últimas funciones los días jueves, viernes y sábado a las 20 hrs. en la Sala Sergio Aguirre. Reservas al 977 17 90  /  977 17 87

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