Ingresarán a estudiar en marzo de este año:

Con orgullo Facultad de Artes recibe a sus seis mejores puntajes

Con orgullo Facultad de Artes recibe a sus seis mejores puntajes

"Respecto a ser el puntaje más alto, estoy feliz y contento porque no muchas veces uno es el primero en algo. Pero no es más que eso, si al final los 24 que ingresamos estamos adentro, y es lo que importa. Ser el primero obvio que me pone contento, pero me pone tan contento como lograr haber entrado", dice Antonio Zisis, matriculado en Actuación Teatral tras obtener 801 puntos en la PSU, transformándose así no sólo en el matriculado con el puntaje más alto de su Licenciatura, sino también de toda la Facultad de Artes.

"Me metí a la Chile porque es aquí donde quiero formarme, por su tradición, los profesores, el mundo que abre y la gente que llega. Yendo a la Universidad de Chile me di cuenta que me sentía muy cómodo, me gustaba el ambiente, la gente, la malla. Siempre me imagine ahí", agrega este joven de 19 años cuyo primer acercamiento con el teatro se dio cuando cursaba tercero medio en el colegio La Girouette donde representó, junto a su grupo de trabajo, una escena de "El Mercader de Venecia".

En cuarto medio, Antonio Zisis volvió a los escenarios, esta vez con uno de sus amigos que hacía todos los sonidos de lo que él estaba interpretando. Un dueto que sacó risas y aplausos entre quienes lo pudieron ver, y que de pasó reforzó aún más su intención de seguir en el teatro. Por ello es que este joven estudiante, que a partir de marzo se moverá por los pasillos de la sede Pedro de la Barra, ingresó a un taller de teatro "para reafirmar la decisión que ya tenía más o menos lista, y para prepararme para las pruebas especiales", dice.

Pese a enfatizar que "yo siempre había considerado estudiar teatro pero nunca muy seriamente, hasta tercero", otra de las pasiones que tenía rondó por su cabeza como posible carrera: la física. "A pesar que me daba cuenta de que la física me gustaba, supe que no era lo que quería estudiar. Tal vez la quería más como hobbie, leer de vez en cuando sobre eso o qué se yo, y terminé decidiendo estudiar teatro, cosa que intuía desde más chico, pero que sólo en cuarto medio terminé de decidir".

También a la sede Pedro de la Barra de la Facultad de Artes llegará en marzo de este año Paola Ávila, la matriculada con el puntaje más alto en Diseño Teatral con 688 puntos. Con 20 años recién cumplidos -"ojo con eso", dice-, esta joven que gusta de las artes plásticas quiso estudiar teatro cuando egresó del colegio Rosario Concha, pero no quedó y optó por ingresar a Pedagogía en Historia en la UMCE sin saber, en ese entonces, que existía la Licenciatura en Diseño Teatral.  Allí estuvo un año y medio hasta que congeló. "Hice un preu y entré a Diseño. Como igual me gustaban las artes plásticas, la idea de vincularlo con lo que más me gustaba, que era el teatro, me pareció genial", dice. 

Pero si hay algo que esta joven tiene en común con el resto de sus compañeros que ingresaron con los mejores puntajes a las distintas Licenciaturas que se imparten en la Facultad de Artes, es su capacidad crítica. "Me fijé en la Chile porque es casi la única institución que imparte Diseño Teatral, y obvio que me alegró quedar. Pero nunca me he comprado el cuento de la Universidad de Chile como algunos de los que estudian ahí, que siento se creen el cuento de elite intelectual", señala.

Igual de crítico es André Barbet, quien con sus 779 puntos obtenidos en la PSU, se transformó en la persona con el puntaje más alto matriculado en Licenciatura en Teoría de la Música. Él cuenta que eligió esta Casa de Estudios porque "es la mejor universidad del país, y porque creo que es la que tiene la mayor responsabilidad en la reconstrucción de la educación superior pública en Chile. Es quizá la plataforma más adecuada para poder hacer algo al respecto, pero no por eso voy a dejar de tener una visión crítica de ella".

"Ser el primer seleccionado de la carrera no pasa de ser una feliz anécdota", dice este joven de 21 años que en tercero y cuarto medio no tuvo música porque optó por el electivo de artes visuales, ya que, como él mismo explica, "quería estudiar artes plásticas. En ese entonces también me gustaba la música, así que tomé clases de guitarra durante algún tiempo, pero no era más que un hobby". Y agrega sobre ser el primer matriculado en Teoría de la Música: "El puntaje de la PSU ni siquiera es un buen indicador del rendimiento que el estudiante va a tener durante la carrera".

Al salir del colegio, André Barbet entró a estudiar arquitectura en la Universidad de Chile, pero no pudo continuar porque su cuerpo y su mente no fueron capaces de soportar el ritmo extremo del estudio. Luego probó con sociología en la misma Universidad, pero "sentía la inquietud de desempeñarme en algo más de oficio que de intelectualidad. Fue entonces -a mediados del primer semestre de 2008- que decidí dedicarme a la música, y como ya no estoy en edad para ser concertista, consideré otras carreras del área musical. Y esta de Teoría de la Música que ofrece la Universidad de Chile me pareció una buena opción", dice.

Andrés Navarro, en tanto, el puntaje más alto matriculado en la Licenciatura en Artes con mención en Sonido, tiene 20 años y, antes de llegar a la sede Alfonso Letelier Llona, estudió Diseño en la Universidad de Chile. Durante el año pasado, en sus constantes visitas al Instituto Arcos para ver a un amigo que estudia allí ingeniería en sonido, Andrés tomó la decisión de cambiarse de carrera. "El principal motivo que me hizo elegir esta Facultad fue la malla curricular de la carrera. Ésta mezclaba las matemáticas con la música, además de ramos más técnicos en relación al sonido", cuenta.

Y agrega: "Algo que me llamó mucho la atención es el nombre de al carrera: 'Licenciatura en Artes con Mención en Sonido'. El hecho de ser una licenciatura en artes y no una ingeniería, a pesar de tener una malla como esta última, me atrajo a ella, ya que en general me gusta mucho el arte y pienso que se le dará una orientación distinta a la que se le daría si fuera una ingeniería". Con sus 694 puntos, Andrés no esperaba tener el puntaje más alto, "pero ya que así ocurrió, estoy contento porque es un hecho que muestra los resultados del esfuerzo que uno hace y que probablemente me traiga algún beneficio más adelante".

Lucy Quezada y Magdalena Iglesias son las estudiantes con mejores puntajes que se matricularon en las Licenciaturas en Teoría e Historia del Arte y en Artes Plásticas, respectivamente, y que llegarán en marzo de este año a estudiar a la sede Las Encinas de la Facultad de Artes. Lucy tiene 18 años y egresó del Liceo Tajamar de Providencia. "Desde chica tuve acercamiento a las artes en general. Un tiempo toqué flauta traversa y luego acordeón, y ya cuando fui creciendo me interesaron las Artes Visuales", dice esta joven que a fines de segundo medio comenzó a participar en concursos de fotografía, ganando "en varios el primer lugar".

Durante sus primeros dos años de enseñanza media tuvo casi nulo contacto con la teoría e historia del arte y, ya en tercero, optó por tomar el electivo Artístico de su colegio, el que dejó de existir al año siguiente. Como ella misma cuenta, "todos los concursos en los que participé los encontraba yo sola, por internet o amigos que me daban los datos. Nunca me incentivó mi profesora de artes a participar en algún concurso, sabiendo ella que a mí me interesaba la fotografía. Pero, para sintetizar, mi gusto en la educación media por la Teoría del Arte se transformó en algo totalmente voluntario. Publicaciones que leía, películas, exposiciones, etc.".

Sin embargo, sólo a mediados del 2008 se decidió completamente por esta licenciatura, a la que ingresó con 709 puntos. "El común de la gente me decía -aclaro que no mi familia, por suerte- que cómo, con ese puntaje, iba a estudiar artes. Pero al final terminé no tomando en cuenta esas cosas", explica Lucy, quien desde primero medio tenía claro que quería estudiar en la Universidad de Chile, y que optó por esta Licenciatura porque conjuga disciplinas que le gustan y para "las que tengo habilidades: filosofía, artes, historia". Sobre su puntaje dice que "sé que quizás con este antecedente las expectativas respecto a mí suben, pero eso no me asusta ni me pone nerviosa, sino que me alegra y me incentiva aún más para enfrentar el desafío de la Universidad".

Magdalena Iglesias también tiene 18 años y estudió becada -"mi mamá es profesora del colegio", explica- en el Saint George´s. Allí participó en la academia de Literatura, en la de Historia y Ciencias Sociales, y en la de Teatro. Paralelamente, también en los talleres de danza, circo, y teatro en la casa okupa de República (AKI); y en talleres en Balmaceda 1215. De allí que Magdalena, quien leía los libros y revistas de arte de su abuela, diga que "más que sólo la educación en enseñanza media, creo que fue un conjunto de varios factores el que determinó mi gusto por las artes, que por lo demás se extiende mucho más allá de sólo las artes plásticas".

Si bien ella ve a las universidades, en general, como instituciones que entregan herramientas con las que después depende de cada uno lo que se logre, optó por estudiar la Licenciatura en Artes Plásticas en la Universidad de Chile porque "las artes plásticas, al ofrecerme un campo tan diverso, me permite desarrollarme de manera de tener un espectro más amplio y una concepción más completa de las artes en general", dice Magdalena, quien agrega que "la Universidad de Chile siempre estuvo metida en mi cabeza por una cosa que pasa también por mi familia y por los valores e ideales que me he ido formando a lo largo de estos años".

"Más allá de que me llame mucho la atención la investigación y experimentación artística, para mí esto no tiene ningún sentido si no está acompañado de una concepción de un arte que se convierte en un ente que puede cambiar ciertos aspectos de la sociedad. En este sentido es que la Universidad de Chile cumple con mis expectativas, además de lo que vendría siendo el cuerpo docente, que me gusta mucho también", explica esta joven estudiante que pese a no estudiar para la PSU ni hacer preuniversitario, obtuvo 727 puntos en esta prueba.

Sobre su puntaje, Magdalena dice que "creo que mi puntaje, además de ser fruto de mi forma de ser, también es en parte gracias a todas las oportunidades que yo tuve en el colegio en que estudié becada, y me parece que es realmente muy injusto que la mayor parte de los estudiantes del país no tengan las oportunidades que yo tuve". Y concluye: "Espero de verdad que las cosas vayan avanzando hacia un sistema en donde todos puedan desarrollarse en el ámbito que quieran, y que las autoridades que están a la cabeza de todo esto tengan presente que las oportunidades pueden y deben ser mucho más igualitarias, sobre todo a través de la educación".

La Facultad de Artes cuenta con seis menciones en sus Licenciaturas en Artes a las que se puede ingresar vía PSU: Artes Plásticas, Sonido, Teoría de la Música, Actuación Teatral, Diseño Teatral y Teoría e Historia del Arte. Además, existe la Licenciatura en Interpretación Musical y la Licenciatura en Danza.

Últimas noticias