Visitó la sede Las Encinas de la Facultad de Artes:

Fernando Traverso: "La historia que quedó trunca hay que continuarla"

Fernando Traverso: "La historia que quedó trunca hay que continuarla"

"Yo me propuse hablar de los ausentes porque tengo muchos amigos desaparecidos en el periodo de la dictadura en Argentina, pero ¿cómo hablar de la desaparición? ¿Con qué elementos? Qué difícil es", señala Fernando Traverso al preguntarle por los inicios de ese gesto que ha hecho de la bicicleta el sello característico de su obra. Y agrega: "Dando vueltas y vueltas llegué al tema de la bicicleta por una historia personal: un amigo que desapareció dejó su bicicleta atada a un árbol y nunca más la fue a buscar. Pase dos o tres veces por ese lugar para ver qué pasaba con esa bicicleta porque si no estaba, quería decir que mi amigo fue a buscarla. Pero eso nunca pasó".

Así, con esa imagen nuevamente en su memoria, Fernando Traverso montó una exposición en 1999 donde presentó trece objetos-cajas con impresiones serigráficas. Imprimió millares de bicicletas sobre P.V.C. cristal, dejando que se superpusieran para crear un espacio tridimensional en donde también aparecían algunos elementos reales. Para este artista, cada una de estas cajas alojaba un pedazo de historia porque hablaban de la memoria individual y colectiva. Titulada "... puede no haber banderas", la obra aludía a la memoria de los desaparecidos durante la dictadura militar en Argentina.

Desde ese momento, Fernando Traverso comenzó a transformar a la bicicleta en el sello característico de su obra, trabajando con una nueva modalidad de esténcil para reproducir a escala su bicicleta, ya sea sobre una tela o una muralla, dejándola plasmada como una huella. Fue justamente ese el ejercicio que realizó durante la mañana del 10 de noviembre junto a un grupo de estudiantes de Licenciatura en Artes Plásticas que asistieron a la conferencia que este artista realizó en el Auditorio de la Facultad de Artes para luego repetir la experiencia que Traverso ha realizado ya en varios países, ahora plasmando la bicicleta en las dependencias del Departamento de Artes Visuales y en una bandera que será exhibida entre el 18 y 30 de noviembre junto al resto de las banderas que se realicen durante su visita, en la Sala Multiuso Metro Plaza Baquedano.

Y es que en el marco del 3° Festival Internacional de Bicicultura de Santiago, Fernando Traverso se encuentra de visita en nuestro país para realizar una serie de actividades, entre ellas, la desarrollada durante esta mañana en la sede Las Encinas de la Facultad de Artes. "Me pareció que la participación de los chicos de la Universidad de Chile fue de primera. No tuvimos que inducirlos a hacer las cosas porque surgió de ellos mismos. Primero hubo una charla donde ellos se empaparon del significado del trabajo, lo que fue reparador para ellos, para luego empezar a pensar en la obra, en poner los nombres, las huellas. Y creamos un trabajo hasta dramático, por así decirlo, pero que fue lindo y realmente una propuesta colectiva", agrega sobre esta experiencia que lo tuvo las tres de la tarde en la Facultad de Artes.

Eso de dejar huellas tiene mucha similitud con el ejercicio de plasmar la bicicleta en la ciudad.

Tiene mucha relación porque son como huellas memoriosas o algo así, para decirlo poéticamente. Creo que la ciudad, después de la bicicleta, se transformó en un gran museo de la memoria. En cada esquina o cuando vas caminando, ahí está, e inevitablemente piensas en el significado. Si sabes lo que quiere decir, mejor aún. Y si no, lo inventas porque para eso es el arte. Por suerte, con la bicicleta viajé mucho y por distintos países: Grecia, España, Inglaterra, en el Primer Mundo y Norteamérica, entre otros. Siempre fui invitado por universidades o por escuelas de arte y realmente es una sensación que me cuesta creer. No fue buscada por mí, y me sorprende que la gente se sienta involucrada en este trabajo que hago.

¿Involucrada por un asunto estético o por la historia que hay detrás?

Es por la historia que hay detrás de esta bicicleta, por esta verdad. Creo que la gente se siente identificada con esa historia porque es la historia de muchas personas. En Argentina hubo 30 mil desaparecidos y en Chile otros miles más, y fueron desaparecidos de la misma manera porque por aquel entonces los gobiernos latinoamericanos actuaban en sintonía con el famoso Plan Cóndor que todos sabemos que fue instalado por la CIA para erradicar la guerrilla y los movimientos emancipadores de América. Y ahora estamos medio huérfanos, tratando de recuperarnos de esta historia tan dramática, tan sangrienta que tuvimos. Los jóvenes de hoy en día me dan mucha confianza porque los veo muy activos, con ganas de recordar y de seguir escribiendo esta historia que quedó trunca en 1976 en Argentina y en 1973 acá en Chile. Esa historia hay que continuarla, y esta generación me da mucha confianza porque veo en ellos muchas ganas de seguir escribiéndola.

¿Y con respecto a la bandera propiamente tal? Porque uno entiende el gesto de la bicicleta, pero la bandera...

Siempre trabajo con esas banderas porque son las que van transmitiendo la historia. En Argentina, en otros lugares y acá mismo, esa bandera se la damos a la gente y puede estar colgada en cualquier lugar. Alguien va a preguntar por qué está esa bicicleta ahí y el dueño de esa bandera va a tener que responder a esa pregunta. Sólo ahí se comienza a contar esta historia.

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