Hasta el 30 de septiembre:

Escenarios de Santiago se vuelven pinturas en "Espacio Dramático"

Escenarios de Santiago se vuelven pinturas en "Espacio Dramático"

"Para mí, la relación Pintura y Cine tiene vías de correspondencia que van y vienen desde diversas formas de acción", señala de entrada el Licenciado en Artes Plásticas, Víctor Muñoz, al referirse a "Espacio Dramático", exposición inaugurada el pasado 3 de septiembre en el Restobar Alarde, y en la que el solo título de la muestra da cuenta del cruce que este artista hace entre su pintura y el cine.

Y es que este concepto articulado por el cine, que conecta el estado anímico de los personajes con su entorno, es el que da nombre a esta muestra en que los espacios representados actúan "como reflejo del carácter dramático de los acontecimientos, generando una totalidad que refuerza la idea estilística del film, explicitado principalmente en las atmósferas visuales, sonoras y psicológicas", añade Víctor Muñoz.

En el caso de "Espacio Dramático", es la visualidad tras esta idea la que da forma a una serie de doce pinturas, de tamaños que van desde los 50 por 40 cms. hasta 140 por 190 cms., caracterizada por representar espacios modernos de la ciudad de Santiago como un indicio referencial de una falsa idea de progreso. "Esto, llevado a la homologación del escenario cinematográfico, convierte un espació neutro en situación de espera del acontecimiento, una carga atmosférica que se nutre a partir de la visualidad, tanto del cine como la de los espacios reales utilizados como modelo", explica el artista.

Así, lugares tan reconocibles en la cotidianidad pero a la vez ambiguos, son la materia prima sobre la cual el Licenciado en Artes Plásticas y estudiante del Magíster en Artes Mediales trabaja pictóricamente para resaltar la carga dramática allí presentada.

"El metro, los mall, los grandes edificios, las autopistas con tag, las próximas nuevas torres de altura, entre otros, no hacen más que imponer una fachada social de un bienestar económico que no es tal, una verdadera manipulación política de la imagen. A partir de esta idea, mi concepto apunta a revertir esta visión mediante la representación de la afuncionalidad de los espacios, la anulación utilitaria y de 'confort' arquitectónico, convertido sólo en escenario mental", afirma Víctor Muñoz.

¿Cómo surge esta muestra?

A partir del trabajo de una serie que implica una investigación pictórica emanada desde la articulación de ciertas operaciones, tales como la desaturación cromática, la reducción en la gama de colores y la reducción de la escala de contrastes. Esto me significó la idea de aplanamiento de un espacio mimético que paradójicamente sugería profundidad, forzado principalmente por una perspectiva euclidiana representada en gran parte de este trabajo. Una verdadera dicotomía perceptiva que tensiona la imagen.

¿Cómo lograste eso en términos formales?

En el caso de lo formal, la tendencia y efectividad de esta idea depende de aquellos factores pictóricos como el aplanamiento en la constitución de los espacios urbanos versus las diagonales 'perspectivísticas'. También en la inclinación al uso átono de los colores, la clausura de las luces lógicas de los sitios, entre otros. Es decir, de un enrarecimiento de lugares que poseen un importante grado de iconicidad. A partir de este descalce en el reconocimiento, es en donde nace una apertura que provoca sensaciones sugerentes y anímicas en el espectador: desolación, melancolía, misterio, entre otros, son los calificativos coincidentes en gran parte de las personas que han expresado su parecer sobre estas pinturas. Por lo menos, estoy seguro que no estoy provocando una sensación de alegría aunque, curiosamente, desde este factor es de donde nace una especie de seducción especial en la apreciación y conexión con estas obras.

Esta serie, ¿se relaciona con tus trabajos anteriores?

Hay una tendencia en mi pintura, desde hace un tiempo, en tratar de darle vuelta un poco y observar cómo actúan ciertas operaciones cromáticas y cómo éstas repercuten en un tipo de imagen que, a su vez, va determinando atmósferas en la representación del paisaje. Toda una disposición indagatoria que parte formalmente en la preparación de un boceto hecho con técnicas digitales en que se permiten pruebas más inmediatas de color, contraste, luminancia, además del seguimiento de modelos visuales cinematográficos motivados principalmente por autores como Antonionni, Bresson, Tarkovsky y algunos otros. Es por ello que no puedo dejar de citar mi trabajo como Director de Arte en el largometraje "Tiempos Malos" de Cristián Sánchez, rodado el verano pasado en súper 16 mm. Fue una experiencia enriquecedora que me permitió llevar todas las convicciones pictóricas a un plano en donde existe una multiplicidad de problemáticas que no están en una tela. Pero, al mismo tiempo, se gesta un emparentamiento con las formulaciones fundamentales de la representación, constituidas desde las artes visuales.

"Espacio Dramático" se presenta hasta el 30 de septiembre en el Restobar Alarde, ubicado en Av. Condell 1052, Providencia.

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