Auspiciado por el Consejo Provincial de las Artes Plásticas, el Ministerio de Cultura, la Unión de Escritores y Artistas de Cuba y el Gobierno de la Provincia, la sexta versión del Simposio Internacional de la Cerámica de Arte "Puerto Príncipe 2008" se efectuará entre el 15 de abril y el 1 de mayo, en Camagüey, Cuba. A la actividad fue invitada la académica del Departamento de Artes Visuales, Cecilia Moriamez, quien participará por tercera vez consecutiva en este encuentro que se realiza desde 1999 y al que asisten artistas ceramistas, críticos y teóricos, entre otros.
En las primeras cuatro versiones, el Simposio se dedicaba a un determinado país y a la tradición cerámica que tenía. Pero a partir del año 2006, se comenzó a trabajar en el desarrollo de temas, el que, en esta ocasión, corresponde a la interrelación de la Moda y la Arquitectura en la cerámica artística. "Tengo pensado trabajar en una pieza similar a una columna, aludiendo a la arquitectura. En todo caso, será una columna muy particular porque lleva vida interior al estar iluminada por dentro porque, además, tiene relación con el calentamiento global", explica la académica sobre la obra que realizará.
Y es que esta actividad, que el año 2006 reunió alrededor de 40 artistas, contempla la creación de una obra con materiales ofrecidos por los organizadores y provenientes del mismo lugar, el que debe tener relación con el tema central del encuentro. "Uno trabaja en un taller y hace una obra que queda en la ciudad, en este caso, en el Museo de la Cerámica Artística de Camagüey", cuenta Cecilia Moriamez, quien además participará en la realización de un mural colectivo que será donado a una institución social o humanitaria de la ciudad.
El VI Simposio Internacional de la Cerámica de Arte "Puerto Príncipe 2008" tiene programado, además, conferencias que serán dictadas por los propios artistas y en las que abordan su trabajo artístico. "El organizador conoce gran parte de mi trabajo porque ya he ido dos veces, pero en esta ocasión haré un resumen de mi obra y hablaré de la exposición que con mis estudiantes montamos en la Casa Colorada de Santiago", señala la académica.
Para ella, es fundamental dar cuenta de su labor como académica porque las charlas se dictan, justamente, en una escuela de arte. "Todos los artistas tienen la posibilidad de hablar de su trabajo y, en mi caso, he hablado de mi obra, de las investigaciones que he hecho con tierras de distintos lugares del continente americano y ahora pretendo hablar de mi obra como docente", agrega. Y es que el 2006, Cecilia Moriamez tuvo la posibilidad de interactuar con los estudiantes de la Academia de las Artes Vicentina de la Torre, experiencia que la dejó gratamente sorprendida.
"Fue muy agradable el acercamiento que se dio con los estudiantes porque ellos estaban muy interesados en lo que yo estaba haciendo. Mientras trabajaba realizando la obra de esa oportunidad, me rodearon y empezaron a observar mi trabajo mientras hacían preguntas. Les llamó la atención el hecho de que yo me las ingeniara para hacer con lo mínimo, lo máximo, cómo con tan poco se hace tanto. Es que mi obra es muy minimalista y siempre estoy usando el mínimo de elementos para entregar un mensaje", recuerda Cecilia Moriamez.
Pese a que en esta versión los artistas pueden realizar un máximo de tres obras, de no más de 40 centímetros cada una, la académica del DAV pretende realizar sólo una que esté formada por tres piezas de 40 centímetros, logrando así crear una de mayor formato. "Como artista, hablaré de lo que yo siento aunque no sea exclusivamente un problema mío, como ocurre en el caso del calentamiento global. Pero como en mi trabajo artístico siempre está presente lo interno, la obra que realizaré llevará energía lumínica para darle énfasis al contenido referido al calentamiento global, la cerámica y la columna como un elemento de la arquitectura", concluye.