Conjunto colombiano está de gira por el Cono Sur:

El Colegio del Cuerpo comparte con estudiantes en la sala Zegers

El Colegio del Cuerpo comparte con estudiantes en la sala Zegers

"Seguramente han oído hablar mucho de Colombia en un sentido negativo, las noticias malas son las que viajan más rápido, y los noticiarios seguramente hablan mucho de violencia, de narcotráfico, de secuestro. Pero nuestro país, como todos los países del mundo, es un país lleno de problemas pero también lleno de posibilidades, de belleza, de talento, de poesía, de prodigios. Y nosotros creemos que la muestra de lo que hacemos y de lo que son nuestros jóvenes y del trabajo que hacemos en Cartagena de Indias es parte de las buenas noticias de Colombia".

Las palabras son del bailarín y coreógrafo colombiano �?lvaro Restrepo, uno de los directores y fundadores del Colegio del Cuerpo que está de paso por primera vez en Chile, en medio de su gira al Cono Sur, y compartió con los estudiantes de danza un encuentro este martes 6 de noviembre al mediodía junto a algunos bailarines de la Compañía que dirige con Marie France Delieuvin en la sala Isidora Zegers, en una actividad organizada por el Departamento de Danza de la Facultad de Artes.

Fundado en 1997, el Colegio del Cuerpo ha trabajado desde sus inicios con niños y jóvenes de escasos recursos de Cartagena de Indias, ciudad donde el 70 % de la población vive bajo la línea de la pobreza. Allí se han abocado principalmente a dos vertientes de educación no formal y sin ánimo de lucro: la formación "para" la danza y la formación "con" la danza.

La formación "para" la danza desarrolla la dimensión propiamente artística, formando a los jóvenes para ser bailarines o coreógrafos. "Tal vez es el primer grupo que se ha formado desde la infancia en los lenguajes de la danza contemporánea y no del ballet clásico. Desde el inicio estos muchachos empezaron a formarse no sólo como interpretes sino también como creadores, también queríamos que desarrollaran su personalidad artística y creativa", dice Restrepo.

Ellos conforman la Compañía del Colegio del Cuerpo, el "grupo piloto". Algunos de los que comenzaron en 1997 siguen hasta hoy y están próximos a graduarse de manera profesional gracias a un convenio con la Universidad de Antioquia en Medellín, que convalidó sus ocho años de experiencia en el Colegio del Cuerpo al momento de ingresar y con dos años universitarios ya cumplidos están punto de obtener su título. Así se cumplen los 10 años que María Graham creía que debía estudiar un bailarín para ser un bailarín maduro.

A su vez, la formación "con" la danza busca insertar este lenguaje en los centros educacionales tradicionales. �?lvaro Restrepo señala: "La educación con la danza es lo que nosotros consideramos que puede ser nuestra contribución como artistas pedagogos del cuerpo a la educación tradicional de todos los seres humanos".

Esta dimensión de su trabajo ha sido apoyada entre otros por el gobierno de Japón, que donó un millón de dólares a través del Banco Mundial a la corporación para que lleve a cabo su plan de educación corporal integral en siete centros educacionales de bajos recursos. "Está mucho más orientado a la prevención y educación integral del cuerpo, que a detección de talentos...todo lo que implica vivir y habitar un cuerpo con dignidad, con plenitud", explica Restrepo.

Vínculo con la vida

Luego de la introducción de �?lvaro Restrepo, se exhibieron dos videos con el testimonio de Viridiana, una de las bailarinas del Colegio del Cuerpo que ingresó muy joven y que es oriunda del barrio Nelson Mandela de Cartagena, un barrio muy pobre de personas en situación de desplazamiento a raíz de la violencia que se vive en dicha zona y de condiciones de vida muy precarias. Barrio en el que "hasta el agua llega con sed", dicen, pero en el que la bailarina supo dar un sentido a su vida gracias al Colegio del Cuerpo.

"Marie France dice con mucha frecuencia algo que me parece importante y es que esto no es un proyecto social, es un proyecto de sociedad. Hay una diferencia muy clara porque los proyectos sociales en general son proyectos de caridad, que dan algo, unas limosnas, ayudan a la gente a sobrevivir, pero no la ayudan a vivir. Nosotros pensamos que más que un proyecto de caridad es un proyecto de calidad, cuando se hace caridad sin calidad seguramente es mediocridad y es limosna. Y esto no tiene nada que ver con eso, al contrario, se ha tratado de llevar a estos muchachos a los niveles más altos de lo que nos ha sido posible", afirma Restrepo.

El bailarín y coreógrafo dice que también el nombre escogido para la corporación le ha dado un carácter muy afín a sus propósitos. "El hecho de haber llamado a nuestro centro Colegio del Cuerpo y no academia de danza o escuela de danza nos ha dado también las claves de lo que estamos construyendo, el colegio en su acepción más universal que viene del latín colligere, que quiere decir reunir, o una comunidad de personas revestidas de la misma dignidad, y cuerpo y no danza porque para nosotros la danza es solamente uno de los muchos lenguajes por los que puede hablar el cuerpo".

Restrepo agrega que el hecho de hablar del cuerpo y no de la danza ha hecho que instituciones como el Banco Mundial o agencias internacionales que generalmente no financian proyectos artísticos se hayan interesado en la educación con la danza y en una educación para la danza.

Con demostraciones de ejercicios y dos coreografías, los bailarines colombianos continuaron exhibiendo parte del trabajo que realizan en Cartagena de Indias. "Yo siempre les digo a los muchachos que no han venido al Colegio del Cuerpo a aprender a bailar, ellos bailan desde que nacieron, desde que están en el vientre de la madre. En el Colegio del Cuerpo han venido sobre todo a aprender a pensar y aprender a pensarse, a pensar su oficio y a reflexionar sobre para qué le sirve un bailarín a la sociedad, que le puede aportar un artista del cuerpo a una sociedad", afirma el director del conjunto.

Restrepo agrega que "en la clase, además de transmitir los elementos técnicos, estamos también relacionando eso con la vida, que pasa en una clase de danza, para quién estoy esculpiendo todos los días, cuál es el sentido de la repetición cotidiana, qué pasa cuando estoy trabajando con el cuerpo de otra persona".

En tanto, la co-directora, bailarina y coreógrafa francesa Marie France Delieuvin, sostuvo que en un principio ella no tenía presente esta motivación social, de un arte tan vinculado con la vida, pero que con su experiencia en Colombia cambió su perspectiva: "Tú puedes ver de un día a otro a un niño cambiar porque tú lo tratas de manera distinta, lo pones en situación creativa, entonces de una persona asustada se vuelve dueño de su cuerpo, de su vida...yo pienso que esa es la revolución que el arte puede llevar a la gente, a todos pero especialmente a la gente en situación difícil, considerar el mundo del punto de vista del creador, que a partir de este momento se vuelve creador de su propia vida", afirma.

La jornada finalizó con una ronda de preguntas que incluyó la intervención de dos emocionados bailarines (un chileno y una colombiana) que le agradecieron a Restrepo el inspirador ejemplo de haber comenzado a estudiar danza tan tarde, a los 24 años, y sin embargo haber tenido éxito. "Las vocaciones tardías son las que se asumen con más fervor... Uno lo que más oye es que soy no sé qué frustrado y yo pienso que la frustración es algo que tenemos que erradicar de la vida y de la educación", concluyó.

Continuando con sus actividades en nuestro país, el Colegio del Cuerpo se presentará gratuitamente en el Museo de Bellas Artes, el miércoles 7 de noviembre a las 19:00 hrs.

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