Primero estudió piano, pero cuando conoció el arpa no la soltó más. "A todos lados llevo mi arpa", dice. Desde los 8 años el músico paraguayo Sergio Méndez (1990) pulsa las cuerdas de este ancestral instrumento, descendiente de la lira, que cautiva por su sonido melodioso, diáfano como una mañana de campo, festivo y delicado.
Proviene de un país donde el arpa posee una importancia histórica y cultural. A la llegada de los españoles, los nativos descubrieron el instrumento y se apropiaron de él, comenzando a fabricarlo por su cuenta, con madera americana y otras variantes. Así nació el "arpa paraguaya", que tuvo su desarrollo propio paralelo al arpa clásica europea, y que hoy tiene plena vigencia.
"El arpa es un instrumento bravo allá, que nos representa en todo el mundo. Es como una embajadora de Paraguay", afirma Sergio Méndez, quien habla en forma tímida, sencilla, sin ningún aspaviento. Se muestra llano y solícito a interpretar una pieza, a pesar de las 31 horas de viaje en bus que trae encima. "Me gusta muchísimo el arpa", agrega luego, antes de que corroboremos esa pasión al verlo tocar con desenvoltura y mucho talento.
Méndez prefiere tocar como solista, aunque ha sido invitado a varias giras por distintas ciudades de Brasil, Argentina y Chile con conjuntos folklóricos. El primer lugar que visitó fue Calama, con el Ballet Pycasu. Pero no sólo le interesan las piezas folklóricas de su país. "Me gusta siempre la música paraguaya, pero también me gusta tocar música de otros lados". Sostiene que le interesa promover el arpa para composiciones internacionales, música chilena, argentina, entre otras. Así, su repertorio tiene una rica variedad que pasa por tonadas, salsa, polcas paraguayas e incluso rock con una selección de los Beatles.
Acompañado de sus padres, aloja en casa de la arpista Fabiola Rodríguez, que se desempeña como profesora del plan vespertino de la Facultad de Artes. Ella es la responsable de su visita y se ocupó hasta de hablar con el chofer del bus para que cuidara bien del arpa de Sergio. Quiere comenzar a despertar un mayor interés en nuestro país por este instrumento, de escasa difusión y que solo es posible estudiarlo en la Universidad de Chile. "Soy una enamorada del arpa", confiesa, y está feliz de traer a su joven amigo, que se presentará el domingo 8 en el Centro Cultural Metropolitano en un encuentro denominado "Semana santa en arpa" a las 12:00 hrs. y luego el lunes 9 en la sala Isidora Zegers (Compañía 1264) a las 19:30 hrs.
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