Serigrafía, instalación y escultura:

Egresados del DAV exponen sus miradas sobre lo urbano en Chillán y Santiago

Egresados DAV exponen sus miradas sobre lo urbano en Chillán y Stgo

Relacionarse con los fenómenos materiales que suceden dentro de sitios eriazos o peladeros, bajo una temática territorial situada en la periferia, es lo que busca el artista visual Emilio Moreno Rojas con su exposición Paisaje Eriazo que hasta el 4 de enero se podrá visitar en la Galería de Arte Guillermo Núñez

Una muestra compuesta de tres secciones con serigrafía sobre metal (aluminio) y trabajadas mediante un tratamiento de ácidos. La primera pieza, está constituída por una imagen a gran escala, compuesta por ocho planchas de aluminio unidas por eslabones, y que a distancia arman la imagen de cables de tendido eléctrico que cruzan el cielo, traducido en una trama de puntos que es usual en la serigrafía. 

La segunda sección, consta de 14 planchas de aluminio, sobre las que se imprimen en serie la imagen de cardos y malezas que se dibujan por el aluminio, rodeado por el óxido del ácido. Finalmente, la última muralla muestra un tríptico de experimentos anteriores, bajo el mismo procedimiento, como partes de paisajes tratados en metal.

“La muestra se caracteriza, por presentar y trabajar directamente las matrices metálicas de grabado como objetos que funcionan, más allá de la impresión en papel, como obra y piezas independientes”, acotó el expositor, quien además explicó que, “todo el desarrollo de este trabajo fue siempre pensado y tratando la obra como parte de mi proceso de memoria, por lo que gran parte de la muestra fue trabajado en torno a mi línea de trabajo como estudiante, a la vez que iba desenrollando mis intereses a futuro y consolidando ideas”.

A pesar que Emilio Moreno Rojas se mantuvo un periodo bastante alejado del proceso artístico más duro, este artista retomó sus obras, considerando que “dicha distancia es también parte del resultado, me entregó herramientas y tiempo para pensar, decantar ideas que confluyeron eventualmente en una obra que se pudo sostener de manera más formal”, puntualizó.

De allí que sus motivaciones por lo territorial, que surgían siempre que pensaba en su quehacer artístico, perseguían una identificación para  encontrar un punto de partida o referente que pudiera abordar con propiedad -siempre con intenciones más biográficas- las que luego se tradujeron en una búsqueda material.

Por ese motivo Paisaje Eriazo busca ser “el reflejo de un escenario frecuente, cotidiano de eriazos y peladeros que nacen al final de la ciudad, de la tierra, del material de construcción que se hiere y brota junto a lo natural que se le resiste”, cuenta el artista. 

A partir de esto aborda conceptos como corrosión, fragmentación y la resistencia de los materiales, así como el contraste entre el brillo pulcro metálico y lo azaroso o natural que surge desde el ácido.

“Las imágenes que trabajo y la experiencia completa que busco compartir al momento de gestionar la exposición, es la de explorar un sitio baldío, de los gestos, de las miradas que se van turnando constantemente entre suelo y horizonte; miradas puestas en el detalle y en la distancia; y de la mirada que encuentra tesoros en materiales peligrosos. Estas piezas de montaje, son entonces exploraciones que realizo desde el grabado para darle alcance a dichas sensaciones”, indicó Moreno.

Una exposición que aunque en un principio no contaba con un eje curatorial consciente, luego de verla montada y en conversaciones con los visitantes, Emilio Moreno Rojas, visibiliza como eje, “la exploración urbana (desde esta inquietud territorial) que se emplaza junto a la mirada gráfica, que busca abordar el espacio público como referente personal y traducirlo en un lenguaje que me enseñó el grabado, y buscar un punto medio en eso. Finalmente son proyecciones que hago de una disciplina a otra como lenguajes que se encuentran, proyecciones que hago del grabado a la calle y de la calle al grabado”, concluyó el artista.

La invitación es a visitar la exposición Paisaje Eriazo de Emilio Moreno Rojas que desde el 15 de diciembre al 4 de enero se exhibe en la Galería Guillermo Núñez ubicada en  Av. José Miguel Carrera #12552, El Bosque. La entrada es liberada.

En Chillán

Sé que voy a tener que hacer cosas peores todavía se titula la muestra del egresado del DAV, Alfonso Carrera, que desde el  22 de diciembre hasta el 19 de enero, se presenta en la sala de exposiciones Rosita Renard del Museo Claudio Arrau de Chillán.

 Este artista visual exhibe tres obras de carácter instalativo y escultórico. La primera lleva por nombre “Todas mis cámaras y fotografías destruidas con fuego”, que tal como expresó su creador “es precisamente eso. Es una pieza muy importante para mí porque representa a la fotografía al acecho de sí misma, y a mi experiencia como fotógrafo buscando mantener una práctica exhaustiva que me ha mantenido fascinado con la violencia y su intensidad en muchos sentidos, preguntándome siempre qué estoy dispuesto a hacer para obtener determinada imagen. Lo extenuante de este ejercicio está representado en esta obra, que fue mi examen de egreso del taller de fotografía hace un año”.        

Las otras son dos obras nuevas: Retrato familiar 2022 y Chillán Esquizo-paranoide, que se nutren de la idea de mobiliario disciplinar o arquitectura hostil, “aunque desde su versión más artesanal y a menor escala: incluyen ensambles de alambre de púas, vidrios rotos, puntas de metal, etc. Con ellas intento señalar cómo los procesos de hostilización urbana van determinando nuestra disposición psicológica, empujándonos hacia la paranoia y poniendo en crisis los vínculos interpersonales”, explicó el artista.         

De allí que la primera de ellas sea abordada a través de copias directas de las cabezas de su familia y de él mismo hechas en yeso, intervenidas con puntas de vidrios rotos tal como se usa en las poblaciones sobre las panderetas de cemento. En la segunda realizó un ejercicio de armar el mapa o la forma cartográfica de Chillán usando malla y alambres de púas. “Me interesa mostrar objetos cuya manipulación es imposible o peligrosa”, puntualizó el expositor.

Estas obras son las primeras incursiones de Alfonso Carrera en la escultura e instalación a esa escala. “Muy lentamente he ido transitando desde la fotografía hacia la creación de volúmenes y objetos, primero haciendo pequeñas piezas o ensamblajes con el único objetivo de fotografiarlos, y ahora haciendo piezas que se salen de la categoría de ‘prop’ o utilería para una pieza visual, y que van teniendo un fin y una existencia más autónoma. Creo que de manera muy orgánica he ido acercándome a este otro plano de representación, lo que es muy estimulante creativamente hablando”, señaló.

Es así como en “Sé que voy a tener que hacer cosas peores todavía'' Carrera aborda el tema de su ciudad, Chillán, y trata de diversificar la representación que ha tenido desde las artes, muy ligada al costumbrismo y a una concepción muy rígida de lo patrimonial. “Prefiero referirme al peligro y la desolación de crecer en una ciudad que no te ofrece nada si eres joven, en vez de reproducir un ideario patrimonial que considero absurdo y en crisis. Hay mucha activación cultural en Chillán desde que Ñuble es región, pero queda mucho por hacer en términos de pensar la ciudad sin tener que hacerse cargo de la representación que históricamente ha tenido desde lo patrimonial, que para mí es más bien una ficción cuyo público objetivo es también impreciso o hasta imaginario”, indicó el egresado del DAV.

Para finalizar agregó que “me interesa apelar a una audiencia local que comparte esa inquietud, y también plantearme como poblador de la periferia chillaneja, cuyo paisaje siempre ha estimulado mi imaginación. Son trabajos que tienen una sensibilidad contemporánea, distintos hibridajes que tampoco responden a una tradición formal o estricta. El tema de la violencia ha sido determinante en mi trabajo y lo he ido articulando mucho más durante el último año, estudiando los trabajos de Sergio Rojas (filósofo y académico de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile)”.

Sé que voy a tener que hacer cosas peores todavía contó con un proceso curatorial que fue acompañado por Amara Ávila (directora CECAL U. de Concepción y gestora cultural) y Jacob Cortez (Artista visual), con quienes Alfonso Carrera compartió varias de las reflexiones contenidas en los trabajos.

La invitación es a visitar la exposición Sé que voy a tener que hacer cosas peores todavía de Alfonso Carrera en la sala de exposiciones Rosita Renard del Museo Claudio Arrau de Chillán, ubicado en Claudio Arrau 558, Chillán, región de Ñuble.

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