Draco Maturana, uno de los primeros egresados de la Facultad de Bellas Artes

Draco Maturana, uno de los primeros egresados

La Facultad de Artes de la Universidad de Chile no fue siempre como se le conoce. En 1942, cuando el pintor Isaac Rogelio Maturana, más conocido como Draco Maturana (84 años)  ingresó a estudiar la carrera de Licenciatura en Bellas Artes, con mención especial en Litografía y Grabado, existía la Escuela de Bellas Artes, primera institución creada para la promoción de las artes en Chile, ubicada en el actual Museo de Arte Contemporáneo, (MAC).

Fue alumno regular durante cuatro años y paralelamente estudiaba en el Instituto Secundario de la misma casa de estudios. Esos años estuvieron llenos de aprendizajes y crecimiento, y forjó grandes amistades con músicos que estudiaban junto a él. En 1954 recibió su título reconocido por el Museo de Bellas Artes, luego de realizar una obra en público y una exposición, siendo uno de los primeros egresados de su carrera.

"Esta parte fue muy importante para mi, tanto porque allí estudiaban alumnos de edades cercanas a la mía de otras escuelas de la facultad y que tenían ya una formación en su arte (música y danza), altamente profesional y yo era un ignorante aprendiz", relata Draco.

En todo ese período, Draco Maturana, que además es hermano del Premio Nacional de Ciencias Naturales (1994), Humberto Maturana, tuvo como profesores a destacados nombres, entre los que figuran Israel Roa, ganador del Premio Nacional de Arte de Chile en 1985, Gustavo Carrasco, Gregorio de La Fuente y Laureano Guevara. Asimismo, estudió en el mismo tiempo que lo hiciera Hardy Wistuba, quien se destacara por sus acuarelas, José Balmes, Premio Nacional de Arte 1999 y José Venturelli, renombrado pintor y grabador.

Draco cuenta que mientras estudiaba "el espíritu dominante en mi percepción de escuela era: "usted es Pintor...pinte", muy distinto a lo que yo veía en mis amigo/as del conservatorio donde todo estaba lleno de técnica, de reflexión y análisis. Más tarde descubrí que en la escuela había una magnífica biblioteca (que desgraciadamente se incendió años más tarde) y allí comencé a encontrar respuestas a mis preguntas. Había libros técnicos con todos los aspectos del arte de pintura y sobre todo una magnífica colección de grandes reproducciones de dibujos y bocetos de los grandes maestros. Todo eso me mostró que ´mi arte´ merecía tanto estudio y reflexión como la música o la danza".

Tras darse cuenta del difícil campo laboral de los artistas, decidió estudiar Ingeniería "con la decisión de nunca trabajar después de las cinco P.M y el resto del día ser Pintor". Y así lo hizo. "Mientras estudiaba ingeniería estudié grabado en la Escuela de Artes Aplicadas con Marcos Bontá, y todo lo que pude con los otros maestros se cerámica y esmalte", relata.

Siendo ingeniero pudo exhibir en Chile y el extranjero, eso hasta el golpe de Estado. Cuenta que además hacía trabajos de astronomía y biología, entonces "para las autoridad de la época la conclusión fue clara: terrorista. Tuve la suerte que nadie (o casi nadie) conocía mi nombre real, el de mi identidad legal y esto me permitió seguir viviendo en mi país. Así fue que estudié Psicología en U. Católica, lo que me permitió sobrevivir en mi país, viajar y afuera ser de nuevo Draco Maturana", declara.

Y agrega que "me vi en una situación muy curiosa. Pues estaba en Chile pero, no podía estar. Luego no podía aceptar hacer algo en la nueva escuela de Bellas Artes, tenía las salas de exposiciones locales cerradas para mi, por ello toda mi actividad plástica emigró al extranjero. Cuando volvió la ´democracia´  tuve todas las puertas cerradas porque no era un ´artista retornado´ y quizás hasta sospechoso. Me transformé en lo que soy: en el desconocido Artista del Sur, lo que no está nada de mal tampoco".

En su trayectoria como pintor, Draco recibió el primer premio Dibujo y Grabado en el Salón Anual de la Escuela de Bellas Artes en 1946, y el primer lugar en el Salón Oficial, sección Dibujo y Grabado en 1952. En los años de dictadura, sus pinturas se expusieron en Europa, principalmente en Alemania y recién en 1991 sus obras fueron volvieron nuevamente en Chile.

Es autor de los murales del departamento de Psiquiatría infantil del Hospital Calvo Mackena, una serie de pinturas y esculturas hechas durante la construcción de centrales de Endesa, todos borrados o destruídos. En 2012 recibió el premio de Extensión Cultural 2013 de la ciudad de Castro, lugar donde reside actualmente.

Su última exposición la realizó durante el mes de julio y agosto del presente año y se tituló "La pintura en tiempos de cólera". La muestra exhibió parte de obras realizadas en entre 1973 y 1989 y otras recientes, con motivo de los 40 años del golpe militar. 

 

 

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