Exposición se podrá visitar hasta el 12 de enero:

Nury González: "Chile está lleno de exilios metafóricos"

Nury González: "Chile está lleno de exilios metafóricos"

"Soy una artista de procesos lentos", dice Nury González al preguntarle por el origen de Sueño de una noche de verano, muestra que se presenta en D21 Galería de Arte y que contempla la exhibición de una serie de propuestas realizadas a partir de los fieltros que esta artista comenzó a confeccionar a principios de 2010. "El fieltro es la primera tela de la historia, y antiguamente se producía por la presión del pie sobre los vellones que los hombres usaban para caminar, lo que sumado a la humedad del pie y a la grasa de la lana, hacía que éste se fuera apelmazando hasta dar forma al fieltro. Eso lo descubrí hace más de diez años y me quedó dando vueltas en la cabeza hasta que Constanza Urrutia hizo un Taller de Fieltro en el MAPA, al que asistí un par de veces para aprender los básico de esta tela", dice.

Así, en el verano de 2010, esta académica del Departamento de Artes Visuales puso en práctica lo aprendido para hacer fieltro con la lana cardada que había comprado, decidiendo confeccionar la tela más grande que su cuerpo pudiese resistir. "Para mí era fascinante la idea de que la lana que se le sacaba a una oveja pudiese construir un soporte, soporte que en pintura es clave", dice esta artista que terminó con la espalda destruida porque el proceso de confección de esa tela "exige mucha fuerza y es muy agotador. Lo impresionante es que mientras amasaba los vellones a orillas del Riñihue, no podía evitar pensar en que eso era como la metáfora de este país, donde al parecer ya no hay trama ni urdimbre, una cuestión sobre la que estuve reflexionando durante todo el año 2010", agrega.

Las obras

A partir de ello fue que esta artista y académica del Departamento de Artes Visuales comenzó a dar forma a las distintas propuestas que expone en Sueño de una noche de verano, entre ellas, una serie de fieltros grises con los textos Al hilo del pensamiento, El hilo de la historia, Perder el hilo, Un hilo de sangre y Con el alma en un hilo, frases afieltradas manualmente por Nury González en el verano de 2011 para aludir, entre otras cosas, a la principal característica del fieltro: la ausencia de hilo. Junto a éstos, además se exhiben siete pequeñas pizarras que contienen dibujos realizados con tizas, "textos borroneados o especies de esquemas que parecieran tratar de explicar cómo operan las tramas", cuenta Nury González.

Los acontecimientos que siguieron a ese verano, marcados principalmente por las movilizaciones estudiantiles, originaron otra de las propuestas que presenta en D21, la que está conformada por siete fieltros blancos con una letra en rojo cada uno que, en su conjunto, forman la palabra EXILIOS. "Un exilio no es que sólo te expulsen de un lugar, porque también vives exilios dentro de tu propio país. Y eso es lo que siento cuando veo que celebran que Chile crezca al cinco por ciento cuando no se han resuelto cuestiones básicas como el acceso a la salud o a la educación. Entonces, unos viven un exilio permanente en su propio país, donde las brechas con los otros son cada vez más grandes", dice sobre ese trabajo realizado en el verano de 2012 y que además contempla una grabación en la que esos fieltros se ven flotando en las aguas del Riñihue.

"Una a una fui tirando las letras que conforman la palabra exilio, y esa palabra, que parte ordenada, producto de la corriente termina desordenada en la otra orilla del lago, en el borde/frontera/fisura, que puede ser leído como metáfora del exilio", agrega esta artista que, en paralelo, retomó una práctica que en los años 80 y 90 era habitual para ella: preparar distintos soportes para imprimir sobre éstos. "Quise serigrafiar imágenes del cruce fronterizo entre España y Francia sobre fieltro industrial rojo, pero por sus características no pude hacerlo. Por eso trabajé sobre otros soportes, armando esta propuesta por capas, calces y descalces", cuenta sobre las serigrafías sobre algodón, tul y entre tela sobre fieltro industrial que presenta en D21.

Por último, Nury González trabajó con una antigua sábana que compró en Toulouse -"una increíble sábana rota que podría haber sido de mi abuela", dice esta artista, haciendo referencia a su propia historia como descendiente de inmigrantes españoles republicanos refugiados en el sur de Francia- para dar forma a otra de las propuestas que exhibe. "Esa sábana rota, que está cortada y remendada, tiene un texto que dice El que sueña puede más que el que no sueña, la misma frase que usé en la obra que presenté para la Trienal. Ése es el único trabajo con telas que está enmarcado, atrapado entre vidrio,  por decirlo de algún modo, porque todo lo demás es la propia materialidad y la manualidad puesta a la vista", añade.

¿Cuál es el valor que da a la manualidad en este proceso?

La similitud que tiene con la pintura, porque está presente ese desplazamiento, esa estructura básica de la pintura o del dibujo. Es decir, poner el vellón rojo sobre el blanco para hacer una letra es igual a estar con el pincel. Ése es el mismo gesto que se repite en los fieltros con frases, textos que además de hablar de la característica del fieltro, se vinculan a la noción de exilio, pero en términos poéticos, no dramáticos. Algo similar sucede con las imágenes que, aunque uno no sabe muy bien de dónde son, transmiten, por ejemplo, esa inocencia que tienen los niños que, en este caso, aparecen mirando hacia cualquier parte mientras a su alrededor todo es caos. Cada vez que veo esa imagen no puedo evitar pensar que quizás fue así como salió mi madre de España.

Una sensación similar a la que le produjo la sábana, que, como usted dijo, podría haber sido de su abuela.

Cuando viajo, siempre visito a una prima que tengo en Toulouse, y con ella encontramos esta sábana increíble que perfectamente pudo haber sido de mi abuela. Me la traje en 1998 pensando en que algún día haría algo con ella, lo mismo con las imágenes, las que encontré en 2009 también de Toulouse. La sábana y las imágenes son cosas que he recuperado en distintos años de mi vida, pedazos, fragmentos de historia que uno trae, que vienen con uno y que obviamente se vincula a mi historia. Por eso es que para mí hay cosas que no pueden pasar desapercibidas, como el que en Chile parecieran coexistir dos edades históricas, porque eso te habla de exiliados, principalmente de los exiliados del Chile pujante e híper tecnológico. La ley de Pesca es un claro ejemplo. Siete familias que se quedan con el mar de todos los chilenos mientras los pescadores artesanales, que no entienden que el mar ahora esté fragmentado sólo para algunos, quedan con unas pocas cuotas. Por eso creo que Chile está lleno de exilios metafóricos, de dualidades y contradicciones, como el fieltro manual frente al fieltro industrial, un ejemplo más de ese contrapunto que coexiste en este país: manualidad/industria.

Con entrada liberada, Sueño de una noche de verano se podrá visitar hasta el 12 de enero en D21 Galería de Arte, ubicada en Nueva de Lyon 19, departamento 21, Providencia.

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