"Uno de los trabajos que expondré en esta muestra es el resultado de una acción que realicé durante un año y que consistió en grabar y almacenar todas las conversaciones que tuve en espacios no habitacionales, es decir, en espacios a los que tenía acceso el público general", cuenta Rainer Krause sobre una de las propuesta que exhibirá en esta exposición y que se vincula directamente a la intervención que realizó en la Sala CNI del MSSA en octubre de 2011 (ver contenidos vinculados), espacio en el que instaló una silla y colgó de ésta un chaleco con la frase Conciudadanos, conciudadanas: para su mejor atención, toda conversación conmigo puede ser grabada mientras en paralelo, y usando un chaleco negro con ese mismo texto en blanco, comenzaba a grabar los archivos que un año después darían origen a 1 terabyte.
Así, de octubre de 2011 datan las primeras conversaciones que este académico grabó para dar forma a la exposición que presentará en la Sala Juan Egenau, espacio en el que se podrá apreciar, entre otras cosas, el disco duró de un terabyte en el que almacenó los casi 800 archivos que acumuló durante estos meses. "El disco duro en sí mismo es como una escultura de arte minimal, un paralelepípedo negro relativamente pequeño que contrasta con la gran cantidad de información que está ahí contenida", dice este artista, agregando que "lo importante es que, aunque uno sabe que los archivos están grabados y guardados allí, no puede acceder a ellos, no los puede escuchar. Entonces, sin ser un archivo secreto, éste sí es un archivo cerrado".
Sin embargo, y a través de un texto que Rainer Krause instalará en uno de los muros de la Sala, quienes asistan a esta exposición sí podrán saber en qué lugares fueron grabadas esas conversaciones. "Se trata de un listado muy largo que contiene todas las ubicaciones por mes, antecedentes que permiten hacer ciertas relaciones y, sobre todo, instalar una paradoja interesante porque aunque uno normalmente piensa que un archivo es sobre las otras personas, éste podría decir más sobre mí que sobre quien está siendo grabado", explica este académico del Departamento de Artes Visuales que además instalará un chaleco blanco sobre una silla similar a la que usó en el MSSA como referencia a esa primera exposición y también como nexo con otra de las propuestas que exhibirá: una instalación sonora conformada por una mesa y cinco parlantes.
"Lo que se escuchará es sólo el sonido del desplazamiento de la mesa, un sonido muy chillón y molesto, a lo que se sumará un tercer trabajo que consiste en una pequeña tarjeta de memoria que pondré en uno de los muros junto a un pequeño texto que dice Mi firma en alta resolución", cuenta Rainer Krause sobre esa tercera propuesta con la que busca cuestionar el concepto de autoría en el arte contemporáneo, especialmente cuando la obra se origina a partir de un archivo. "Aunque la iniciativa es mía, el material no es creado por mí porque se produce a partir de mi contacto con mi alrededor. Entonces, la pregunta que tenemos que hacernos es qué importancia tiene hoy, en el marco de estas nuevas prácticas artísticas, la noción del artista como alguien que firma la obra, que finalmente hace el arte", concluye este artista y académico.
Con entrada liberada, 1 terabyte se inaugura este martes 20 de noviembre, a las 18:30 horas, en la Sala Juan Egenau (Las Encinas 3370, Ñuñoa, al interior del Campus Juan Gómez Millas de la Universidad de Chile), espacio en el que se podrá visitar de lunes a viernes, de 10:00 a 21:00 horas, hasta el próximo viernes 30 de noviembre.