"Este trabajo se soporta, conceptualmente, en una historia que delimita su sentido y extensión formal: las imágenes capturadas y reconstruidas reflejan la construcción y ruina provocada por el paso del tiempo y la acción humana. La forma de relato visual genera una trama, una secuencia de capas que dan lugar a otra historia, una que cada lector construye", señala el artista visual y académico del Departamento de Artes Visuales, Patricio González, sobre "Doble Piel", publicación presentada en abril de este año y que pertenece a la Colección Relatos Visuales de Ediciones del Departamento de Artes Visuales.
Esta colección acoge publicaciones de carácter visual que contienen propuestas de obras pensadas para producción gráfica e impresión off set 1/1 color, y que a la fecha ya cuenta con libros de Jorge Gaete, Nury González y Arturo Cariceo. Patricio González supo de este proyecto a través de la convocatoria enviada a académicos del Departamento de Artes Visuales y, tras conocer algunas versiones iniciales del trabajo que estaba elaborando Jorge Gaete, decidió responder a esta convocatoria. "Recordé, entonces, proyectos realizados en papel años atrás y empecé a establecer vínculos proyectivos mediante algunas maquetas para acometer el llamado relato visual", recuerda.
Entre los años 1985 y 1990, este artista visual ya había trabajado sobre papel a partir de matrices construidas en cartón corrugado y otros, a través de los cuales le era posible seriar impresiones que servirían de base matriz para la construcción definitiva de su trabajo pictórico de aquella época. "Estos trabajos se caracterizaban por su exacerbado sentido gráfico, determinado por la imagen impresa que, posteriormente, era alterada o afectada por zonas menores de color, planos y elementos tipográficos agregados", cuenta sobre esa experiencia en particular este artista y Director de Escuela de Artes de la Facultad de Artes.
"La apariencia definitiva se enmarcaba por la presencia del gris o, definitivamente, el negro como color dominante. Estos trabajos, que tuvieron su inicio en el blanco del pliego de papel, me mostraron lo atractivo y lo pleno de las posibilidades que nos puede ofrece la serialización, así como también el hecho de que la reproductividad, una imagen o un objeto multiplicado son definitivamente muy seductores en nuestro tiempo y cultura", agrega al respecto Patricio González, autor del libro "Doble Piel" que se presentó a mediados de abril del año 2010 junto a otras cuatro publicaciones de Ediciones del Departamento de Artes Visuales.
Profesor, ¿cuáles eran los desafíos que veía al trabajar en una obra cuyo pie forzado era ser pensada y trabajada para el formato y técnica de impresión de un libro?
En primer lugar, un libro tiene para mí una importancia determinante, desde mis primeros años de aprendizaje han estado a mi lado, los he coleccionado. La literatura, y en especial la ciencia ficción y la poesía, me han acompañado y enseñado casi todo lo que me importa saber, los libros son para mí objetos de conocimiento y culto, por tanto, un lector frecuente aspirará siempre a realizar su propia construcción escritural. Esto por sí solo se constituye en un gran desafío, luego fue necesario pensar en darle una forma y sentido a este relato visual. En el momento que comencé a elaborarlo, había finalizado recién el trabajo llamado "El clamor de lo Ilusorio", un ejercicio que se definió y desarrolló en la plenitud de la acción cromática. Por tanto, fue extremadamente difícil el comienzo: sufrí la síntesis de lo gráfico, la compresión extrema que provoca el blanco y negro. Superado este trauma inicial y después de los primeros diagramas, empecé a programar la constitución formal que tendría el relato, una selección temprana de las imágenes y la extensión acotada del formato que era preciso prever.
¿Y cómo fue el proceso de creación de esta obra? ¿Se relaciona con sus trabajos anteriores?
La cuestión primordial era alcanzar el status de relato visual y establecer las coordenadas que me pudieran permitir, en definitiva, la creación del contexto, la construcción y el despliegue significante de esta narración, ciñéndola a un entorno de dimensiones gráficas sin que este objetivo artístico -y a causa de su singular cuadratura- se me hiciera ajeno o distante a las constantes de mi propiedad autoral. Afortunadamente, tuve aquellas experiencias creativas anteriores, las que al rememorarlas me fueron señalando opciones de trabajo que reconocí como propias: eran huellas de un camino en parte recorrido. Recordé el relato entreverado de Vargas Llosa en "La Casa Verde", también en las secuencias por capítulos que tienen las novelas, el necesario descanso en una narración compleja. Así surgió la organización visual que tiene "Doble Piel". En cuanto a las series de imágenes y las secuencias desplegadas que conforman este trabajo, recopilé y construí muchas más de las que quedaron finalmente en el libro, reduje varias veces su cantidad y rehíce, otras tantas, su combinatoria. Dejé pausas y conecté los capítulos en pos de la unidad del todo. Hay una exposición de imágenes que se vincula con la estética del collage y que alude directamente a la totalidad de mis trabajos. Además creo que se puede leer como se lee un libro, página a página.
¿Qué fue lo que dio origen a las imágenes que dan vida al relato de "Doble Piel"?
"Doble piel" tiene su origen en series fotográficas recopiladas durante varios años, sin embargo, su destino definitivo no fue una certeza hasta el comienzo de este proyecto. Mi intención era emplearlas como parte de otro trabajo, pero cuando inicié este relato tuvieron conexión inmediata. Estas imágenes recopilan diversos momentos y estados de una pared, las fotos testimonian el accidente visual, el pasar del tiempo y los cambios de estado que la materia puede experimentar. Hay secuencias que recogen la humedad del muro después de la lluvia, otras relatan el despliegue de un papelógrafo subversivo y la acción de la intemperie, hierro y otras materias que afectan su superficie, pero, sobre todo, las múltiples superposiciones de capas de pintura. El muro ha recibido en su superficie una historia de incidentes, las últimas décadas han afectado de accidentes su trazado original, las protestas universitarias laten aún en el medroso verde de Grecia con Macul.
¿Por qué decidió titularlo "Doble Piel"?
La propia decantación formal de las imágenes tiene lugar en la lógica de la superposición de variados elementos: las capas más finas de una superficie pueden dejar ver las heridas de capas anteriores -mediante el bloqueo por opacidad-, una capa cubre a las otras. En la pintura clásica, al color se le define como una piel que cubre la apariencia y la convierte en presencia. La alianza entre la materialidad del referente y la gráfica que lo trastoca también aluden a una dualidad. Finalmente, un relato visual puede encubrir la presencia de otros, lo queramos o no.
El libro "Doble Piel" está a la venta en la secretaría del Departamento de Artes Visuales de la Facultad de Artes, ubicada al interior del Campus Juan Gómez Millas de la Universidad de Chile (Las Encinas 3370, Ñuñoa).
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