El próximo 10 de julio:

Estudiantes del Postítulo en Terapias del Arte realizan jornada de ayuda en Hualón

Estudiantes del Postítulo Terapias de Arte realizan jornada de ayuda

El pasado 27 de febrero el terremoto que azotó al sur de nuestro país provocó masivos actos de solidaridad. Cada persona según sus posibilidades y competencias intentó contribuir con las localidades más devastadas por uno de los sismos más grandes de la historia.  La académica y coordinadora del Postítulo en Terapias de Arte con mención en Arte Terapia, Pamela Reyes, sintió desde el primer momento la necesidad de ayudar. Por ello, junto a la psicóloga Yannina Gutiérrez, se  sumaron como voluntarias del Ministerio de Salud y partieron a la localidad de Dichato. A pesar de realizar esa labor sentían que podía hacer más, sobre todo como programa de Terapias del Arte, por lo que consiguieron recursos y organizaron una salida a terreno para el próximo 10 de julio a la localidad de Hualón, donde a través de la utilización del arte ellas y sus alumnos trabajarán para que la comunidad de la zona fortalezca sus lazos.

En esta entrevista la académica nos cuenta detalles de esta actividad y de su experiencia personal en la utilización del arte como medio de ayuda a la salud física y emocional de las personas en situaciones límites.

¿En qué consisten las actividades que usted está realizando en el sur y específicamente dónde las está desarrollando?
En marzo de este año yo convoqué a ex alumnas del programa en Terapias de Arte con mención en Arte Terapia a que me acompañaran a realizar un trabajo de voluntariado en la comunidad de Dichato, una de las zonas más afectadas por el terremoto del pasado 27 de febrero. Tras recibir sus confirmaciones nos coordinamos como voluntarios del Ministerio de Salud y llegamos a la posta rural de la comunidad de Dichato a trabajar con los funcionarios y también a contribuir con visitas domiciliarias y trabajo de salud mental de urgencia.

Lo que nosotros hicimos fue desarrollar talleres de arte terapia con funcionarios de la posta, doblemente afectados por su trabajo de servicio y como víctimas del desastre. También realizamos talleres de autocuidado con funcionarios municipales del Departamento de Salud de la ciudad de Tomé y otros con mujeres que en ese momento estaban viviendo en campamentos.

¿En primera instancia quienes participaron con usted de esta iniciativa?

Las arte terapeutas que trabajaron conmigo fueron Hannelore Groser y Nancy Moreno, todas tenemos una relación muy cercana con la provincia ya que una se crió en Concepción,  la otra vive en Talca y yo soy de Temuco.

¿Fue esa cercanía con la zona lo que las motiva para trabajar como voluntarias?
Sí, pero  yo siento que también nosotros como programa de Arte Terapia de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile tenemos un rol social y somos un área en donde el arte se utiliza como un medio de apoyo, cambio y desarrollo social también. Por ello lo sentí como una responsabilidad del programa.

Entiendo que la respuesta de la gente del sur a la llegada de actividades culturales y artísticas fue positiva, ¿Le sorprendió?
No, no me sorprende para nada. Primero porque yo vi en terreno que en general las necesidades básicas de alimentación en la crisis, los primeros meses e incluso las primeras tres semanas, en Dichato estaban resultas, por ejemplo comida ,vestuario, sanitarios básicos. Pero a su vez poder enfrentar esta adversidad implica satisfacer otras necesidades humanas es como decir "no sólo de pan vive el hombre" y el arte llega justamente a alimentar esas otras necesidades que tienen que ver con la posibilidad de asombrarnos nuevamente, de sentir experiencias nuevas, de divertirnos, de conectarnos unos con otros, de soñar, entonces en ese sentido esos elementos son súper necesarios. El ser humano no puede ser tal si no tiene también esos aspectos y yo creo que a veces en este país nos olvidamos de esto, entonces el arte llega a alimentar otras dimensiones de los seres humanos que tienen que ver con una posibilidad de vivenciarse a sí mismo desde otros puntos de vista, conectarse con otros aspectos ya que tras una situación de miedo y de terror es necesario volver a recuperar la confianza y sentir. Las personas vivieron experiencias límites y necesitan liberarse y procesar el estress volver a reconectarse con otros aspectos de la vida y el arte es eso, es una especie de piel que nos protege.

Pero tras la primera visita a Dichato, entiendo que usted siguió viajando a distintas localidades...
Nosotros continuamos viajando al sur y seguimos desarrollando trabajos de autocuidado, con equipos de salud mental. Para ello, recibimos apoyo también a través de la Facultad de Artes que redireccionó algunos fondos para el pago fundamentalmente de los pasajes.  Fue durante el mes de  mayo cuando empezamos a disminuir la frecuencia de nuestras visitas y comenzamos a planificar una salida a terreno con los alumnos del Postítulo en Terapias de Arte con mención en Arte Terapia.

¿En qué consiste ese trabajo?
 El 10 de julio vamos a hacer una salida a terreno porque a partir de nuestra  experiencia  en el sur articulamos dos asignaturas en el programa, una que se denomina Instituciones, grupos y comunidad y otra titulada Métodos y técnicas de Arte Terapia. Ambos cursos los fundimos en una actividad en terreno que consiste en irnos un sábado completo-el 10 de julio próximo- a trabajar en conjunto con una agrupación comunitaria de Talca, en una comunidad que se llama Hualón, que es una localidad campesina muy pequeña. Durante estos días nos hemos reunido  con los alumnos para planificar las actividades que vamos hacer con las personas en terreno.

Esta actividad fusiona propósitos académicos y sociales al mismo tiempo...
Cumple una doble función, por un lado nuestros alumnos aprenden haciendo a trabajar en temas de arte terapia en comunidad y por otro lado ofrecemos un servicio que  se enmarca en el espíritu permanente  de la Universidad de Chile como institución pública con responsabilidad social.

¿Cómo se financiará esta salida a terreno?
Con parte de los fondos que la Facultad nos otorgó para viajar a Dichato financiaremos la salida con nuestros estudiantes. Para trasladarnos solicitamos la van de la Universidad y ya nos dijeron que sí. Hemos recibido harto apoyo.

¿Cómo fue la recepción de los alumnos respecto a esta posibilidad de poner en práctica lo aprendido?
Buena. De hecho desde el primer día que empezó el año académico recibí correos de mis alumnos expresando su deseo de ayudar. Este interés obedece a que la mayoría de nuestros alumnos son artistas que tienen una vocación social y por eso se dedican a la terapia de arte. Yo creo ellos se lo esperaban y afortunadamente nosotros como profesores hemos podido organizarlo. Iniciativas como esta nos hace bien a nosotros, a ellos, a la comunidad y a la universidad.

¿Cuántas personas participan de la actividad?
Somos en total 13 personas. Viajan diez de nuestros alumnos,  dos profesoras y nuestro invitado, el académico  y escultor  Sergio Cerón, quien aceptó acompañarnos.

¿Qué expectativas tiene del viaje?
Yo creo que lo más importante es que seamos capaces de establecer un diálogo, de generar lazos de solidaridad, que nosotros estemos abiertos a conocer a la comunidad y a entregar las herramientas artísticas como un medio que enriquece y fortalece a la comunidad. Sin embargo, creo que lo más importante del trabajo comunitario es poder ubicarse desde una horizontalidad, que implica compartir distintas experiencias del mundo. Y ese encuentro está mediado por procesos que tienen que ver con la actividad artística como la creatividad, la imaginación, la metáfora, lo no verbal.

El nombre Arte Terapia posiblemente entrega detalles respecto a de qué estamos hablando, pero específicamente ¿en qué consiste el trabajo?
Lo que pasa es que el arte terapia es un campo muy amplio y tiene aplicaciones en distintos contextos y también distintas maneras de enfrentar el trabajo con personas. En este caso nosotros nos estamos insertando en el campo de arte terapia y temas comunitarios. Entonces básicamente lo que nosotros vamos a trabajar son todos los elementos que tienen que ver con fortalecer los recursos positivos de una comunidad, una comunidad que ha sido dañada, que ha sufrido una experiencia de estrés colectivo como fue el terremoto. La idea es trabajar respecto a cómo nosotros podemos generar a través de experiencias vinculadas con el arte, asociatividad, identidad, rescate de la memoria local, formas de protección y pensar la salud mental no solamente desde el punto del individuo sino de una forma mucho más colectiva. En ese contexto con quien estamos trabajando es con la profesora Yanina Gutiérrez, ella es psicóloga comunitaria, y dirige la cátedra de  Instituciones, grupos y comunidad. Reunimos su  experiencia en  trabajo comunitario con la experiencia nuestra en el uso de recursos artísticos y nuestros alumnos serán los voluntarios que realizan las actividades.

Imagino que este trabajo y los objetivos también son distintos a los de los primeros viajes, por ejemplo...
Como señalé  han sido  experiencias de recursos artísticos en apoyo a personas afetadas por el terremoto, pero en distintos contextos. La primera vez que nosotros fuimos a Dichato tuvimos que hacer atención de crisis, debido a las circunstancias en que nos encontrabamos.  Inclusive utilizando recursos artísticos teníamos que trabajar con las personas para contener, apoyar, favorecer el desahogo y el arte estaba en función de eso. Las otras veces que hemos estado viajando hemos estado trabajando el tema del autocuidado, es decir, cómo los equipos de salud mental a través de los recursos artísticos se cuidan a sí mismos y además adquieren algunas herramientas que puedan utilizar en su trabajo cotidiano.

Y personalmente ¿Cómo ha sido la experiencia de trabajar ayudando?
Yo creo que como profesional de la salud y del arte, simplemente no lo pensé mucho y fue una necesidad estar donde uno siente que debe estar. Para mí es una responsabilidad y desde el comienzo lo pensé así. Ahora que mis colegas arte terapeutas se hayan motivado me parece fantástico y que los alumnos también y por ello podamos hacer una suerte de actividad más académica es genial. Si tuviéramos más recursos podríamos desarrollar un programa permanente en terreno. De hecho, en un momento lo pensamos como un programa a largo plazo pero no se daban las condiciones, no teníamos la capacidad para poder desarrollarlo, así que al final decidimos que esta experiencia del primer semestre es lo máximo que podamos dar en un voluntariado, pues como te señalé no tenemos las condiciones para proyectar un trabajo porque es tiempo, energía, hay que conseguir recursos, es coordinación, y la verdad es que en este momento no tenemos esas condiciones.

¿El programa no comprende actividades en prácticas?
Poco a poco hemos ido incluyendo actividades prácticas, por ejemplo hay una asignatura que dirigen las profesoras Grimaldina Araya y Daniela Gloger que tiene en su segundo semestre lo que nosotros llamamos pre prácticas educacionales, es decir, trabajo de unas breves sesiones con niños en escuela, donde el foco allí es el acompañamiento creativo. Además como nuestro programa es de especialización tiene un semestre de práctica.

Usted señaló que con esta actividad del 10 de julio pretenden finalizar lo que han sido las labores de ayuda utilizando herramientas del arte terapia, sin embargo, a nivel personal ¿desea continuar prestando ayuda en esas zonas?
Sí, o sea yo cierro la parte de la universidad pero quiero seguir trabajando en proyectos en esta línea y desearía que ese pudiera ser mi proyecto de Doctorado porque creo que en este país los temas comunitarios son tremendamente relevantes y  las artes a nivel comunitario tienen mucho que decir. Yo he trabajado mucho en el área clínica, en el área de salud mental y esta parte más social y comunitaria creo que es súper necesaria y el terremoto vino a removernos un poco y a darnos cuenta de que somos tremendamente vulnerables, que vivimos en un cordón montañoso que se nos mueve y que debemos como profesionales formarnos en esas áreas, cosa que yo como especialista del área nunca había dimensionado hasta ahora.

Últimas noticias

Exhibición en MAC releva veta de diseñador teatral de Guillermo Núñez

"TREGUAESCENA: el primer Guillermo", destaca la producción para obras de teatro realizada por el Premio Nacional de Artes Plásticas (2007) durante los años 60. Aunque comenzó a tomar forma en el año 2021, la muestra ahora se presenta como un homenaje póstumo, a quién dirigió el del Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad de Chile a principios de los años 70.

Conformado por académicos de la Facultad de Artes:

Integrantes del Núcleo Emovere iniciaron residencia en Centro NAVE

"Espectra" es el nombre del proyecto que las académicas Francisca Morand, Mónica Bate y Eleonora Coloma y el académico Javier Jaimovich llevarán a cabo en el marco de la residencia que realizan desde el 8 de julio en el Centro de Creación Artística y Residencia NAVE. En la propuesta, que comenzaron a desarrollar a mediados del año 2023, trabajan a partir del registro de voces y sonidos en peligro de extinción.

Exhibición en MAC releva veta de diseñador teatral de Guillermo Núñez

"TREGUAESCENA: el primer Guillermo", destaca la producción para obras de teatro realizada por el Premio Nacional de Artes Plásticas (2007) durante los años 60. Aunque comenzó a tomar forma en el año 2021, la muestra ahora se presenta como un homenaje póstumo a quién dirigió el Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad de Chile a principios de los años 70.