Concurrida charla en sala Agustín Siré:

Paula Vogel: "El teatro es el hijo bastardo de las artes"

Paula Vogel: "El teatro es el hijo bastardo de las artes"

Ante una sala Agustín Siré colmada de estudiantes y académicos del Departamento de Teatro de la Facultad de Artes, la destacada dramaturga norteamericana Paula Vogel ofreció una interesante charla que se extendió por cerca de dos horas, en la que abordó diversos temas relacionados con la situación actual de los escritores y dramaturgos en Estados Unidos, su experiencia y su visión ética y estética del oficio, para luego también conversar con el público.

El encuentro estuvo moderado por el académico Marco Espinoza, quien dirige la adaptación de "Cómo aprendí a manejar", obra de Vogel que acaba de estrenarse en la sala 1 de Lastarria 90, en el marco del Primer Festival de Dramaturgia Norteamericana, organizado por el Comité de Teatro del Instituto Chileno Norteamericano y por la Embajada de Estados Unidos. Esta entidad es la responsable de la visita de la escritora y facilitó los medios para que la charla pudiera ser oída por los asistentes en traducción simultánea.

Paula Vogel se excusó de no saber hablar castellano, pero aseguró que intentaba estar al tanto y leer más en nuestro idioma, el que alabó por tener "más matices" que el inglés. Siguiendo esta línea, uno de los temas que abordó fue la renovación que han aportado al lenguaje los escritores de origen latino en la literatura norteamericana actual. "Se han desarrollado jóvenes escritores con su propio lenguaje y eso ha tenido un impacto impresionante", sostuvo.

La escritora es académica de la Brown University, donde desarrolla talleres con escritores para que se acerquen al teatro. "El teatro no está tan bien mirado por los escritores y académicos de allá. Es como un hijo bastardo de las artes", dijo, al tiempo que recalcaba que considera necesario que los escritores se acerquen a esta disciplina, pues tiene una dimensión política distinta a la que puede tener una novela: otro tipo de llegada con el público y con los artistas que la llevan a escena, que junto al público la resignifican función a función.

Vogel destacó además la imaginación que se despliega cuando hay pocos recursos y contó algunos de los ejercicios de pies forzados que realiza con otros escritores en los que a veces se desafían a escribir una obra en 48 horas y luego desafían a un grupo de actores a montarla en 12, lo que llaman "Back off" o "Competencia de cocina".

Así, mediante preguntas del público y de quienes la acompañaban en la mesa, se abordaron otros temas como su admiración por Thornton Wilder, su "shock completo" al recibir el premio Pulitzer ("creo que en realidad lo ganó la compañía que montó la obra", dijo modesta), su preocupación política por los valores familiares conservadores que priman en Estados Unidos e incluso habló del tema de género, desestimando miradas absolutas: "Soy una lesbiana que ama a los hombres... Cada día me pregunto: ¿en qué cuerpo me voy a meter hoy día? Lo que nunca se me olvida es que soy una artista de teatro. Toda mi vida he estado enamorada del teatro", dijo, agregando que "mi responsabilidad como artista es tener el coraje de ir más allá de la línea".

"Fue una clase magistral de la responsabilidad que significa ser dramaturgo hoy en día"

Al finalizar el encuentro, Fernando González, quien participó activamente desde el público, declaró que la charla le pareció "muy emocionante, porque pocas veces uno tiene contacto con dramaturgos importantes... No es frecuente que vengan dramaturgos de ese nivel acá, me parece muy bueno que el Instituto Chileno Norteamericano la haya traído y que una autora importante esté presente acá en Santiago en plena vigencia".

Marco Espinoza, en tanto, dijo que "siempre es un gran honor tener aquí a gente que no sólo es talentosa, sino que además es tremendamente inteligente respecto de los fenómenos sociales que están sucediendo. Fue una clase magistral de la responsabilidad que significa ser dramaturgo hoy en día... En Chile se está haciendo demasiado teatro sin ninguna responsabilidad. Creo que el teatro como herramienta social es fundamental hoy en día y ella dio una clara lección de que eso existe".

Sobre el hecho de compartir con la autora del texto que ha llevado a las tablas, el académico dice: "Yo soy un director relativamente joven y ella es una dramaturga consagrada... es un miedo y una responsabilidad, y esa responsabilidad es la que me ha permitido concentrarme estos días y vivir mi vida al lado de Paula. Eso ha sido magnifico, es un aprendizaje constante y una admiración a toda prueba".

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