Resulta imposible olvidar el atraque de La Esmeralda en la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile el 2001. Abordo, un Arturo Prat de 16 años pidiéndole a un compañero de filas que le hiciera cariño, en una versión escrita y dirigida por Manuela Infante, quien decidió mostrar a Prat en un lado "más humano".
Afuera de la sala, vallas papales para sostener a los férreos opositores de esta obra ganadora de la tercera versión del Festival de Dramaturgia y Dirección Víctor Jara, entre ellos La Armada de Chile y la Corporación 11 de Septiembre y que como resultado, le costó el puesto a la entonces directora del Fondart, Nivia Palma.
Junto a Infante, Alexis Moreno, José Palma, Horacio Pérez, Cristóbal Pizarro y Yasna Kusanovic han resultado ganadores de este certamen organizado por los propios estudiantes de la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile y que busca promover la dramaturgia al interior de dicha institución.
Seis años después de que La Esmeralda salpicara más que un poco de agua, el Festival de Dramaturgia y Dirección Víctor Jara, que se llevó a cabo entre el 12 y el 20 de octubre en la Sala Sergio Aguirre y donde se presentaron los montajes "H.o.y Asesino", "Karen, una obra sobre la gordura", e "In Nomine Patris" y las lecturas dramatizadas de las obras "Portales" y "La Torre de Hipócrates", no estuvo exento de polémica, ya que tanto el jurado a cargo de seleccionar entre los trece textos presentados para esta nueva versión (cinco menos que el año pasado), como el que estuvo a cargo de dirimir entre las tres obras participantes, manifestó su preocupación por el bajo nivel de los trabajos presentados.
Natalia Bronfman, organizadora de la novena versión del Festival, señala: "El sentir fue que había sido un festival un poco más bajo a nivel artístico, pero esto no implica que la obra ganadora no esté en condiciones de hacer una temporada, ya que sí tiene los requisitos artísticos para hacerla y en ese sentido estamos todos contentos de que sea así. Creo que el nivel de las obras es un síntoma de cómo está el alumnado, las motivaciones y cómo está el asunto artístico a niveles sociales también y que se ve reflejado, entre otras cosas, en los pocos textos que participaron este año".
Dentro de las novedades de esta nueva versión del certamen, en la que resultó ganador el estudiante de Diseño Teatral, Juan Andrés Rivera, dramaturgo y director del montaje "Karen, una obra sobre la gordura", se encuentra la realización de dos lecturas dramatizadas, la crítica por parte del jurado de los trece textos presentados y la presentación de dos montajes en una población de Santiago.
El montaje de Rivera habla de la vida de Karen, una chica con bastante sobrepeso, transformándose en un problema de familia, ya que su madre y su hermana menor también son gordas. Nadie pensaría que algún hombre se pudiese fijar en Karen, pero Cristian, que trabaja vestido de cerdo en el local de comida rápida en el que Karen trabaja, probará lo contrario.
Un amor fulminante surge entre ambos, el fin de todos los miedos, la luz del sol parece por fin iluminar su cuerpo, pero algo anda mal, ya que una equivocación terrible devela las mentiras más siniestras.
"Esta obra nace por un interés que yo tenía por trabajar el tema de la obesidad, ya que lo veía en mi familia, a los que esta enfermedad le produjo algunos problemas de salud. Hice un trabajo de observación a algunas tías y primas y encontré que era interesente contarlo en teatro.", explica Juan Andrés Rivera.
El dramaturgo y director agrega: "Por tratarse de la primera obra que escribo, la siento con un componente de experimentación y como un manifiesto, ya que esta obra también es una visión particular del teatro, de cómo se hace teatro al interior de la Universidad de Chile y en el país. Empecé a escribir una historia muy simple y donde empezaron a surgir distintas capas, las que tienen que ver con una opinión frente al teatro".
-Si bien, tu disciplina es el diseño teatral, ¿de qué forma te planteas como dramaturgo y director?
Eso lo tomé en relación a la dirección. Escribí la obra, no sabía si la iba a dirigir, ni tampoco si iba a quedar o no en el Festival. Al dirigir la obra, lo hice de una forma menos rígida y más participativa, tomando la relación público-escena, que es lo que más me interesa en términos de escenografía y espacio. Lo primero que hicimos fue establecer cómo iba a ser el espacio y a partir de ahí montamos la obra. La base de dirección fue a partir del espacio más que de la actuación.
-¿Cómo sientes el resultado de esta obra?
Súper bueno. Fue un buen proceso, relajado y traté de apartarme de esas cosas estresantes de la escuela, como de ensayar hasta tarde, por ejemplo. Más que cualquier mensaje o ideología que pueda estar detrás de la obra, que yo creo que está también, lo más importante para mí, era que la gente la recibiera bien, que la disfrutara, porque es comedia, que se riera y que fuera un momento de distensión y que no dijeran "voy al teatro, que lata".
-¿Te pasa eso a ti, de decir "voy al teatro, que lata"?
Generalmente. Cada vez que voy al teatro y salgo, digo eso. Además, a medida que uno va trabajando más en esto, va empezando a descubrir todas las cosas, entonces el teatro se va intelectualizando y al final ya no hay un disfrute. Mi meta principal en esta obra, es que la gente la disfrutara y más allá de las críticas técnicas, la gente lo pasa bien cuando la ve.
-¿Qué pasa contigo y tu trabajo al haber ganado este festival?
Me interesa seguir en esto. Trato de ver el teatro como algo no tan rígido, en cuanto a que no me gusta limitar funciones, por ejemplo, un director no es sólo director, un dramaturgo no es sólo dramaturgo y un diseñador no es sólo diseñador. De hecho, en la obra hay un diseñador que actúa y mientras dirigí, traté de tomar las opiniones de todos, ya que no fue una dirección jerárquica, todos opinaban. Me interesa seguir creando y creo que lo importante es contar historias, crear propias historias, además que me encanta y me interesa el diseño, actuar no es lo mío, pero siento y creo que contar las propias historias es fundamental, por lo que me gustaría seguir dirigiendo y escribiendo.
-Algo muy importante es que la obra sale de la Escuela de Teatro y va a ser presentada en Recoleta…
Sí, fue una gestión del Centro de Alumnos con la U Social. La presentación de mi obra, con "In Nomini Patris", que también se presentó en el Festival Víctor Jara, se enmarca en actividades de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile. Al principio nos dio miedo salir, pero la gente que vio la obra lo pasó súper bien, entonces creo que no va a haber una lectura intelectualoide.
-Te siento un poco en contra de las obras "intelectualoides"
Sí, pero no estoy en contra de que una obra tenga una reflexión o ideología, es más, creo que mi obra tiene eso, pero sí estoy en contra de las obras que son lateras. Pero para ir a Recoleta vamos a hacer algunas modificaciones de la obra y unas simplificaciones de la escenografía.
-¿Cómo trabajaste el tema de la obesidad?
Tomé el tema con un interés real porque es algo que es importante en la sociedad. A medida que iba escribiendo la obra, empecé a cuestionarme de quién era yo para hablar este tema, pero no es un juicio de valor a la obesidad, sino que cuento la historia de un personaje que tiene este problema, pero la base teórica es que la gordura es una enajenación de tu propio cuerpo, y eso también lo trabajamos a partir del vestuario, ya que no hay actrices gordas. Ellas usan trajes de gordas, siendo una enajenación de la actriz en torno a su vestuario, pero no es que la obra tenga una posición frente a la gordura, se muestra una historia muy simple de personas que sufran de eso.
-Dijiste que no hay actrices gordas en esta Escuela…
Si y creo que es un problema. Si hubiese habido actrices gordas en esta universidad, la obra no hubiera llegado a ser lo que es.
-Esta versión del Festival ha sido un poco polémica en cuanto a que el jurado dijo que los trabajos no tenían un buen nivel ¿qué piensas de eso?
Tengo varias ideas en torno a eso. Aquí siempre hay debate, se juntan tres sillas y la gente empieza a decir que el teatro en Chile está mal y que vamos en descenso. Yo no he notado un descenso en los trabajos, ya que he trabajado en otras versiones del festival, el 2005 trabajé en "Celeste". Hay que tomar en cuenta de que esta son las primeras instancias para experimentar y para equivocarse. El jurado habló con nosotros en la premiación y nos dijo que nuestra obra era la mejor y que no se trataba de un triunfo por descarte. En el fondo, nosotros tampoco nos sentimos tan identificados con las críticas, ya que sí teníamos una idea preconcebida y tratamos de expresarla lo más coherentemente posible, entonces no sentimos que las críticas eran para nosotros.
-¿Cómo sientes el teatro hoy?
Creo que hay mucha gente que hace teatro para sí mismo y se olvida de que esto es un espectáculo y que la base del teatro es que es para el público. Generalmente cuando voy a ver una obra de teatro, se luce más el ego de los creadores que otra cosa y si el público no la disfruta, no sé si se cumple el objetivo. Pero pienso que el teatro está poco al servicio de la gente.
Tras presentarse en Recoleta el sábado 27 de octubre, "Karen, una obra sobre la gordura" se presentará en la Sala Sergio Aguirre de la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile desde el 8 y hasta el 24 de noviembre de jueves a sábado a las 20:00 hrs.
El valor de las entradas es de $2.000 general y $1.500 estudiantes y tercera edad. Para reservas, llamar en horario de oficina al 9771790.
