"El pequeño avión en que viajaba a Machu Pichu tuvo un desperfecto. Estábamos en plena pampa nortina. Me puse a caminar al alba y encontré el desierto de sal. Comencé a caminar, a pisar esa tierra crujiente y vasta que sonaba bajo mis zapatos y me dije: pensar que yo estoy aprendiendo, estudiando allá a los maestros, en Europa, y esto es lo mío. Yo pertenezco a este continente, esto soy yo y tengo que tratar de expresarlo, expresar este único desierto de sal. Nací como artista americana en ese momento". Así, Marta Colvin, relató a la académica del Departamento de Teoría de las Artes, Margarita Schultz, su descubrimiento de América mientras esta última trabajaba en una publicación sobre su obra.
Esa anécdota, al igual que muchas otras, quedaron plamadas en "La obra escultórica de Marta Colvin, Rosa de los Vientos", publicada en 1992 y lugar desde el que ahora Margarita trae esas líneas de regreso. "Se me pone la piel de gallina cuando leo este pasaje. No importa si lo leo diez veces porque al leerlo la recuerdo a ella también en Santiago, pero sobre todo, me la imagino en esa inmensidad, sola, caminando, y hasta puedo oír el ruido de las pisadas", señala tras leer esas líneas desde el único libro dedicado exclusivamente a la obra de esta escultora que estudió e hizo clases en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile y que falleció en octubre de 1995.
Por más de un año, estas dos mujeres se reunieron en la casa de la escultora para conversar y dar vida a ese libro. Como recuerda Margarita, "las dos charlando casi dos horas. Salvo que yo no estuviera en Chile, los sábados eran sagrados. Cruzaba toda la ciudad, me iba a la casa de la Marta. Así empezamos una amistad que duró como un año y medio".
El descubrimiento de la obra de Marta Colvin por parte de la académica del Departamento de Teoría de las Artes resulta, por decir lo menos, azaroso. Como ella misma recuerda, su interés en el trabajo de la escultora nació porque la buscaron: "Los editores de Hachette Chile (editorial que publicó el libro) buscaban una persona que hiciera un libro sobre Marta. Así fue. Conocía una obra de ella, que es 'Eslabón´, así como conocía obras de otros artistas chilenos que vi en el Museo de Bellas Artes. Eso era todo".
¿Cómo fue el proceso de comenzar este libro conociendo sólo una obra de Marta Colvin para terminar luego admirándola así?
De conocer "Eslabón" en el Museo de Bellas Artes a lo que yo llegué a sentir al final de todo ese proceso, claro que hubo un crecimiento muy grande. No sólo respecto de ella, sino que de mí respecto de mí. Yo aprendí mucho con ella. Aprendí a entender cosas del arte que a lo mejor antes no las tenía tan claras.
¿Cómo podría definir a Marta Colvin usted que tuvo la posibilidad de conocerla?
Hay algo que uno no debiera preguntar respecto de las grandes personalidades, que es cómo definir. Son seres tan grandes. Ella fue un ser grandioso, tuvo una magnitud artística, humana, espiritual, intelectual tan enorme. No se puede definir. Era sobre todo un ser potente. Era una dulzura esa mujer, de una cariñosidad, de una ternura. Para mí fue un privilegio poder conocerla y frecuentarla durante tanto tiempo. Hablamos de muchas cosas que me impresionaron mucho, no por el hecho de que ella tuviera la confianza de decírmelas, sino por lo que representaban con respecto a su postura como artista: el tema de lo americano, el tema de los maestros chilenos y europeos.
¿Marta le comentó la influencia que tuvo en su descubrimiento de América su estadía en Europa?
Pero claro. La influencia de esto, según lo que yo comenté con ella, vino en parte importante del famoso escultor Henry Moore, del cual ella fue alumna. Parace que en una oportunidad Moore le dijo: "pero usted, ¿qué está haciendo aquí? Usted tiene que ir a su continente y aprender de su continente, no de Europa. Yo mismo voy a su continente a aprender". Entonces la Marta, al final del primer viaje, vino otra vez a Chile y empezó a viajar por América.
El uso de lo abstracto en Marta Colvin, ¿tiene que ver con expresar ese redescubrimiento de América?
Tiene que ver con varias cosas. Ante todo, yo diría que era su espíritu libre que estaba buscando una forma apropiada. Era un mujer de una gran libertad interior, espiritual. El segundo término, diría yo, que impulsó esa entrada en la abstracción o esa salida si tu quieres, fue uno de sus maestros, Zadkine. Él fue un escultor magnífico, poderoso y él la llevó al camino de la abstracción enseñándole la fuerza de la libertad. Y la tercera cosa era que las obras que hizo directamente vinculadas con lo americano y que se percibe en sus nombres, como Pachamama o Ariki, son obras abstractas. Ella vivía el tema de la mitología como el tema del misterio. Los mitos están siempre cargados de misterios, nunca son transparente. Y si tu quieres manetener el misterio, lo mejor que puedes hacer es irte a las abstracciones y no a la representación figurativa. Creo que relacionar la abstracción con lo americano y el misterio es algo que merece la pena ser reflexionado y tomado en cuenta.
¿Los chilenos tenemos mala memoria?
Ese es un tema más polémico. Pero yo te voy a decir una cosa. Este libro se publicó el año 92. Yo no soy chilena, soy argentina, pero tengo la nacionalidad chilena desde hace más o menos nos quince años. Se han escrito artículos, hay capítulos de libros, hay textos en internet, pero a mí me sorprende que haya sólo un libro, hasta ahora, sobre Marta Colvin. No entiendo por qué no hay más habiendo sido ella una artista de esta magnitud y no sólo como artista sino como maestra. ¿Cuántos escultores dicen que le deben tanto a ella? Entonces, francamente no lo puedo entender muy bien.
Margarita Schultz, junto a la académica del Departamento de Teoría de las Artes, María Eugenia Brito, fueron invitadas por la Universidad del Bío Bío para celebrar el natalicio de la escultora chillaneja. Una vez allá, Margarita expondrá "su misión secreta" a la comunidad: "Lo que yo quisiera es que las fuerzas vivas, como se dice, los actores de este homenaje del natalicio de Marta Colvin, pueden reunir entre todos fondos para reimprimir el libro, para sacar nuevamente los ejemplares y que pueda estar en bibliotecas, en lugares público y centros de estudios del país. Vamos a ver si tengo suerte, si me resulta".