Un mensaje de texto recibido a su celular un día viernes cualquiera, motivó a la artista visual y egresada el 2003 de la Universidad de Chile, Claudia Vásquez a crear "Bandeja de Entrada", la única muestra individual de la curatoría 2007 "Todo Hecho" al interior de la Galería Balmaceda Arte Joven y que estará abierta al público hasta el 21 de junio al interior de dicha Galería de la Corporación Cultural Balmaceda 1215 (Avda. Balmaceda N° 1215 metro Cal y Canto).
Con un sentido del humor único y una energía exuberante, Vásquez afirma - al mismo tiempo que su celular suena en medio de la entrevista advirtiendo la llegada de un nuevo mensaje de texto, al que la artista responde con una gran carcajada - que el haber recibido aquel mensaje, ese día viernes, "posibilitó el poder construir algo artísticamente muy interesante".
Aquel texto que la artista recibió del celular de un amigo teórico del arte, decía: "Hoy me acordé que los viernes en la tarde eran tan lindos, y por un momentos sentí el mismo olor y me di cuenta que uno puede estar tan bien y ser tan poderoso como uno quiera. Por eso, no hay que temerle a nada".
Así, con un montaje muy sencillo, aquel texto recorre toda la Galería y está iluminado por un foco ubicado en el centro de la sala, el que, en un ambiente oscuro, va iluminando de apoco el texto, haciéndolo desaparecer, mientras que de fondo se escucha el audio de un grupo de música electrónica. "Básicamente todo es una cosa muy sensitiva, donde busco incorporar al público con mi trabajo, apelando a la disposición que el espectador tiene que tener para ver y sentir algo, en este caso mi obra y por eso utilizo el texto, la luz y este audio envolvente", explica Claudia Vásquez.
Sobre el interés de la artista por exponer en la Galería Balmaceda Arte Joven, ella señala: "Siempre me había interesado exponer ahí por varias razones, pero principalmente por la connotación e importancia que tiene este espacio dentro de las galerías para artistas jóvenes. Además, resulta muy fácil de intervenir, debido a que es un espacio limpio y que representa un gran cuadrado blanco".
¿Qué caracteriza tu trabajo?
Lo más simple y evidente es el uso del texto. Nunca tuve claro porqué partió esto de utilizar textos en mi obra. Quizás puede ser porque cuando chica nunca dibujaba y sólo escribía, podría ser esa una lectura, pero no sé si será la más interesante. Mi trabajo se caracteriza por ser intervenciones en espacios urbanos con textos y lo otro, es que mis obras aparecen y se desarman, lo único material que tengo es un disco con las imágenes, ya que el registro es todo el trabajo que tengo y eso denota mi desprendimiento de mi trabajo y eso es muy rico por la movilidad que puedo obtener con mi obra.
¿De dónde provienen los textos que utilizas?
Provienen de distintos lugares. Algunos de las ciencias, dichos populares de la calle y de la filosofía, por ejemplo. Todos estos textos tienen algo que los caracteriza, y es que son transversales, en cuanto un niño y una persona erudita pueden entenderlo, porque al no ser cerrados, tienen distintas capas de lectura.
¿Cuándo nace la idea de trabajar con textos e intervenir las calles?
Esto nació siendo yo estudiante de Artes Plásticas en la Universidad de Chile, específicamente en el Taller de Pintura. De apoco empecé a investigar tímidamente y dentro de las salas sobre cómo trabajar con textos. Poco a poco recorrí el Campus Juan Gómez Millas haciendo pequeños trabajos. Este proceso fue muy de adentro hacia fuera. Luego, mis primeros trabajos los presenté en Galería Metropolitana, donde reproduje el texto "Capaz de no decir nada" en tres espacios públicos: a través de una placa ubicada en las cunetas frente a dicha Galería, en los respaldos de las micros y la tercera es una performance de dieciocho personas recorriendo las calles de Santiago con poleras con el texto. Ahí me di cuenta que la calle y el espacio público es el lugar fundamental donde más me estimula y provoca trabajar.
¿Cómo fue haber estudiado Arte en la Universidad de Chile?
La Chile es tremenda. Yo siempre quise entrar a estudiar Arte en la Chile, era ahí o nada, por un tema de tradición, prestigio y los profesores. (¿parto por lo bueno y termino por lo malo o al revés?) Lo que me gustó mucho de esta Escuela era la movilidad que me permitía para armar mis ramos. Quizás mucha gente lo puede criticar, pero acá me permitía tomar los ramos que quisiera y moverme por las distintas disciplinas. Al final de la carrera terminé odiando la universidad porque sentí que no había aprendido nada, pero luego me di cuenta que sí había aprendido y que ya no la quería demandar (risas). Los que estudiamos en la Escuela de Artes se sienten mejor que los que no, yo por lo menos me sentía así, ya que posibilita otro nivel de conversación con los profesores, estar al tanto de lo que significa la contingencia y que haya un compromiso en los profesores y los estudiantes. Mi trabajo tiene que ver con esa noción de realidad que me inculcó la universidad.
Será el 26 de junio cuando Claudia Vásquez despegue rumbo a Tours, Francia, para presentar dos de sus trabajos en un encuentro de artistas que se llevará a cabo en dicha localidad. "Quiero absorber y ver todo lo que leí en los libros. Quiero ver si así esculpía el mármol Miguel �?ngel, quiero ver si todo es verdad, los museos, las clases y las exposiciones. Tener la oportunidad de ver la Documenta, distintas Bienales y también poder ir a München y ver una muestra que se hace cada diez años de intervenciones de espacios públicos. Voy como una esponja para absorber todo", explica la artistas.
Claudia Vásquez espera poder postular a estudios de Magíster en arte público en España y sueña, con algún día, poder tomar alguna pasantía con los que dice son sus referentes, los artistas Joseph Kosuth y Jenny Holzer. A su vez, la artista inaugurará, a fines de 2007, una nueva intervención, siendo el escenario la Librería Metales Pesados.
La artista concluye: "Uno debe estar vigente en la escena local, aunque sea en muestras chicas, que quizás no resulten o si sólo van tres personas, pero lo importante es estar. De esa manera te vas encontrando con gente que está trabajando en lo mismo, vas aprendiendo y dialogando. Estoy consciente de que como artista, no me puedo quedar sentada esperando a que me ofrezcan una exposición, o sea, con mi metro y medio, tez morena, pelo corto, ojos cafés oscuro y sin apellido, eso no me ha pasado, por lo menos no a mi".
