“Lo primero es que fue una sorpresa: no tenía noticia de que hubiese sido postulado”, dice Pablo Oyarzún, filósofo y académico del Departamento de Teoría de las Artes, que este lunes 23 de marzo viajará a Valdivia para recibir el Premio Jorge Millas, reconocimiento que entrega la Universidad Austral de Chile (UACh) a quienes “hayan contribuido de manera notable con su obra y su vida a ennoblecer y desarrollar la institución universitaria o la educación superior”.
Fue el Rector de esa casa de estudios, prof. Óscar Galindo, quien le comunicó la noticia. “Desde luego me alegró enterarme y le dije al Rector que la recibía honrado por partida cuádruple: por el tenor del reconocimiento, porque lleva el nombre de Jorge Millas, porque sigo teniendo un cariño entrañable por la Universidad Austral, donde enseñé algunos años en los difíciles tiempos de la dictadura y fue una suerte de refugio para mí y porque se me concedía el premio siendo él rector, debido al gran aprecio que le tengo y cuánto valoro su gestión”, añade Pablo Oyarzún.
Según explica el académico de la Facultad de Artes y de la Facultad de Filosofía y Humanidades, y Director Ejecutivo de la Iniciativa Bicentenario de la Universidad de Chile, el Premio Jorge Millas es un reconocimiento que “quisiera entender referido a mi intento de articular mis propios intereses intelectuales y filosóficos, al menos en parte, con la contribución a la institución universitaria en la tarea de pensarla y en el ejercicio de todas las funciones que le conciernen”.
Desde esa perspectiva, ¿cuál es el diagnóstico que usted hace respecto a lo que hoy sucede con la educación superior pública en Chile?
Estamos en un momento crítico. Las movilizaciones del 2011 fueron determinantes en plantear la relevancia y centralidad de la educación pública y en la responsabilidad fundamental que tiene el Estado en garantizarla plenamente. En poco tiempo más, con la presentación del proyecto de ley sobre educación superior, tendremos un debate que espero sea suficientemente amplio, que permita escuchar las voces y los planteamientos de todos los actores de manera que estos incidan en las decisiones que se adopten. Pero hay intereses en juego, y bien sabemos el poder que tienen, que opondrán férrea resistencia a todo intento de cambio del esquema vigente, porque ven claramente que su transformación -en el sentido del lema de las movilizaciones: "pública, gratuita y de calidad"- tendría efectos estructurales en el modelo económico, político, social y cultural que es básicamente congruente con esos mismos intereses: hablo del modelo y de la obsesiva ideología neoliberal, por supuesto. Se requerirá debate, sin duda, pero también presión social para que se produzcan los indispensables cambios en la educación.
¿En ello centrará la conferencia que dictará en el marco de la ceremonia de premiación? ¿Por qué?
Entre diversas posibilidades, opté finalmente por una conferencia sobre la democracia. Es una manera de dar contexto al tema de la educación pública y también de responder al legado del pensamiento de Jorge Millas, que nunca se restringió a las inquietudes puramente especulativas, sino que las relacionó siempre con su contexto histórico y social.
El jurado presidido por el Rector de la UACh, Óscar Galindo, y conformado por Vicente Serrano (Facultad de Filosofía y Humanidades UACh), Niall Binns (Universidad Complutense de Madrid), Carlos Oyarzún (Facultad de Ciencias UACh), y Carlos Amtmann (ex Rector y Profesor Emérito UACh) determinó que este año el Premio Jorge Millas fuese entregado al prof. Pablo Oyarzún, quien recibirá este reconocimiento en el marco de una ceremonia que se realizará el lunes 23 de marzo, a las 17:00 horas, en el Salón Jorge Millas del Edificio Nahmías de la Universidad Austral de Chile (Campus Isla Teja, Valdivia).