Alejandra Ayala fue la primera estudiante de la Facultad de Artes beneficiada con los fondos del Servicio Nacional de Discapacidad (Senadis) que fueron gestionados por Bienestar Estudiantil y del Personal de la Facultad de Artes y por la Escuela de Terapia Ocupacional de la Facultad de Medicina. Ello, luego de que en 2012, ambas unidades iniciaran un trabajo conjunto que se tradujo en la presentación de un proyecto a Senadis con el que buscaban obtener los recursos para financiar un intérprete de señas para Alejandra Ayala, quien presenta discapacidad auditiva bilateral de un 70 por ciento y que en 2010 había ingresado a cursar la Etapa Básica en Artes Plásticas.
“Fue un periodo difícil. Me costaba mucho conectarme con los contenidos académicos y además tenía dificultades de comunicación con mis compañeros”, recuerda esta joven estudiante, asegurando que, aun así, no le costó demasiado relacionarse con sus compañeras y compañeros. “Algunos compartían información y apuntes, e igualmente, de parte de los profesores, siempre hubo disponibilidades hacia mí. También usaba una grabadora. Mi madre transcribía y me explicaba, y eso me permitió avanzar bien, siempre con una acción positiva hacia mi trabajo en equipo con mis compañeros. Eso me permitió sentirme más segura y optimista en mis estudios”, añade.
Alejandra Ayala hoy cursa el III año de la Licenciatura en Artes mención Artes Plásticas y desde 2012, gracias a ese proyecto presentado a SENADIS, cuenta con intérpretes de señas que la acompañan en sus clases. Para ella fue muy importante “la asesoría y solicitud de recursos al Senadis para costear a los intérpretes, los que me permiten conectarme realmente en el desarrollo académico, optimizar la integración en los estudios y seguridad en que los objetivos sean los mismos de mis compañeros oyentes”, dice esta estudiante que es enfática en señalar que su falta de audición “no dificulta mi desarrollo. Creo que depende solamente de mi esfuerzo personal, en conjunto con los intérpretes y tutoras, de los cuales estoy muy agradecida”.
Los proyectos
Ximena Toro, académica de la Escuela de Terapia Ocupacional, fue quien se contactó con Bienestar Estudiantil y del Personal de la Facultad de Artes para averiguar si habían estudiantes con algún tipo de discapacidad física que ameritaran la presentación de proyectos a Senadis, para gestionar recursos que facilitaran su desarrollo académico. Así se gestó el proyecto que benefició a Alejandra Ayala y también los proyectos que este año beneficiarán a Nicole Caro y a Camila Serrano, estudiantes que en 2014 ingresaron a cursar la Licenciatura en Artes mención Artes Plásticas y la Licenciatura en Artes mención Teoría e Historia del Arte, respectivamente.
La primera de ellas presenta discapacidad auditiva mientras la segunda presenta una tetraplejia, antecedentes que surgieron en las entrevistas que las asistentes sociales de la Facultad de Artes realizan a cada estudiante que ingresa a cursar una licenciatura en esa Facultad. “Las entrevistas son en profundidad y tienen que ver con conocer al estudiante de primera fuente”, explica Dolores Osorio, asistente social de la Facultad de Artes, agregando que eso es parte “de la atención integral que entregamos, la que además nos permite saber si algún estudiante tiene dificultades en lo económico y también en habilidades sociales, patologías psiquiátricas, dificultad de movilidad, entre otras”.
De esa forma, y una vez generados los vínculos con ambas estudiantes, se inició el trabajo conjunto para reunir la información solicitada por Senadis para la presentación de estos proyectos que finalmente se traducirán en la adquisición de los implementos tecnológicos que ambas estudiantes requieren para “cursar sus carreras de la mejor forma posible, porque nuestra premisa es que si entró a la Universidad, lo óptimo es que termine”, señala Dolores Osorio. Y agrega: “Y si eso significa mover recursos internos y externos, lo hacemos. Es decir, que estas estudiantes hoy obtengan recursos tecnológicos sin costo para ellas es parte de una gestión de Bienestar Estudiantil y del Personal, que articula la red social interna y externa para apoyar a nuestros estudiantes”.
Infraestructura
Paralelo a la elaboración de los proyectos presentados a Senadis, se mejoró parte de la infraestructura de la sede Las Encinas con el objetivo de facilitar el traslado de Camila Serrano, quien se moviliza en silla de ruedas. Para ello se habilitó y acondicionó un baño de uso exclusivo para ella, y se mejoró la rampa de acceso a las salas del Departamento de Teoría de las Artes, ubicadas en el subterráneo. Esas necesidades fueron de inmediato corregidas, sin embargo, “ahora han ido surgiendo otras dificultades, tanto para ir al casino, biblioteca o kiosco, como hacia otros sectores del Campus, como la Facultad de Ciencias Sociales”, dice Camila Serrano, agregando que ello ha entorpecido su “completa participación e involucramiento en distintas instancias que han ido surgiendo”.
Para ella, la existencia de rampas y la habilitación de los espacios “significa no sólo poder entrar sin dificultad, también da señales de que todos somos parte. Entonces, creo que falta educación hacia todos los niveles. Afortunadamente mis compañeros me ayudan y tienden la mano cada vez que lo necesito”, cuenta esta estudiante que reconoce que las gestiones realizadas por Bienestar Estudiantil y del Personal han sido muy importantes, principalmente por el apoyo recibido y por el interés que tienen “por tratar de conocer tu situación en particular y la de todos los compañeros”, dice.
Proyecciones
Entre los recursos entregados por Senadis se contemplan $750 mil pesos que financiarán parte de la construcción de una nueva rampa de ingreso a la sede Las Encinas, quedando aún pendiente la mejora en la accesibilidad dentro de la sede. “La situación de Camila la vimos en distintos ámbitos. Es decir, si entró a la carrera es porque cumplía con todos los requisitos y, desde esa perspectiva, tenemos que darle todas las condiciones para que pueda sacarla de la mejor forma posible”, señala Dolores Osorio sobre las motivaciones tras estas mejoras que, desde la perspectiva de Camila Serrano, también mejorarían a “la comunidad universitaria en calidad humana, la que creo que incluso se podría destacar en puntos como respeto, inclusión, empatía. Todos somos beneficiados en que haya accesibilidad universal”, dice.
Los buenos resultados del trabajo realizado por Bienestar Estudiantil y del Personal de la Facultad de Artes y la Escuela de Terapia Ocupacional de la Facultad de Medicina, los han llevado a plantearse la posibilidad de iniciar un trabajo sostenido para seguir postulando a los fondos de Senadis en caso de que lleguen nuevos estudiantes con algún grado de discapacidad física. “Es importante destacar lo valiente que son estas estudiantes que se atreven a sacar una licenciatura pese a todas las dificultades que esta sociedad les coloca. Y el espíritu que anima nuestro trabajo tiene que ver con entregarle al otro herramientas para que se desarrollen de la mejor manera, y si ellas son capaces de sobreponerse y salir adelante, nosotras debemos estar ahí para apoyarlas”, concluye Dolores Osorio.