A sus 24 años, Jaime Cuevas, egresado de la Licenciatura en Artes con mención en Teoría del Arte, ha derivado sus inquietudes a la gestión y curatoría museal. Estando en su último año de carrera, en 2011 impulsó junto a un grupo de alumnos la reactivación del Salón de Estudiantes (SdE), iniciativa expositiva de arte contemporáneo emergente. “El SdE me ha permitido un gran crecimiento profesional y de aprendizaje, incursionando por primera vez en el quehacer expositivo, curatorial y de gestión de exposiciones”, cuenta.
El Salón de Estudiantes es una importante plataforma con la que cuenta la Facultad de Artes para mostrar, difundir y hacer circular la producción visual y plástica emergente emanada desde la universidad. “Potencia el trabajo interdisciplinar entre teóricos del arte, artistas visuales y el MAC”.
Su trabajo en esta iniciativa significó que la curadora del área de fotografía del MAC, Montserrat Rojas, lo invitará a colaborar en la sala de exhibición de Fotografía Emergente ubicada en la sede Quinta Normal. En dicha unidad se desempeñó como asistente de investigación curatorial para la exposición Un exilio sin retorno. Rodrigo Rojas De Negri, iniciativa enmarcada en las actividades conmemorativas de los 40 años del golpe de Estado en Chile. “De manera natural o casual me he ido desarrollando hacia la gestión de exposiciones y curatoría de arte en el museo, siendo hasta ahora el lugar donde me he desarrollado”, cuenta.
Sobre las motivaciones que lo llevaron a ingresar a la Facultad de Artes, indica que siempre tuvo cercanía con el campo artístico, sobre todo tras estudiar en el Liceo Experimental Artístico. “Como estuve en este colegio, siempre fui parte de distintos talleres artísticos, pero nunca me resultó tan fácil ni tampoco era lo que más me gustaba, por eso para mí nunca fue una opción entrar a estudiar Artes Visuales, por ejemplo. Sin duda siempre me ha gustado el arte, pero desde otro frente, no desde el hacer”. En el 2012 fue beneficiado por una beca otorgada por el gobierno español para asistir a un curso de Gestión de Exposiciones Temporales en Madrid.
“Veo que en el último tiempo han surgido muchas iniciativas de diferentes agentes en el campo del arte, aunque con la constante de ser proyectos personales o de colectivos, pero que no emanan de las distintas instituciones culturales. Esto tiene como ventaja muchas veces mayor libertad de acción y de discurso, aspecto fundamental para la creatividad y el ejercicio crítico de la producción artística o teórica, pero que, lamentablemente, es proporcional a la precariedad laboral del profesional de las artes”, sentencia.
Por estos días el proyecto que concentra las energías de Jaime es su tesis de pregrado, investigación que aborda los Salones de Arte hacia fines del siglo XIX.